La cobertura extendida y cubierta
por los diferentes medios de comunicación a nivel internacional, destacando el
de CNN por supuesto, en referencia a la Cumbre de Las Américas, generó
cualquier cantidad de movilizaciones, discursos, entrevistas, declaraciones,
expectativas, enfrentamientos sociales ideológicos, informaciones tras
bastidores, entre una buena cantidad de noticias que circularon a través de las
redes sociales. Obviamente entre lo bueno y no tan bueno, sin embargo el tema
que posiblemente tenía la atención focalizada, apartando el de EE.UU-Cuba y el
restablecimiento de las relaciones, definitivamente era el de Venezuela. ¿Qué sucedió
después de todo? Nada señores, aquí todo sigue de mal para peor y para muestra
un botón. Solamente acerquémonos a las noticias que día a día circulan en la
redes, en los medios de comunicación nacional y en algunas emisoras de radio. Y
no hago referencia a la televisora nacional y saben bien la razón...
Los problemas existentes en el
país con la mayor cantidad de reservas de petróleo en el mundo, con una de las
mayores capacidad de recursos hídricos en Latinoamérica, con reservas abundantes
de aluminio, bauxita, carbón, hierro, níquel, y hasta oro, cobre y piedras
preciosas, tal vez no en las cantidades considerables si comparamos con los
rubros anteriores, pero que en comparación con otros países. Acá hay gente que
continua tratando de explorar, explotar y sacar algo de estos minerales. Seguimos
en una caída abismal, estrepitosa y grave en algunos sectores de las clases
sociales, con la cantidad de problemas de todo tipo que continúan acentuándose en
algunos casos y en otros se van acumulando. Lo mas insólito para complementar
nuestra trágica muestra ante la sociedad, es la cantidad de personas que pasan
largas horas en cola ante los comercializadores de productos de primera,
segunda y tercera necesidad, esperando adquirir con lo poco que les rinde el
llamado “Bolívar Fuerte”, lo que puedan conseguir. No precisamente lo que deseáramos
llevar...
La Cumbre de Las Américas trató
cualquier cantidad de temas convenientes, oportunos, didácticos, tanto desde el
punto de vista político, hasta en lo económico y social. Sin embargo y muy a
pesar de que los países participantes, a través de los presidentes, equipos
multidisciplinarios que acompañaron las distintas delegaciones, los
representantes de las diversas empresas que hacen vida en cada uno de los países
que conforman Las Américas, hasta la visita oportuna de ex presidentes y ex mandatarios
de diversos países, para formalizar situaciones inviables y absurdas que
ocurren en este precioso y productivo país, nada de lo que pasó y vaya a pasar después
de todo, corregirá, aliviará, despertará y enmendará lo que día a día sucede en
Venezuela. Tal vez suene trillado, desesperanzador, ilógico y pesimista, pero
es nuestra realidad...
Venezuela tiene una cantidad
inmensamente amplia, abundante, generosa y extensiva de tierras fértiles para
el cultivo de lo que quisiéramos producir en materia agrícola, de lo que sea.
Tierras inmensas para la cría y reproducción ganadera, avícola, de cerdos, búfalas,
cabras, conejos, patos, entre algunos de los rubros pecuarios que no tienen
limitación alguna en este trópico envidiable. Tanto es así que si realmente
hubiese voluntad alguna de facilitar, promover, establecer lineamientos y
garantías de la producción, pudiéramos tener la capacidad de convertirnos en
los primeros exportadores de América Latina. Y esto no es ficción, solo pueden
ver la cantidad de tierras existentes cuando viajas en avión desde Maiquetía
hacia cualquiera de los destinos nacionales. Muy sencillo, hay que mirar hacia
abajo y pueden constatar de lo que refiero. Y aparte ni hablar del tema piscícola
y la buena cantidad de iniciativas en la reproducción de cachamas, morocotos, lau-lau,
pavón entre las especies de ríos, totalmente comestibles, aunado a las
posibilidades en materia de productos del mar, con la extensa cantidad de kilómetros
de costas marinas que dan al extenso Mar Caribe. Si continuo describiendo son
más las oportunidades y las riquezas que se tienen, que la visión, voluntad y propósito
real que hay en los venezolanos para comprometernos absolutamente todos, a
querer ser lo que quisiéramos...
Durante la cobertura de la Cumbre
de Las Américas, siguieron ocurriendo acontecimientos que cada vez son más
negativos, inconsistentes, ilógicos y desalentadores. Una muestra presento a
continuación. La empresa General Motors y Ford Motors anunciaron la casi
paralización de la producción, producto de la deficiente asignación de divisas
para adquirir las autopartes que se necesitan para ensamblar la producción. Esta
producción en este país ha caído en más de un 87% a lo largo de los últimos
tres años. Nadie hoy día puede asegurar la posibilidad de comprar un vehículo
nuevo, porque en los concesionarios no hay ni siquiera para exhibición. No hay
listas. No hay manera de garantizar un vehículo, ni siquiera haciendo cola,
como en los supermercados aunque parezca gracia. En cualquier parte del mundo
un vehículo de segunda, es decir un vehículo luego de salir del concesionario
por su dueño, así lo ruedes 5 kilómetros y después lo quiera vender, puede
costar más caro, mas alto y mucho más que su valor inicial de compra original.
En Venezuela es diametralmente opuesto, es muchísimo más caro. Es absurdo pero
eso sucede aquí. Y de paso no hay nuevos, ni por salir. Paseen por los concesionarios
y pueden ver las vidrieras limpias, pero adentro totalmente vacíos, y solo tal
vez con dos o tres personas, incluido el vigilante del establecimiento. Eso es
una muestra de la situación...
La empresa de producción nacional
de medicamentos genéricos presenta una baja sustancial en la productividad de fármacos
sumamente necesarios y requeridos en la población, a través de las tiendas farmacéuticas
habilitadas a nivel nacional. De acuerdo a una nota de prensa nacional se
estimó para el año 2014 una producción de aproximadamente 18 millones de medicamentos.
Solo llegaron a producir 8 millones y algo más. Eso implica un déficit de
aproximadamente del 45% en la producción nacional, lo que afecta profundamente
la necesidad existente a la hora de adquirir parte de esos productos. Todo ello
se acrecienta aun más por la imposibilidad de conseguir otros productos de los
distintos laboratorios establecidos en el país, o en materia de importación de
los mismos. Las consecuencias son las mismas, no llegan las divisas, no hay
como cancelar a los proveedores internacionales, continúan acumulando deudas
tras deudas y los platos rotos los paga la sociedad, al tratar de conseguir un
medicamento. Tal es la situación crítica, que todos los días vemos en las redes
sociales, twitter, facebook, linkedin entre algunas, las personas enviando
mensajes solicitando la posibilidad les informen donde conseguir el medicamento,
o en su defecto quien lo puede tener disponible para contactarlo. Es
impresionante aunque parezca insólito...
La deuda acumulada, abismal y
perjudicial que tiene el estado con las líneas aereas internacionales, limitó al venezolano a adquirir normalmente un boleto aéreo para
viajar por cualquier motivo al extranjero. Tanto es así que Alitalia,
entre una de las líneas aéreas internacionales, anuncio su salida de Venezuela
y decidieron trasladar a Colombia, es decir desde el aeropuerto El Dorado, la
salida de sus vuelos hacia Italia y los demás destinos de Europa. Salga a
buscar un pasaje para viajar al exterior, para que se den cuenta del viacrucis
y el costo que ahora representa viajar. Y ni se hable de los dólares,
recientemente anunció CENCOEX la limitación de acceso y restricción de los dólares
necesarios para poder cubrir costos afuera. Ahora ni los dólares en efectivo,
quedaron rezagados solamente para niños y personas de la tercera edad. Usted
como individuo normal, trabajador, estudiante o comerciante no tiene acceso a
ello. Las tarjetas de crédito quedaron limitadas a cantidad mínima, tanto así
que difícilmente puedes garantizar cubrir lo necesario para ello. Un ejemplo,
si vas a Ecuador, Perú o Bolivia por 7 días, puedes hipotéticamente adquirir
hasta 1.063 dólares. Es decir debes encontrar un hotel muy económico, andar
casi que a pie, comer muy sencillo y no se habla de un tour interno o comprar
algo, así sean recuerdos o detalles típicos de esos lugares. Simplemente no te
alcanza, aun pagando tu pasaje a un precio elevado en “Bolívares Fuertes”,
aunado a la devaluación contundente establecida. En pocas palabras la idea es
que usted venezolano no tiene derecho a viajar al extranjero...
Recientemente leia un artículo
publicado por un extraordinario escritor, el señor Leonardo Padrón. El articulo
tiene como título “Olvidados”. Acá señala las penurias, tragedias, viacrucis y con
profunda tristeza, todo lo que hoy día pasan y seguirán pasando muchos, pero
muchos venezolanos, que con sus medios propios, con sus recursos, con sus
ilusiones, se embarcaron a querer estudiar, formarse y tener una mejora profesional
de sus vidas en el exterior, como España, Alemania, Irlanda, Estados Unidos, entre algunos de los paises con posibilidad de capacitarse. Se fueron a aprender y pretender ser mejores profesionales, cada
uno en sus distintas especialidades y áreas universitarias de postgrado o maestrías...
Es bien triste ver a lo que han
llegado a hacer muchos de ellos, desde pedir limosna en la calle para poder
comer, hasta de dormir en las estaciones del metro de Madrid, una estación de
trenes en Dublín, Berlín o Londres. Arrimados cuatro y cinco chicos y chicas en
un dormitorio, para poder generar calor suficiente, ya que no pueden pagar la
calefacción. De lavar platos, botar la basura y cargar mercancía para poder
medio garantizar ingerir alimentos por algunos días. Todos y en algunos casos muchos
profesionales en sus áreas. De vender sus pertenencias, como un celular, una
laptop, una tablet, o la cuna de sus hijos, para cubrir deudas acumuladas. De
no poder culminar sus estudios porque las instituciones no reciben los pagos
correspondientes para estudiar y les dicen que no pueden seguir accediendo a
las instalaciones. De que padres y familiares venden acá en Venezuela lo que
pueden para poder enviarles recursos. Estudiantes individuales, matrimonios que
juntos se fueron con hijos y todo, a capacitarse, para garantizarle a sus
descendientes un mejor futuro. Dólares para ellos no hay, simplemente porque
eso lamentablemente no es una prioridad para el estado venezolano, simplemente
porque son considerados de un sector opositor, simplemente porque para ellos no
hay las garantías necesarias. Y aclaro, no estamos hablando de becas o algo
similar. Estamos haciendo referencia a que pagan con sus bien llamados “Bolívares
Fuertes”, los dólares que necesitan. No son regalados, no son una dádiva, no se
piden bajo donación. Por el contrario se pagan al costo del valor establecido
por el mismo estado y con recursos propios, producto de su trabajo, de sus
pertenencias, de la búsqueda de un mejor futuro...
Podrán palpar que los problemas se acentúan,
se acrecientan, se mantienen en la deficiencia de producción nacional, de los
problemas al ingresar en los hospitales y centros de atención medica, de los índices acelerados
de inseguridad, delitos, robos, y muertos ascendiendo semana a semana en la
capital y en el resto de las ciudades importantes que hay en el país. Del
viacrucis para conseguir los bienes y productos de primera necesidad, no
hablemos de otras cosas. De las campañas desmedidas defendiendo lo
indefendible, como si el decreto impuesto por la nación norteamericana fuera
contra la sociedad venezolana o el mismísimo gobierno. Es contra siete
funcionarios que deben asumir las consecuencias de sus actos y el gobierno
pretende inventarse una de invasión desde el mal llamado Imperio. Pero aunque suene raro, como les
encanta estar allá, y que disconsonante...
Los niveles de corrupción y de
guisos detrás de las esferas del poder siguen siendo ocultados, tapados y
desviada su atención, para poder continuar aferrados al mismo poder, de quienes
los colocaron ahí. Todo consecuencia de seguir creyendo en un mesías y sus discursos
con alto contenido demagógico. Apuesto que ninguno de esos funcionarios hace
cola para adquirir los bienes de primera necesidad. No asisten a los hospitales
ni centros de asistencia integral públicos. No tienen problemas con la
adquisición de dólares cada vez que deban viajar por cualquier motivo al
exterior. No pasan trabajo afuera porque las tarjetas de crédito no pasaron. No
son expuestos a los índices de criminalidad y delincuencia existente en el país.
Con escolta armada y numerosa, díganme quien puede tener problema alguno con la
delincuencia. No están radiando por las redes donde conseguir tal cual
medicamento. Para ellos no hay problemas, vivimos en un país similar al encanto
de estar en Disneylandia. Aquí no sucede nada. Todo
es producto de conspiraciones, señalamientos mediáticos, guerra económica,
magnicidios e intentos de derrocamientos de gobierno. Se dice mucho, se hace
poco de bando y bando. Y en el medio quedamos la sociedad entera, llevando,
llevando, llevando y nada de reaccionar y enderezar el timón del barco, que
lamentablemente sigue a la deriva. Ningún gobierno externo, ninguna sociedad externa,
ninguna institución foránea intervendrá. Es solo y únicamente un problema que
nos atañe, nos perjudica, nos involucra y es de nosotros hacer lo necesario
para cambiarlo. Y no precisamente con una guerra, o con intentos desmedidos. Es
simple, es un tema de conciencia, por lo menos la que les queda a algunos y las
que tenemos una gran mayoría por un mejor país...
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