viernes, 4 de mayo de 2018

La chica de la Pijama Roja – Capítulo X - “Simplemente atrás, solo un tiempo atrás…”


Como era de costumbre, siempre tomaba tiempo durante el día para indagar, revisar, leer y oportunamente entender lo que sucedía en otras partes de mundo, era intuitivo y formaba parte de su naturaleza, el internet permitía hoy acceder de manera inmediata a los diversos acontecimientos en el mundo, como también para investigar y documentarse en aquellos temas donde siempre sintió mucha curiosidad, simplemente era una manera de auto educarse y evolucionar en el deseo inagotable de su desarrollo personal...

Notas de prensa y aconteceres en Madrid, Barcelona, Valencia, París, Lyon, Roma, Venecia, Florencia, Frankfurt, Berlín, Praga, Ámsterdam, Odessa, Almaty e inclusive un poco más allá, Shenzhen, la ciudad tecnológica por excelencia al sur de China, Hong Kong, Guangzhou, Chongqing, Shanghái y Beijing, todas ellas siempre tenían algo en común, las tendencias de los mercados financieros, las innovaciones en los medios constructivos, la evolución en los productos alimenticios y tecnológicos, los eventos culturales, las exposiciones, el arte y las oportunidades...

Por supuesto, eventualmente leía noticias sociales y de sucesos, solo por curiosidad y para comparar los distintos escenarios en que nuestro mundo se comparten, con situaciones similares a las nuestras, y algo le llamo poderosamente su atención, un evento trágico ocurrido días atrás en Alemania, específicamente en Dusseldorf,  alguien con un nombre de una persona muy cercana, estuvo envuelta en un accidente lamentable, entonces leyó la nota de prensa completa, quedó inmutado al ver la referencia de dicha persona, era alguien que a pesar de tener unos cuantos años sin saber de ella, fue quizás de ese tipo de personas que marcaron una época imborrable de su historia de vida...

Al término de la nota de prensa, publicaron las imágenes con los documentos de identificación, era ella y solo recordaba la última vez que ambos se vieron, donde se despidieron diciéndose se volverían a ver en un futuro no muy lejano, para intercambiar y compartir una vez más todo aquello que ambos lograrían a pesar de estar muy lejos, y precisamente fue a finales de esa adolescencia ingenua, fantasiosa, alegre y divertida, en esa época esperanzadora donde todo podía ser, donde imaginabas más allá de donde pretendías ir, sin medias tintas, sin vergüenza, donde solo expresabas y compartías todas esas ideas que fluían sin importar qué y cómo alcanzarías llegar a ser eso que buscarías a través de ese camino, que apenas lograban ver, que apenas comenzaban a transitar sin importar por dónde, cómo y qué...

Fue un momento controversial, un momento de esos inusuales, no lo esperaba, ni tan siquiera al amanecer en ese día con el que se había levantado con muy buen ánimo, producto de esos últimos acontecimientos, y con ganas de ver nuevas cosas y emprender un pronto viaje hacia lo desconocido, pero sustancialmente nutritivo y tal vez esperado por tanto tiempo… Y entonces solo sintió una bocanada muy fuerte de aire de ese pasado, y viajó emocionalmente hacia esos años, hacia esa época donde todo comenzó de manera hasta ingenua, pero con tal fuerza que lo ha llevado hasta ahora por un sinfín de caminos, situaciones, experiencias y errores que le han permitido vivir y aprender a distinguir lo real y verdadero, de lo ideal y pasajero, pero así han sido todos, así ha sido su vida, con éxitos y fracasos, donde todo ha venido en el momento adecuado, así ha llegado hasta hoy, continuando y buscando eso que aun definitivamente, aún no ha llegado...

Ella fue alguien quien significo mucho en esa época, en esos años de finales de una adolescencia y el principio de una vida de adulto, donde prevalecían las ganas y los deseos de adquirir experiencia, alguien con quien compartió lecciones y enseñanzas, ideales y esperanzas, quien le ayudo a emprender ese viaje al cual aún no termina, y por quien en algunos momentos de su atenuante vida, ha vivido, ha experimentado, ha sufrido, ha aprendido, y ha querido compartir penas y alegrías, y recordó fue quien le dio su primer beso, ese que nunca se olvidaría, y que muy a pesar de no ser ninguno de los dos ese referencial del primer amor, fue una amistad especial para los dos, y que lamentablemente no volvería a verla ni a compartir lo que la vida les dio a los dos...

Fue en esa época cuando todo realmente se inició, donde comenzó a preguntarse acerca de tantas cosas, tantos sueños, tantos deseos, de quien llegaría a ser, en quien lograría convertirse, como lo haría, en ese acervo apetito por aprender, por conocimiento, por sentir, por querer, por aprender a amar y por encontrar el umbral hacia lo definitivamente esencial de una vida, compartir esos pequeños placeres donde solo eres quien deseas ser, sin vergüenzas, sin penas, sin adagios ni exigencias, solo dejar entrar y mantener todo aquello que te hace crecer, que te hace vivir, que te hace desear dar lo mejor, muy a pesar de no saber un carajo de muchas cosas que aun debes aprender, no le fue nunca fácil, no le ha sido complicado, muchas cosas fueran acertadas, y otras lamentablemente fueron erradas, es la propia ley de nuestra vida, no se vive bajo un arco iris, no se vive en un paraíso, estamos expuestos a todo y al mismo tiempo a nada...

Recordó sus comienzos, a ese glosario de elementos y aspectos que determinaron parte de los deseos de un ser quien comenzó a interactuar con un sinfín de acontecimientos y eventos versados sobre situaciones propiciadas, todas de acuerdo a lo esperado e inesperado, a sentimientos, a los juegos, a su vida profesional, a su sueño de convertirse no en alguien más, solo en alguien quizás un tanto diferente a los demás, donde muchas veces son riesgos, y otras son elecciones y decisiones acerca de eso llamado intuición, con alguna razón o sin ella, pero que algo definitivamente te llevaría a tomarlo y hacerlo, a pesar de seguir siendo un riesgo, porque no existe nada seguro en la vida, solo es eso o dejarlo pasar, sin embargo a pesar de todo eso, simplemente habría que brindar y solo recordar en algún momento lo bueno o lo malo que te hizo quién eres y quien aún continuas deseando ser...

Recordó aquella vez en el parque, aquella última vez donde compartieron todos un día de libertad, entretenimiento y diversión, donde abrieron con libertad su alma, un momento extraordinariamente sano para aquella época, quizás ingenuo o ideal, donde sentados todos sobre el césped hablaron abiertamente de sus deseos al culminar esa etapa que estaba muy cerca de culminar, y entrar a una nueva, una que definiría en cierta medida el inicio de un sueño que estaba por comenzar, una que definiría y formaría la personalidad que llevarían, y a pesar de tanta ingenuidad, de tanta vehemencia como los expresaban algunos, y de tanta timidez como otros se reservaban sus deseos, era evidente que entre todo el grupo solo cuatro de ellos, incluyéndolo, tenían un poco más claro cuál era la ruta escogida hacia la vida que buscaban, y reiteró muy a pesar de tanta ingenuidad, pero con ese deseo de encontrar la sapiencia y la certeza de que alcanzarían sus sueños, esos que de una u otra manera todos se plantearon en ese imborrable momento...

Muchos de ese grupo estaban con pareja, otros no, simplemente eran buenos amigos, pero fue ese día cuando todo quizás le permitió ajustar lo que en el fondo quería en principio alcanzar, siempre se caracterizó por su temeridad y riesgo, salir de su estado de confort e ir más allá de las trivialidades, de las características convencionales, de encontrar  y entender que no se trataba de hacer lo que la mayoría optaban por realizar, era disfrutar y saciar ese apetito voraz por aprender y sentir pasión por aquello que se mueve desde el fondo de su alma, aquello que le haría feliz, aquello que tal vez le permitiese encontrar eso llamado felicidad, que más que un término muy trivial, muy usual y muy buscado, es una cuestión de actitud que se busca compartir con alguien más, ese alguien con quien quizás logres pasar el resto de una vida, el tiempo donde Dios le dio la oportunidad de vivirla y sentirla, a pesar de cometer errores, y desilusionarse en cualquier caso, hasta lograr dar con la persona correcta, más no perfecta, y se dice fácil, pero nunca ha sido así...

Fue durante ese paseo en el parque cuando ambos en un momento determinado decidieron aislarse y conversar abiertamente de sus pasiones, sus deseos, visión de vida y sentimientos, hubieron encuentros fortuitos entre ambos y señales que parecían compartir en principio las ganas de ir hacia lo mismo, y fue cuando se miraron a los ojos, apenas en susurro intercambiaron emociones, se dijeron tantas cosas y de forma muy natural ambos acercaron sus labios, sintieron la suave piel de sus rostros y dejaron sentir su calidez, su humedad, su dulce y grato sabor, en ese beso que nunca antes habían sentido, se abrazaron tiernamente, y ella se acercó a su oído y le dijo...

Te irá muy bien en la vida, alcanzaras cada cosa que tu desees, llegaras lejos y harás lo que muchos no lograran, alcanzaras cosas buenas y te equivocaras, yo alcanzaré las mías y también me equivocaré, quizás nos volveremos a encontrar, quizás nos abrazaremos una vez más, quizás nos volveremos a besar, yo no lo sé, es cuestión de tener ambos un salto de fe y esperar ese encuentro nuevamente en un tiempo, ese que ni tu ni yo controlamos, ni sabemos cuándo ha de ser”…

Esas palabras quedaron grabadas en su memoria, ese momento quedó plasmado en su alma, no era ese amor angelical y primerizo, fue simplemente un momento especial de alguien quien significo mucho en un momento crucial, con quien compartió una visión de vida similar, con quién compartió intereses y deseos muy a pesar de tan corto lapso de tiempo e ingenuidad natural de adolescentes, con quien quizás sintió en algún momento pasión por juntos ir a través del mismo camino, pero que en esencia sabía muy bien, ambos elegirían caminos distintos, pero que existiría una remota posibilidad de encontrarse nuevamente para compartir historias y anécdotas de sus vidas y sus fehacientes elecciones y destinos...

Lamentablemente esta vez no sería así, el universo no tenía previsto ese encuentro quizás en este tiempo, tal vez en otro, acongojado y con una tristeza muy especial soltó una lágrima y comenzó a conversar en voz alta, se encontraba en su oficina, solo se asomó en la ventana, miró al cielo preguntándole al Creador ¿Que se hizo mal? o ¿Que dejamos de hacer? ¿Por qué no les permitió volverse a encontrar?... o solo era que su encuentro no estaba pautado para este tiempo eventual, simplemente somos almas que viajamos a través del tiempo, quienes cambiamos de forma, de color, de textura, de momentos, de historias, que a pesar de nuestro libro de ruta, solo está en las manos de nuestro Creador, creer y dar un salto de fe para continuar o para simplemente volver a empezar...

Ir hacia el pasado en un momento de su vida tal vez crucial, que apuntaba a un futuro gratamente mejor e inesperado, le permitió re-encontrarse consigo mismo en un momento determinado, sabía que nada en la vida sucede al azar, todo son consecuencias, todo está quizás escrito, en alguna parte de ese libro, y no precisamente el que escribe con su propia tinta y con sus propios sentidos, porque en el momento que Dios lo eligió para transitar por estos caminos, él no lo podía saber, no lo entendía, y no hacía falta que buscase explicación, era muy simple, debía dejar que todo fluyera sin ninguna condición...

Y en alguna parte, al otro lado de una montaña algo lejana…

A pesar del temor, las dudas, las mil preguntas, su deseo, su intuición, su perseverancia y su verdadero miedo, le preguntó a través de un mensaje directo...

“Me gustaría escuchar tu voz… ¿Quieres?”...

Y entonces solo esperaría la respuesta crucial...

miércoles, 4 de abril de 2018

La chica de la Pijama Roja – Capítulo IX - “Quizás a veces es éxtasis, o tal alguna emoción, ilusión, percepción, quien sabe, algo que dicta solo la intuición…”


“Vivimos en un mundo lleno de diversas emociones, entre alegrías, penas y sorpresas, no todo es malo, no todo será inmensamente bueno, pero de algo si muchos nosotros podemos estar seguros, en muchos casos son más las satisfacciones en la vida, que las derrotas y las desilusiones”... Era un extracto de un texto leído hacia cierto tiempo, lo que le impulsaba a continuar por los caminos de las aventuras, de los riesgos, de las buenas intenciones y de esas tentaciones, de todo aquello que entre curiosidades y sensaciones podría mejorar su vida, intentando alcanzar todo aquello que quizás en algún momento de la misma, pensó y lo mantiene aún en su presente, y sobre todo en su futuro incierto pero esperanzador, con el deseo vivo de encontrar aquello que quizás algunos buscan, con esmero, con determinación y firmeza, a pesar de las fallas, las lecciones y de las enseñanzas que ellas siempre nos dejan...

Interactuar con personas que tal vez nunca pensó llegar a conocer, pudiera ser una manera de aprender un poco más de la gente, de sus emociones, de indagar en el subconsciente y consciente de las personas, intuir en los deseos de quienes buscan ese algo, si, ese algo que llamamos muchas veces desde muy dentro, que incluso se grita desde el alma, pero que pocos se atreven a aceptar o admitir por tal vez temor en el subconsciente, a jamás mostrar esa pequeña debilidad, esa que nos expone a todo, desde las buenas intenciones hasta las más perversas, sin embargo siempre valdrá la pena el esfuerzo, el sacrificio y por supuesto el riesgo...

Con total percepción publicaba, comentaba, escribía y en muy pocas ocasiones replicaba, salvo a menos alguien lo convidara a ello a través de alguna pregunta muy puntual. Sin embargo esto fue un gusto desarrollado en el transcurrir del tiempo, y tal vez por respeto o mantener distancia entre todo un cumulo de interpretaciones que es algo muy natural entre las personas, así se mantenía entre su norma y su decencia al no dejar entrar lo que a través de juegos distraía, sin embargo también habían alegrías y sonrisas, de esas que entran para contagiarte de entusiasmo, con bromas, situaciones chistosas o alegóricas, y tal vez toda esa actitud, porque no todos toman esas emociones que no precisamente pasan por la mente tan en serio, como aquellos que las exponen de manera abierta...

¿Curiosidad? ¿Intuición? ¿O simplemente eso que no podemos comprender ni queremos buscar explicación? pero los sentimientos tienen un único lenguaje universal, y no precisamente ese que se expresa a través de los pensamientos, muy a pesar de que es el único instrumento racional que tiene el ser humano para manifestar lo que tu mente interpreta, y al mismo tiempo lo que tu corazón experimenta, quizás un poco complejo, tal vez muy sencillo, pero solo el maestro y sabio tiempo nos enseña y nos permite poder equilibrar e ir un poco más allá, si, un poco más allá, con algo de paciencia, percepción, intuición, y parte de lo que el universo suele dejarte sin tan siquiera tocarte y mucho menos avisar su llegada...

Y de esta manera tal vez el universo entre sus locuras y pequeños entuertos, dio comienzo a un encuentro, a una intención que se mantiene entre esos sueños, entre esos deseos e incluso ilusiones, intentando alcanzar y encontrar parte de la magia, parte de ese todo que motiva y estimula sensaciones y emociones, llenas de esperanza, de un poco de éxtasis, entusiasmo y de alegría...

Por supuesto hubo la réplica, hubo la respuesta solicitada, tal vez no la esperada, pero sí de manera decente, amena, discreta, disimulada entre vivas letras, esas que aparentemente no dicen mucho, pero preguntan lo esencial, y sin tan siquiera preguntar qué es lo más inusual, porque detrás de las palabras, siempre se esconden muchos aspectos que tal cual telaraña, te lleva a la caverna de esos misterios y esos secretos que mantienen las personas algo ocultos, pero que solo unos pocos pueden llegar a esculcar y descubrirlos, o por lo menos intentar sacarlos a la luz en estos caminos...

Y al otro lado del ordenador...

Y entonces los latidos del corazón se aceleraban a tal velocidad simplemente por esa curiosidad, con esa sensación de leer quizás algo más, de saber ¿Quién es? ¿Cómo es? ¿De dónde es? y a pesar de decenas de preguntas en el ínterin de sus pensamientos, algo no le permitía soltarse o tal vez evitar querer simplemente saber mucho más, si, mucho, pero mucho más, eso sería inevitable a pesar de… mmmm, ¡Oh! mmmmm. Sin embargo la respuesta estaba ahí, un silencio latente, como si el tiempo se hubiese detenido en un instante eterno, ni tan siquiera las llamadas que en ese momento entraban a su celular distraían su atención al leer la respuesta que pidió, y repentinamente entró alguien al dormitorio para preguntarle algo, y por supuesto levanto la mirada, pero continuaba ausente, solo una respuesta automática y levantó su mano diciendo: By, By… Luego poso nuevamente los ojos sobre el monitor y sus manos sobre el teclado, sin saber si escribir, si contestar, si preguntar, si solo fuese algo más fácil, pero no, definitivamente no la tenía fácil, y sabía que había algo más, y esto solo fue el detonante que faltaba y que ni remotamente llego a imaginar llegaría de esa manera...

Decidió rato después, por el hecho de no poder escribir nada sobre esa respuesta, muy a pesar de esos pensamientos encontrados y revueltos, llenos de imágenes, de emociones latentes, que comenzaba a explorar en este nuevo espacio de tiempo, a publicar algunas referencias alusivas a sus sentimientos, a las sensaciones de la vida, del romance, del amor, de las penas y hasta de la lógica intangible del alma, indagando en su pequeña teoría, que y como pudiera hacer o propiciar que comentase, y hasta donde pudiese llegar, a través de todo esta experiencia novedosa y placentera e incluso inagotable hasta el momento, esa que le llenaba hasta cierto punto de alegría y satisfacción, esa que estaba ocupando un espacio de tiempo ausente hasta ese momento, y algo le decía que continuara en sus intenciones, buscando indagar más, y más adelante intentaría tal vez algo más, pero eso lo dejaría para tiempo después...

Un nuevo amanecer, un día más de labores ordinarias, luces de navidad aparecían entre la algarabía de su ciudad, gente en las calles, las compras, las carreras cotidianas de la gente, y algunas pausas en los negocios del día a día, un cielo relativamente poco nublado, una ventisca que llega desde las altas montañas, los arboles sobre las avenidas balanceándose sobre la melodía de ese mes donde confluyen las familias a los encuentros, a los regalos, a los festejos, dando una clara señal del tiempo que se acerca, y por supuesto no podía escapar a esa motivación, engalanada con esa emoción que nunca antes percibió ni motivo, a mirar mucho más allá de lo que su vida hasta ese momento la ha podido llevar, definitivamente algo se despertó, algo detonó y eso ya no lo podía ocultar, pero si quizás un poco disimular, un nuevo desafío...

Como de costumbre y a punto de salir, la primera llamada de la mañana, esa que siempre es inevitable...

“Hola, hola… ¿Estas lista?... ¿Se te pasó lo que me estás ocultando? O ¿Encontraste la respuesta a tus intrigas? Jajaja”...
“¿Vamos a vernos en el Centro, en la Oficina, o en la Cafetería? Te invito un chocolate, tengo deseos de tomarlo ¿Me aceptas la invitación?”...

“Hola, buenos días cariño, si, está bien, te acepto tomar el chocolate, también deseo endulzar un poco mi paladar, nos vemos en la Cafetería”...

“Pero tú no me has respondido a lo otro ¿Estas como ayer o me vas a terminar de contar? Sabes bien a que me refiero y a mí no me puedes ocultar lo que a la vista está”...

“¿A qué te refieres? Dame por favor cinco minutos para salir, debo ir al dormitorio a buscar la carpeta con lo que debemos presentar por la negociación de ayer para llevárselos al abogado. Y nos vemos en la cafetería, pero deja que llegue yo para pedir los dos chocolates, y por supuesto, pídeme por favor unas rosquitas de canela, ¿ok?”...

“¡Mmmmmmm!… ¿Qué te traes entre manos que tú evades mis preguntas? Tendrás que decirme tarde o temprano, insistiré, tu sabes que yo lo sé hacer, te espero allá, voy saliendo… ¡Nos vemos!”...

Al colgar la llamada en su celular solo soltó una pequeña sonrisa, esas que se sueltan con aspecto de picardía, miro al cielo extrañamente como quien pide algo, se despidió de las sobrinas, de sus chicas predilectas, que aún no salían a sus deberes en la Universidad, y con el pelo suelto salió a su vehículo para dar inicio a un nuevo día, y por supuesto sería un nuevo día a pesar de...

Al otro lado de esas montañas, algo relativamente lejos...

Quizás en un lugar, algo lejos de esa ciudad, alguien despertaba como todos los días entre sus avatares y pensamientos inundados llenos de esperanzas, para dar inicio a un nuevo día, a una nueva oportunidad que la vida le otorgaba, con las ganas vivas de sortear y superar los obstáculos que generalmente se presentaban en sus vivencias, en sus quehaceres, en su trabajo, e incluso en lo que desde hace algún tiempo llenaba parte de su tiempo de ocio y de relax, escribir. Quizás como nunca antes lo intento hacer, pero eso satisfacía hasta cierto punto esa necesidad de emprender un nuevo camino hacia la magia de poder interpretar parte de sus sueños, parte de esos anhelos, parte de lo que algo que el subconsciente le decía, “simplemente intenta que nada se pierde en el esfuerzo, al contrario, tal vez ahí está el secreto, encontrar aquello que te motiva ir un poco más allá de donde realmente osas llegar”...

Una ducha de agua caliente terminó de despertar las ganas de comenzar ese nuevo día, seleccionó parte de la vestimenta de su closet con la que saldría esta vez a buscar, si, a buscar y experimentar a pesar de las trivialidades normales, esa sensación de dejar llegar lo que el universo le quisiera entregar, tomó un jean Levy 512 color negro, correa de piel color negro con hebilla Levy, una camisa blanca Columbia y una chaqueta de piel color gris de corte bajo, mocasines negros, sacó sus lentes oscuros y los metió en el bolsillo de la chaqueta, no podía falta su lapicero Cross y su reloj de muñeca Mulco el de la correa negra, un rocío de perfume DKNY y una última mirada al espejo, para terminar de peinar su cabello... Listo para afrontar las vicisitudes y los retos de ese nuevo día...

Y antes de emprender la salida, las llamadas correspondientes desde su celular, fijando compromisos, las visitas obligatorias en su rutina de trabajo, un toque técnico a la oficina, no sin antes revisar las cuentas del banco para determinar los pagos correspondientes oportunos de la semana y los planes previstos de su viaje. Ese viaje que oportunamente hace cada año, para disfrutar del placer de la gastronomía de esos lugares, su mayor hobby, las visitas obligatorias a aquellos sitios emblemáticos o representativos, y por supuesto conocer personas en esos entornos nunca antes vistos. Eso le permitiría ahondar más en la conducta humana, en sus costumbres, sus tradiciones y su cultura, porque esas enseñanzas, anécdotas y curiosidades, tarde o temprano le ayudarían en sus intenciones de escribir parte de su historia, tal vez en una novela, en un cuento, o incluso en una aventura de su propia inspiración, porque hacia allá llevaba su periplo y narrativa de vida, entre sus aventuras, entre riesgos y sorpresas, buscando su propia felicidad, su paz y su armonía con la vida misma...

Y de este lado de las montañas, en aquella Cafetería...

Al llegar notó un poco de bullicio, era bastante normal a esa hora de la mañana, cerca de la vitrina de la fachada, su amiga se encontraba sentada esperando, y conversando con alguien por el celular, era lo bastante usual en ella, la chica levantó la mano avisando donde se encontraba, entonces se dirigió hasta allá y al cruzar entre las personas aglomeradas en el lugar, alguien le llamó, le saludó alegremente intercambiando algunas palabras y un abrazo, y posteriormente continuo hacia la mesa donde aún su amiga se encontraba conversando a través de su celular. Se acercó, un beso en la mejilla como saludo previo y se sentó, un minuto más tarde se acercó una linda chica, con una cola trenzada en su bonita cabellera color claro y una visera con el logo del local comercial, un delantal de color verde con bordados blancos, bolsillos en ambos lados y una libreta, era la camarera para tomar el pedido. Ambas atinaron sobre lo conversado previamente por el celular y la chica tomó el pedido en su libreta, agraciadamente se retiró y entonces le noto a la chica un caminar un tanto peculiar, con la falda se le notaba muy buenas posaderas, un acento no del lugar, y presumiblemente ella debía ser extranjera y es muy agraciada, como la misma conducta con las personas a las que atiende, luego sonrió discretamente y miró a su amiga para comenzar la mañana, tal como lo había ya previsto...

Tomaron el chocolate caliente, bien espumoso, dulce y con un aroma muy especial, cacao del mejor, de esos olores que son adictivos al olfato, un servicio de rosquitas de canela recién salidas del horno, doraditas y crujientes rociadas ligeramente con azúcar glaseado y clavitos de olor, que le dan ese sabor tan particular a la masa, y entretenidas entre los compromisos pautados, los documentos ya preparados en las carpetas correspondientes, salto su amiga en la conversación de forma inusitada, como siempre ella lo hacía, abordándola directamente con el tema pendiente del día anterior...

“Bueno… ¿Me vas a decir por fin cuál es tu misterio? ¿Qué te traes con tanto secreto? Dime, suelta algo que me tienes en ascuas acerca de eso, tu sabes bien que nos conocemos desde hace mucho tiempo y tú estás actuando algo extraña”...

“¿A qué te refieres con extraña? Yo no escondo nada, no tengo nada, ya te lo dije, quizás ayer con la reunión de los clientes sentía cierta presión porque pensé que la negociación no prosperaría y ya le hemos dedicado mucho tiempo a esto, ¡ESO ES TODO!”...

“No cariño, no amiga mía, ayer estabas mirando el reloj a cada momento, como si estuvieras pendiente de algo, como si tuvieras un encuentro, o deseando salir rápido de ahí para verte con alguien. Yo sé que no ves a nadie desde hace muchos años, pero lo de ayer fue muy extraño, y andamos juntas desde hace tiempo”… “Estos cambios no son rutina, hay algo más y estás evitando en todo momento hablar o decirme acerca de ello, lo sabes bien”...

“Ya te dije que no sucede nada, quédate tranquila… y entonces soltó una sonrisa discreta”...

Simplemente en los siguientes minutos continuo evadiendo en todo momento el tema, siempre encontraba cualquier excusa buena o no tanto para esquivar esa insistencia, sonreía con cierto aire de picardía, y al mismo tiempo recordaba literalmente cada palabra en esa respuesta, y al mismo tiempo imaginaba una escena muy figurativa, tentadora y cautivante sobre un comentario realizado, bien efusivo y apasionado, acerca de una publicación que había subido a su muro, ese tipo de post que generan en algunas personas estimulación, y que resulto generada con tal aseveración. En pocas palabras al tocar el tema, ella se transportó magistralmente a otro mundo sin salirse de la escena con su amiga, todo parecía mágico, incontrolable e inexplicable, continuaba preguntándose lo mismo de ayer y desde que se inició este vertiginoso momento...

Cancelaron la cuenta de lo consumido en la caja, salieron del local y abordaron el vehículo en la calle, emprendieron ruta rumbo a la oficina del abogado para hacer entrega de la documentación respectiva acerca de la negociación del día de ayer, y de esta manera concretar lo que con tanto esfuerzo y dedicación de tiempo les costó resolver, un negocio bueno y oportuno, muy a pesar de la situación y las condiciones actuales del rubro...

Así paso el resto del día, entre compromisos pautados en su agenda, la notaria, las visitas a otros clientes, otras propuestas que tenían para personas interesadas en algunas parcelas que tienen en venta, las llamadas respectivas de su hermano acerca de la situación del trabajo, almuerzo en la calle y por supuesto, eventualmente pensaba y pensaba y pensaba, con lo que quería o deseaba encontrarse en casa al llegar, ya era hora de dar un paso más, de ir a otro nivel, era un riesgo que deseaba tomar, no perdía nada con intentarlo, pero realmente necesitaba leer el comentario referido acerca de esa publicación, porque dentro de sí misma, sabía que había un comentario, y entendía o mejor dicho, estaba tan segura de que le gustaría ese comentario, y a eso apostaba, a ganador, no había marcha atrás...

Y entonces decidió intentar lo siguiente…

martes, 27 de marzo de 2018

Almas Sedientas en el Deseo Universal… Amor…


Somos almas sedientas de deseos, de miles de sueños, de esas pasiones y esas sensaciones muchas veces inexplicables, pero que tientan desde lo más profundo de nuestro ser, como gritos en silencio, de esos que a veces ahogan, y a veces eso nos da miedo, si, realmente tememos fallar, tememos hacer sentirnos mal, y peor aún, creemos hacer sentir mal a quien muchas veces nos acompañan sin pensar, que esos no condicionan, porque simplemente están porque es su decisión ahí estar...

Somos seres que vivimos de elecciones, elegimos para bien o para mal, y no precisamente por errar, elegimos porque algo intuimos desde ese ser interior que nos lleva incluso hasta pecar, y si de Amor se trata, simplemente Dios nunca juzgo a nadie por amar, profeso abiertamente al prójimo siempre para amar, y aunque vivimos en una sociedad hasta a veces atorrante, cruel y despiadada, no por ello consideramos que todo es malo sin pensar en más nada, no, simplemente soy de los que profesa que debemos separar lo que pensamos de lo que sentimos, la mente a veces es macabra, y no literalmente sobre su significado, sino más bien sobre lo que nos nubla en la mente y nos confunde a nuestra alma...

Somos seres imperfectos, volubles y hasta a veces irascibles o molestos, no precisamente por lo que sentimos, sino por nuestras acciones y reacciones sobre lo que creemos, causando daños colaterales sobre lo que hacemos, pero cuando hay sentimientos de por medio, y hemos elegido abiertamente por eso que llamamos destino, futuro o para compartir sobre lo que deseamos, nada cambia esos sentimientos, más allá de lo que irracionalmente muchas veces hacemos, y esa es la razón por la cual jamás seremos esos seres quizás idealizados como perfectos...

Somos almas errantes en busca de una luz o de un destello, somos almas que expresamos lo que sentimos, y no se trata de callar, no se trata de evitar, no se trata de dudar, simplemente actuamos muchas veces sin comprender que a nuestro lado muchas veces alguien siempre está, muchas veces asumimos culpas sin pensar, muchas veces dejamos todo sin ninguna necesidad, y a pesar de todo ello, en las noches de soledad, de silencios ahogados en tristezas y otras cosas que vienen y van, no terminamos de entender que a nuestra edad, nuestra palabra vale más que cualquier otro precepto comparable con lo material, simplemente porque pesa más lo espiritual, lo existencial, que todo aquello que genera confusión y banalidad...

Somos almas que nos cruzamos en este magia universal, nos encontramos sin tan siquiera pensar, sin exigir, sin pedir solamente palabras que nos entusiasmaron mucho más allá, vivimos sin tan siquiera tocarnos, sentimos sin tan siquiera vernos, nos extasiamos sin tan siquiera pensarlo, porque algo nos dice ese componente universal, porque algo nos deja toda esa magia que se cruzó más allá del umbral, porque siento lo mismo sin tan siquiera pensar, y porque me abordaste sin tan siquiera saber con quién te ibas a encontrar, y porque sentí la misma química sin tan siquiera buscar, simplemente porque el universo nos eligió a través de este mundo sin igual, y que a pesar de la distancia y de las incongruencias, aun sentimos la misma necesidad, esa de desear, de querer y de amar...

Yo intento siempre dejar fluir lo que siento, intento dejar emanar lo que aflora desde mis sentimientos ¿Mis herramientas? La única que por ahora yo dispongo, mis palabras a través de esos sentimientos, solo dejo que mis manos traduzcan lo que llevo muy dentro, así me conociste, así me conquistaste, así me seduciste, así nos sumergimos en un mundo virtual y espiritual, donde cruzamos la magia de lo subliminal, donde interactuamos sintiendo emociones y éxtasis sobre aquello que no conocías ni como referencial, y donde eso nos llevó a hablar y platicar acerca de una vida compartida basada en Amor, Deseo y Pasión, dentro de una Historia de un Romance que jamás llegaste nunca a pensar, y donde entendimos que a nuestro alrededor muchas cosas probablemente iban a pasar, pero que no termine entendiendo hasta donde tú estabas dispuesta a llegar...

Yo intento comprender todo lo que por tus pensamientos quizás aún giran sin cesar, o tal vez sientas confusión al igual que yo por decisiones que nos aislaron radicalmente, sin saber realmente hacia donde nos llevara esto, si antes no intentamos remediar una elección que en algún momento ambos hicimos sintiendo Amor, más allá de lo que jamás imaginaste emanar, simplemente yo intento llegar a ti como tú llegaste a mí, arriesgando todo lo que muy por dentro llevamos, sin medir y sin pensar, porque con los Sentimientos no hay dudas, no hay mentiras, no hay distracción, no existe aún un lenguaje que distraiga esa justa atención hacia eso que conocemos tú y yo como Amor…

Yo intento hasta que tú lo permitas, decirte que en mi existe la palabra honor, devoción, convicción, fe, determinación y mucho Amor, y creo eso tú lo sabes, simplemente porque las palabras no se las lleva el viento, ellas llegan donde deben llegar, a tu corazón, te hable, te escribí, te exprese y te manifesté mi deseo de hacer una vida junto a ti, así como tú en algún momento lo manifestaste de igual manera, muy a pesar de mis defectos, de tus defectos, de mis tribulaciones, de tus tribulaciones, y de nuestras elecciones y decisiones…

Yo intento a pesar de la distancia, de las limitaciones físicas, de las condiciones que aún tenemos, y de las incongruencias que a veces nos perturban y nos conmueven, acercarme de alguna manera a ti, y esta no es la primera vez que yo lo hago, y quizás tampoco sea la última, pero solo te dejo algo en tus pensamientos, en el Amor no se ruega, no se condiciona, no se limita a enmudecer o evitar lo que nunca ha de suceder, simplemente lo que no se quiere, no sucede, simplemente porque no se obliga, no se somete, solo se deja fluir y emanar como Agua de Manantial, como las Flores en Primavera, como el Fuego Eterno que nos quema, pero que nos deja vivir más allá de lo que jamás aun tu imaginas y por el que tu quizás te aferras...

Yo intento hacerte comprender que mis sentimientos siguen siendo tan reales, tan honestos, tan fieles, que solo a través de estas palabras yo te dejo un poco de mí, sin pedirte nada a cambio, tan solo eso que tú me has entregado, simplemente Tú, con ese Amor y esa Pasión que llegaron a mi Corazón...

Desde alguien quien desde el Cielo, desde un lugar en esta Tierra, simplemente tiene algo más que Amor...
Un hombre a quien tú conoces como Esdras...