sábado, 31 de agosto de 2019

Re-escribiendo una Historia – Capítulo III – Una tertulia que dio el origen a sus anhelos y deseos, desde más allá del cielo…


“Quizás más allá del entendimiento existencial… Los ángeles también le dicen al Maestro, cuanto a veces ellos desean entregar aun en la ausencia desde el laberinto de sus sueños…”

A pesar de lo que se dice, a pesar de lo que se sueña, en ocasiones se vislumbran tanto de esas señales que simplemente escuchamos tantas melodías de aquello que tú ni tan siquiera esperas, y tal vez entre esos cánticos, tal vez entre la penumbra espesa, tal vez en ocasiones sea al alba o al ocaso, donde algunos de ellos y hasta muchos, sentados a los pies de quien los venera, los cuida, los ama y también les enseña, es el Creador quien les cuenta, quien los mira, quien los siente y les infunde esa sensibilidad que se disgrega entre tantas alegrías y a veces entre algunas penas, pero así es la vida, aquí en la tierra, e inclusive más allá del cielo, donde también ellos anhelan trascender esa visión de vida, si tan solo lograsen bajar aunque sea en un segmento de ese tiempo, aquí en la venerable tierra donde todo es posible más allá de nuestro entendimiento y nuestra entrega aun en los desvelos...

Eran varios de ellos en aquella reunión tan abierta, quienes con ímpetu, con pasión y devoción, con mucha curiosidad y con deseos de ver y sentir aquello que no entienden desde el glosario de su sapiencia, pues ellos se manifestaban con algarabía a través de mil maneras, pero en ese momento solo uno de ellos ese día logró destacarse en el bululú de esa adorable fiesta, ya el maestro lo sabía, lo había notado, conocía de sus esfuerzos, de esas mil preguntas, de esas inclusive mil respuestas por quien ese angelito generalmente dejaba a otros con la boca abierta, porque su deseo iba más allá de lo que otros quizás querían, y así de esta manera nunca dejaba escapar oportunidad alguna, no perdía un ápice de tiempo en cualquier tribuna abierta, siempre se destacaba manifestando las ganas de señalar aquello que quizás desde acá nosotros especulamos hasta con algunas velas, y a pesar de la esencia fiel a la verdad, a la existencia, a la vida espiritual, a la vida eterna, lejos de lo trivial, de las incongruencias, de a veces esas limitaciones en un mundo terrenal donde todo puede ser a pesar de tantas penas, simplemente quiso arriesgar un tanto de su espíritu por la oportunidad de participar en esa carrera por la vida, aquí donde nace la vida, donde todo prospera y en donde en ocasiones también regresas cuando la campana suena, porque en ese llamado no existe una espera, ni corta, ni larga, es simplemente cuando tú la escuchas, atiendes y subes sin chistar a pesar de las tristezas...

Ella sería ese angelito, ese quien sería elegido por el Creador para vivir en las tierras venezolanas, allá por la cordillera andina, la niña quien bajaría desde allá, desde las nubes, de esa post vida por quien los humanos tanto anhelan, ella convertida en una pequeña Princesa, una niña a quien llamarían en un futuro cercano, aquí en la tierra como la pequeña Sophía, juguetona y preguntona, directa y muy abierta, sin pretensiones, sin vacilaciones, a veces escurridiza pero atinando ante su presencia, así preguntó y preguntó, comentó y hasta sonrió, nunca lloró, en ocasiones cabizbaja así quedó, pero no por las dudas, ni por lamentos, sino por salirse siempre con la suya, esa era ella allá entre los cielos, ante el Creador todo un volcán de sensaciones y por supuesto llena de ilusiones, de esperanza y de amores, quien para todo siempre había una respuesta, y ante sus preguntas siempre había certeza de todo aquello que su gran maestro ya sabía con antelación a su espiritualidad, a su humanidad, a pesar de estar allá en el cielo donde todo se muestra, tal vez no esa maravilla perfecta, pero si alguien especial a quien el Creador le otorgaría una vida para compartir sin ninguna preocupación o pena...

Y de esta manera entre tanta curiosidad, tantas ilusiones y añoranzas, los ángeles desde los cielos cuidan y velan a tanta gente, siendo todo esto un misterio desde el universo, y a través de ese espejo espiritual abstracto pero sin complejos, donde todo pasa sin contar el tiempo, donde el maestro siempre vela por cuidar a sus guerreros, porque a pesar de las batallas que se libran a través de los tiempos, ellos aprenden y enseñan todo con el mayor esmero, y así ella comenzó su periplo desde el cielo, simplemente para pretender sin ningún titubeo, queriendo conocer más allá de lo que el maestro les enseño allá en los cielos, de esa vida terrenal donde no hay nada perfecto, pero entendiendo que desde siempre quiso sentir la calidez de ese amor eterno, el de una madre por quien siempre sería la imagen de quien ella soñaría más allá de todos los tiempos, el de un padre por quien se desviviría en sus momentos hasta acariciar todos sus desvelos, el de unas abuelas quienes se moverían sin despertar la sospecha detrás de sus sueños, de un tío algo loco, creativo y adorable a quien ella llamaría a su manera aun desde el cielo, y de un montón de personas que conocería a través de sus andanzas entregándoles lo mejor de todo su sustento, así le decía ella al Creador, jamás yo te defraudaré ni tan siquiera en el peor momento, porque todo sucedió, todo sucede y todo pasará como ha estado escrito desde la llegada de ella a este mundo universal y supremo...

El Creador sonreía de todas sus suspicacias, de sus peripecias, de sus preguntas y hasta de sus respuestas, todo un sinfín de dilemas, de tinturas plasmadas a través de un lienzo magistral por quien un artista se impregna, se ilusiona y hasta lo venera, cual musa universal ve la magia entre las aguas y las arenas, entre nubes llenas de ilusiones y esperanzas donde una niña se empeña, en cruzar el umbral de lo espiritual hacia un mundo terrenal donde las aventuras le esperan, así comenzaría la transición de un tiempo del más allá, a un tiempo de nuestra realidad, en el vientre perfecto de una madre quien la espera, donde mientras tanto su tiempo lo pasa formando su perfil acá en la tierra, ella allá desde el cielo continua aprendiendo acerca de sus andanzas, acerca de lo que el Creador le ha dejado como constancia, que disfrutara un poco de cada aspecto que la vida le depara, que mirara a las personas como maestros por donde todo pasa, que escucharan de sus caprichos y de sus silencios, de sus secretos y de algunas palabras que para algunos dejara sin aliento, porque su destino fue marcado, escrito y labrado por el mismo Creador allá donde todo es posible, allá desde laberinto del cielo, donde sus sueños se harán una realidad porque todo es y quizás...

Y entre estas letras de este interminable poema, entre las frases de unos versos que quizás nos recuerdan, entre la composición de una melodía que surca los cielos sin ninguna pena, entre el canto del jilguero donde cada mañana siempre ella despierta, entre el sonido del oleaje en aquella playa donde el sol tal vez la calienta, y entre las tantas tertulias del Creador con esa Princesa quien aguarda en el vientre de una bella Reina, vendrá ella como una tromba a inundar de pasión a esa familia sin ninguna vergüenza, donde quiso, quiere y querrá su Maestro tanto darle para que nadie nunca dude acerca de sus proezas, donde ese tiempo de vida será el que marcará toda una entrega, donde las campanas sonarán desde el cielo anunciando la llegada de una Princesa, y así ella sobresale más allá del cielo manifestando sin miedo que dará todo sin guardarse nada bajo su esencia, porque ella es y será por siempre ese ángel especial quien Dios Creador del cielo y de la tierra eligió para venir a un país llamado Venezuela, muy a pesar de los cambios, muy a pesar de las inconsistencias, pero que la magia habrá de llegar a esa familia por quien tanto amor ella entregara en cada momento con su presencia...

Todo ha sido dilucidado desde el cielo, todo ha sido escrito sobre las arenas, para que dure el tiempo perfecto sin cuantificar cual es la meta, donde el pasado y el presente se conjugan con un futuro tomando todo en cuenta, y así él ha sabido escuchar de todas sus plegarias, de todas sus faenas por el mundo imperfecto, de sus andanzas y sus incursiones mientras un ángel es hasta que le toque convertirse en esa adorable Princesa, entonces es como el oráculo, es el misterio mismo, son los secretos que yo intento dilucidar más allá de mi entrega, donde creeré todo aun cuando yo no lo entienda, donde siempre escucharé su cántico aunque así más nadie lo sienta, donde supe, sé y sabré de una tormenta que intentaré convertir en un poema y donde yo escribiré cada vez que yo pueda acerca de sus peripecias, allá en el cielo como aquí en la tierra, y donde quizás todos preguntarán porque y cómo fue su elección allá desde el cielo, aunque yo no participase en ese dilema, porque simplemente ha sido el Creador quien me enseño como plasmar la vida de esa Princesa, esa niña a quien llamarían Sophía, la bella niña por quien muchos a través del tiempo siempre hablarían y donde mi labor esencial es jamás dejar de que olviden como llegó ese ser quien nos llenará con su presencia, desde lo trivial y existencial, pasando por lo espiritual y universal, porque no existe nada oculto entre este asombroso universo y esta bendecida tierra, es el lugar que destinó Dios para que Sophía viniera, donde todo puede suceder sin tan siquiera saber cómo pasó entre los designios de Dios todo poderoso y Creador y este angelito convertido en una bella Princesa...


sábado, 24 de agosto de 2019

Re-escribiendo una Historia – El Viaje de una Princesa llamada Sophía… Capítulo II – La elección perfecta en el momento correcto…


“Se ha dicho a través de los siglos… El tiempo de Dios es perfecto, y solo así con la creencia y fe se esperará por lo soñado y hasta por lo bello…”

En ocasiones y a través de la historia, el creador ha de imprimir su sello de su mayor proeza y gloria, ese desde donde algunas niñas sueñan y anhelan desde temprana edad convertirse en ese ser devoto y protector, generador de vida, cultivando esa pasión en la concepción de un inocente ser, ese quien habrá de llegar para el mundo ver, quien habrá de sentir y escuchar para intentar entender, quien junto a sus seres queridos aprenderá a crecer y entonces ella con su devoción maternal intentará concebir, atesorar, cuidar, velar, estimular, amar y querer a ese bello e inocente ser, por quien en su vientre habrá de llevar en el momento más sublime de su vida, en el momento más importante dentro de su familia, y así de esta manera el Creador y el universo habrán de confabular en esos años para satisfacer esas peticiones y esos sueños, dejándole ver que todo en esta vida tiene su momento y su tiempo, ese que se dice a través de los tiempos es el perfecto, es el correcto, más allá de esas ansiedades y más allá de esas contradicciones en un mundo a veces extraño e imperfecto…

Y entonces así fue el momento en nuestro maravilloso universo, cuando los ángeles entonaban ya la melodía de aquel hermoso concierto, en donde el cielo dejaba sonar campanadas escuchándose a lo lejos, donde la magia y la ilusión se integrarían como fantasías en este mundo real, verdadero y hasta muy cierto, allí entre las montañas, allí entre las cumbres andinas de un país donde el Creador decidió que uno de los suyos bajase a estas tierras bendecidas durante este tiempo perfecto, llenándole de luz, de energía, de ilusión, de inocencia y de amor a un ser quien crearía en ocasiones desconciertos, pero quien dejaría una huella imborrable en cada paso asumido porque así estaba escrito a través de los tiempos, y quien nunca dudaría la devoción de una madre quien nació para dedicar su vida entera sin mayores contratiempos, y entonces solo el señor así cuidaría su permanencia durante cada momento, más allá de las elecciones, de esas decisiones y de esas situaciones que a veces no entendemos y escapan a nuestro entendimiento, y tal vez en esos contradictorios momentos…

Bendecida ha sido la señalada, bendecido fue quizás ese día, bendecido fue ese vientre quien a través de su tiempo allí llevaría, al calor de su ritmo, a la tonada del día, a un ángel quien bajaría desde allá de los cielos, a un ser quién encontraría sorpresas, vivencias, lecciones, enseñanzas y experiencias, y quien realmente uniría en total desconcierto, a una gran familia, a mucha gente, a un montón de niñas, inclusive a unas personas quienes serán las correctas guías, en un mundo lleno de controversias pero donde ella aprendería a través de su tiempo, el significado de la vida, el significado de estar en esta tierra, el significado de amar en estos tiempos modernos, y donde a su tierna y bella madre por siempre llenaría de amor y de gloria, de ilusión y de horas, de esas interminables, inolvidables, atesoradas y añoradas horas, donde realmente la lección dejaría a quienes por siempre Sophía marcará a través de este viaje, el de una vida que jamás termina ni culminaría…

En el advenimiento de la vida, muchas sorpresas ella consigo por supuesto traería, a esa tierna, dedicada y bella madre a quien conocen en este mundo como Adriana, al paso inequívoco de su amado padre a quien conocen como Tuti, a unos tíos innegables a quien ella llamaría en su momento Tuto y el tío Jorge, a esas abuelas por quienes ellas locamente se desvivirían, por darles todo, por entregarles más que amor, por complacerla sin contemplación, por enseñarles ellas lo que el mundo esperaría más allá de su condición, a un abuelo loquito por quien ella habrá de soñar con total descontrol, y al otro por quien plasma y se compromete, por quien simplemente intentó, intenta e intentaría re escribir su bella y conmovedora historia, solo por devoción, honor y por mucho amor, a cuantas tías también llegarían, a cuantos tíos ella obviamente encontraría, a cuantos primos y primas ella simplemente tocaría, a cuantos amigos y amigas en su momento la esperarían, a ese grupito de niñas que con mucha alegría ella posteriormente sabría que juntaría, para simplemente entre todos aprender, para juntos comprender, para juntos intentar creer y también entender que ella vendría desde otro mundo, que ella vendría de un bello universo, quien llegaría de más allá de los cielos, por decisión y convicción de nuestro digno Creador, su guardián y protector, quien eligió con total devoción a una mujer quien en su vientre él designó, para albergar a ese ángel especial por quien todos en algún momento aprenderemos más de una lección, y por quienes todos nos dedicaremos a escuchar con amor, mil cuentos, mil historias, mil travesuras de esas intervenciones y aventuras que con mucho humor, esas que terminarían diciendo que esa niña, esa pequeña Princesa, ese ser travieso, ingenua, inocente y sedienta de aprender en todo momento, llegaría simplemente para traer lecciones y mucho amor…

Más que a través de una humilde poesía, más que a través de versos plasmados sobre la vida misma, más que una narrativa de una historia de vida, la concepción de la vida en el vientre cálido de una madre a quien su vida ella dedicaría, es la inolvidable música que ha de sonar a través de mil y un días, es la composición musical de un viaje que así se iniciaría, donde habrán quizás mil paradas, mil sorpresas, mil eventos que en ocasiones tal vez ni yo mismo entendería, y a pesar de re escribir una historia que jamás olvidarían, este es su destino, ese que quizás ha sido ya escrito más allá de los cielos, más allá de la comprensión en este mundo imperfecto, donde todos intentaremos cruzar el umbral de la fantasía a los hechos, donde los sueños podrán ser una realidad en la medida de nuestros esfuerzos, donde todo es posible a pesar de tanto inconveniente en nuestro contexto, y donde todos seremos testigos de esta historia de vida que en ocasiones pudiésemos quedar en total desconcierto, pero así ha sido quizás escrita esta narrativa en esta hora, o tal vez es lo mejor que yo intentaré interpretar y así yo simplemente comprendería su belleza y su gloria…

Desde las montañas de los Andes, por allá en la sierra de esta cordillera andina, así ella fue elegida para alcanzar su ilusión y su sueño, ese de ser mama, esa de cautivar con amor y devoción esa motivación en este mundo controversial, pero donde siempre ha de prevalecer el amor, así como al momento cuando su amado hermano al mundo llegó, y entonces ahora es el momento por quien ella solo soñó, convertirse ella en un ejemplo digno de dedicación y devoción, y ser la madre quien en algún momento de su historia tal vez ella se conmovió, para entrar a esta etapa de vida, porque así ella lo vio, lo sintió, lo dejo y dejaría que su vida se llenase de amor, de gloria y con la mayor satisfacción…

Y así comenzaría y transcurriría el viaje de ese inocente pero listo angelito, quien llegaría en su primera parada a este mundo real como una bella Princesa, quien se albergaría en el vientre de una pequeña y adorable Reina, quien más allá de convertirse en madre, mujer, esposa, hija, hermana, madrina y amiga, ella dedicaría más allá de esta vida y de las siguientes, en total existencia, en espíritu y vida, en el alma de cada uno de esos días, con total devoción, con total cariño y amor por aprender un poco de ella, un poco de su propio ser, un poco de su entorno, lo sustancial de sus elecciones y decisiones, de sus vivencias y sus experiencias, de lo contradictorio y hasta lo complejo, porque fue, es y será así parte de esta vida, en el tiempo perfecto del Creador, en el tiempo inolvidable por quien simplemente estará lleno de amor, para evocar esos momentos de dicha, alegría, de pasión y hasta dolor, e intentar entregar a través de su alma con total dedicación, el amor por la vida, el amor por quien ha de ser por siempre su adorable y su bella hija, a quien llamarían y conocerían eternamente como la Princesa Sophía…



sábado, 17 de agosto de 2019

Re-escribiendo una Historia – El Viaje de una Princesa llamada Sophía… Capítulo I – Desde el cielo ha de llegar, entre sorpresas y fantasías…


“A veces Dios obra de maneras misteriosas, porque hay labores que van más allá del entendimiento existencial y absolutamente todo ha de tener una explicación, incluso espiritual…”

Era mediados de esos días de Mayo del año 2015, eran aquellos días de un florecer, de un bello despertar, de un sorpresivo momento sobre la sierra merideña, allá por las montañas de Venezuela, a través de un transcurrir nunca igual, donde se escuchaban cánticos y melodías tanto al alba como al ocaso en aquellos días, donde se presumía acerca de la riqueza esencial cual árbol de la vida, quien da señales entre fantasías, quien otorga ese legado que en ocasiones no encontramos y hasta no entendemos, pero cuando todo fluye, cuando todo el universo confabula para traer desde su alborada, trae la magia de la existencia sobre estas tierras bendecidas, y es así como alguien quien desde sus entrañas, desde la profundidad de su ser, desde su tierno regazo, se ve inspirada, se siente con fraternal esperanza, imaginando, soñando y viviendo quizás los mejores momentos de su vida, esperaba las dulces señales que inundarían toda su esperanza, por la presencia misma sobre ese camino, la de un bello ángel quien cambiaría la visión de una floreciente y futura vida, eran definitivamente los tiempos de espera, de una alentadora noticia que daría inicio al despertar de una nueva flor entre el vientre de quien la albergaría…

Así fue, así es, y así se mantendría más allá de eventos y de sucesos, más allá de los designios del universo, más allá de las tareas encomendadas desde nuestro glorioso cielo, donde reposan los ángeles, donde el supremo creador encomienda con amor, fe y esperanza las tareas elegidas, para cada ser que ha de llegar a este mundo terrenal, más allá de su carisma, de su benevolencia, de su gratitud y de cada interminable número de lecciones aprendidas, y en donde cada proceso consecuente ha de formar y moldear previamente el carácter y personalidad de ese ser tan especial, quien cambiaría la vida de un sin número de personas a su alrededor y a quienes en el tiempo increíblemente les sorprendería…

Cual tal capullo de una floreciente rosa, cual semilla de una flor especial germinaría, cual próspera vida ya vendría, pues entre espasmos, entre susurros, entre voces entre abiertas, ahogados murmullos, sonrisas y alegrías, fueron las estrellas quienes alumbrarían el camino de ese ángel a quien en corto tiempo conoceríamos como la Princesa Sophía; Fue el arribo de tal la noticia que ya venía ella en camino y no se detendría, y a pesar de la incertidumbre sobre su aspecto, sobre su género, su llegada, sus momentos, su gracia y su rozagante vida, apuntaría en ese momento como narrador de historias, como quien intenta plasmar a través de una bella poesía, por quien yo intentaría dejar asentado en esta vida, simplemente escribiría una bella narrativa que a muchos nos cambiaría, intentando con la dulce melodía de esos cánticos perennes y de esa música casi silente, una niña llegaría para alegrar y entregar toda su magia, entregar toda su grandeza, entregar toda su riqueza sonora, quizás llena caprichos, llena de innumerables sueños y de fantasías, y entre ese despertar que para muchos sorprendería, interactuarían mucho, participarían muchos, se involucrarían muchos, y formarían parte de sus lecciones, de sus enseñanzas y de su legado, porque así quiso Dios ella fuese parte de este universo mágico y sorprendente, de este mundo terrenal controvertido y displicente, porque eran los tiempos de tal dicha y algarabía que uniría a las almas realmente…

Es a través de ese transcurrir sin igual, donde fluyeron, fluyen y fluirán por siempre las esperanzas, donde el júbilo y los sueños estuvieron llenos en esos instantes de planes y de momentos bellos, incluso como en aquellos cuentos, esos que permanecen a través del tiempo, hubo música, hubo encuentros entre sutilezas, sentimientos, emociones y  palabras que se soltaron al viento, donde todo fue, donde todo es y donde todo será posible, donde las fantasías se harían realidad, donde lo imaginable se convertiría en hechos y en una gran verdad, donde las sorpresas a través de ese transitar, convertirían todo en un florecer, en un despertar, en un tiempo primaveral, donde todo se dejaría a la magia del universo, donde los ángeles mismos al igual que su presencia cantarían desde lejos a través del regazo de un vientre donde germina la vida misma, donde fluye la energía y donde ella se anidaría mientras arribaría a su llegada, a este mundo para encontrarse con un montón de enseñanzas y de sorpresas como antes nadie pudo haber imaginado ni tan siquiera desde lo lejos…

Es tal vez una oleada de palabras, es como una oda, quien entre versos, entre prosas, entre cuentos de primavera eterna, se convierte en la narración de una historia que nace de las fantasías hacia una vida prospera e inusitada, que se origina más allá de las estrellas, donde los ángeles sonríen, donde ellos cantan y hasta lloran, por la alegría, por la vida misma, por la satisfacción que uno de los suyos ha destinado el creador para compartir parte de esas vivencias, parte de las controversias, parte de las aventuras que la nutrirán día a día, donde el cielo azul majestuoso da paso a la luz del sol en aquellos días llenos de vida, donde en las noches en esencia fluyen melodías de algarabía, donde incluso suenan hasta las campanas, donde ya estaba escrito, porque ese es su único destino, es el momento, es ya el tiempo para una pequeña Princesa, una digna hermana de los ángeles quienes nos han cuidado a muchos cada día, y donde ella formara parte de la vida de una bella madre, de un abnegado padre, de unos tíos y primos ejemplares, de esos abuelos que en ocasiones no encontraran hasta que darle, de toda su vibrante familia, de sus amistades, amigos y amigas, cercanos y no tantos, de tantas personas que se cruzaran en su benigna y floreciente vida, donde la magia la envolverá sin mediar tan siquiera palabras y donde la fuerza de su alma es la ignición que da paso a la esencia de esa vida, donde muchos hablan y hablarán más allá del tiempo que transcurrirá, sin poder medir y sin poder imaginar lo que la vida simplemente le deparará…

Y así mismo como las flores en la dulce y enriquecedora primavera da colorido e inicio a la vida misma, es así como este ángel quien desde el cielo fue enviado a cumplir una misión, una labor, un presagio lleno de paz, armonía y amor, porque así mismo Dios quiso fuese parte de esta aventura en un mundo lleno de color, es el viaje de una Princesa que comienza, es el viaje de un aprendizaje y de un sinfín de enseñanzas que comienza, es el viaje de una aventura llena de emociones, de tribulaciones y de sorpresas que empieza, el viaje de la maravilla de la vida da inicio, cantando al regocijo de las aves, al despertar matinal de cada mañana, a la imagen sobre la sierra entre sus nevadas, a la humanidad en estas tierras entre montañas, donde todo puede ser, donde todo ha de ser, donde todo será en ocasiones sin a veces poderle entender, pero es la gloria y la esperanza porque es un suceso de esos pocos que alguien cuenta entre letras y muchas ansias, donde la realidad se funde con la fantasía, donde convergen los sueños llenos de ilusiones y de imaginación desde la alborada, donde muchos seremos testigos de esta bella y hermosa anunciada, y donde ese despertar ha de ser el inicio de una narrativa que comienza en este capítulo, más allá de la poesía, más allá de la misma esperanza…

Quizás es más que una vida, quizás es la emoción que nos embriaga, quizás son unas humildes letras de un narrador y contador de historias quien intenta plasmar sin dejar más que nada, quizás la ilusión de dejar como legado algo que una vez quiso hacer cuando no pudo llegar más allá de lo que un sueño le emanaba, y es a través de esas señales, esas que llegaron para avisar, las de ese ángel convertido en una Princesa quien traerá amor, algarabía, espasmos y sorpresas desde donde nadie realmente lo esperaba, y donde todo fluye con razón o sin ella, con la luz del universo, con el canto de los pájaros, con la melodía de su hermanos quienes le cantan, quienes le cantarán, quienes le aplaudirán e incluso siempre la verán en un intenso y floreciente viaje que nació desde la esperanza, que nació desde un amor sublime y correcto, y donde Dios quien desde sus predios, desde ese mágico universo otorgó tanto amor que lo llevó más allá de lo que tanto cuida y tanto dio, da y dará por siempre a través de esas historias, que en ocasiones deben escribirse desde esos sueños quienes por siempre nos acompañan…

Y así transcurre esta anunciada, la llegada de un viaje sorprendente a través del cosmos, a través de los cielos, a través de las estrellas, con el acompañamiento de los ángeles, a través de estas tierras entre las montañas, a través de la hermosa sierra andina donde el creador dijo y decretó simplemente su llegada, donde todo comienza y donde nunca sabremos cómo y cuándo ha de terminar, porque es el momento de re-escribir la historia del viaje de una Princesa a través de una vida donde la tierra misma es quien simplemente la llama…