sábado, 17 de agosto de 2019

Re-escribiendo una Historia – El Viaje de una Princesa llamada Sophía… Capítulo I – Desde el cielo ha de llegar, entre sorpresas y fantasías…


“A veces Dios obra de maneras misteriosas, porque hay labores que van más allá del entendimiento existencial y absolutamente todo ha de tener una explicación, incluso espiritual…”

Era mediados de esos días de Mayo del año 2015, eran aquellos días de un florecer, de un bello despertar, de un sorpresivo momento sobre la sierra merideña, allá por las montañas de Venezuela, a través de un transcurrir nunca igual, donde se escuchaban cánticos y melodías tanto al alba como al ocaso en aquellos días, donde se presumía acerca de la riqueza esencial cual árbol de la vida, quien da señales entre fantasías, quien otorga ese legado que en ocasiones no encontramos y hasta no entendemos, pero cuando todo fluye, cuando todo el universo confabula para traer desde su alborada, trae la magia de la existencia sobre estas tierras bendecidas, y es así como alguien quien desde sus entrañas, desde la profundidad de su ser, desde su tierno regazo, se ve inspirada, se siente con fraternal esperanza, imaginando, soñando y viviendo quizás los mejores momentos de su vida, esperaba las dulces señales que inundarían toda su esperanza, por la presencia misma sobre ese camino, la de un bello ángel quien cambiaría la visión de una floreciente y futura vida, eran definitivamente los tiempos de espera, de una alentadora noticia que daría inicio al despertar de una nueva flor entre el vientre de quien la albergaría…

Así fue, así es, y así se mantendría más allá de eventos y de sucesos, más allá de los designios del universo, más allá de las tareas encomendadas desde nuestro glorioso cielo, donde reposan los ángeles, donde el supremo creador encomienda con amor, fe y esperanza las tareas elegidas, para cada ser que ha de llegar a este mundo terrenal, más allá de su carisma, de su benevolencia, de su gratitud y de cada interminable número de lecciones aprendidas, y en donde cada proceso consecuente ha de formar y moldear previamente el carácter y personalidad de ese ser tan especial, quien cambiaría la vida de un sin número de personas a su alrededor y a quienes en el tiempo increíblemente les sorprendería…

Cual tal capullo de una floreciente rosa, cual semilla de una flor especial germinaría, cual próspera vida ya vendría, pues entre espasmos, entre susurros, entre voces entre abiertas, ahogados murmullos, sonrisas y alegrías, fueron las estrellas quienes alumbrarían el camino de ese ángel a quien en corto tiempo conoceríamos como la Princesa Sophía; Fue el arribo de tal la noticia que ya venía ella en camino y no se detendría, y a pesar de la incertidumbre sobre su aspecto, sobre su género, su llegada, sus momentos, su gracia y su rozagante vida, apuntaría en ese momento como narrador de historias, como quien intenta plasmar a través de una bella poesía, por quien yo intentaría dejar asentado en esta vida, simplemente escribiría una bella narrativa que a muchos nos cambiaría, intentando con la dulce melodía de esos cánticos perennes y de esa música casi silente, una niña llegaría para alegrar y entregar toda su magia, entregar toda su grandeza, entregar toda su riqueza sonora, quizás llena caprichos, llena de innumerables sueños y de fantasías, y entre ese despertar que para muchos sorprendería, interactuarían mucho, participarían muchos, se involucrarían muchos, y formarían parte de sus lecciones, de sus enseñanzas y de su legado, porque así quiso Dios ella fuese parte de este universo mágico y sorprendente, de este mundo terrenal controvertido y displicente, porque eran los tiempos de tal dicha y algarabía que uniría a las almas realmente…

Es a través de ese transcurrir sin igual, donde fluyeron, fluyen y fluirán por siempre las esperanzas, donde el júbilo y los sueños estuvieron llenos en esos instantes de planes y de momentos bellos, incluso como en aquellos cuentos, esos que permanecen a través del tiempo, hubo música, hubo encuentros entre sutilezas, sentimientos, emociones y  palabras que se soltaron al viento, donde todo fue, donde todo es y donde todo será posible, donde las fantasías se harían realidad, donde lo imaginable se convertiría en hechos y en una gran verdad, donde las sorpresas a través de ese transitar, convertirían todo en un florecer, en un despertar, en un tiempo primaveral, donde todo se dejaría a la magia del universo, donde los ángeles mismos al igual que su presencia cantarían desde lejos a través del regazo de un vientre donde germina la vida misma, donde fluye la energía y donde ella se anidaría mientras arribaría a su llegada, a este mundo para encontrarse con un montón de enseñanzas y de sorpresas como antes nadie pudo haber imaginado ni tan siquiera desde lo lejos…

Es tal vez una oleada de palabras, es como una oda, quien entre versos, entre prosas, entre cuentos de primavera eterna, se convierte en la narración de una historia que nace de las fantasías hacia una vida prospera e inusitada, que se origina más allá de las estrellas, donde los ángeles sonríen, donde ellos cantan y hasta lloran, por la alegría, por la vida misma, por la satisfacción que uno de los suyos ha destinado el creador para compartir parte de esas vivencias, parte de las controversias, parte de las aventuras que la nutrirán día a día, donde el cielo azul majestuoso da paso a la luz del sol en aquellos días llenos de vida, donde en las noches en esencia fluyen melodías de algarabía, donde incluso suenan hasta las campanas, donde ya estaba escrito, porque ese es su único destino, es el momento, es ya el tiempo para una pequeña Princesa, una digna hermana de los ángeles quienes nos han cuidado a muchos cada día, y donde ella formara parte de la vida de una bella madre, de un abnegado padre, de unos tíos y primos ejemplares, de esos abuelos que en ocasiones no encontraran hasta que darle, de toda su vibrante familia, de sus amistades, amigos y amigas, cercanos y no tantos, de tantas personas que se cruzaran en su benigna y floreciente vida, donde la magia la envolverá sin mediar tan siquiera palabras y donde la fuerza de su alma es la ignición que da paso a la esencia de esa vida, donde muchos hablan y hablarán más allá del tiempo que transcurrirá, sin poder medir y sin poder imaginar lo que la vida simplemente le deparará…

Y así mismo como las flores en la dulce y enriquecedora primavera da colorido e inicio a la vida misma, es así como este ángel quien desde el cielo fue enviado a cumplir una misión, una labor, un presagio lleno de paz, armonía y amor, porque así mismo Dios quiso fuese parte de esta aventura en un mundo lleno de color, es el viaje de una Princesa que comienza, es el viaje de un aprendizaje y de un sinfín de enseñanzas que comienza, es el viaje de una aventura llena de emociones, de tribulaciones y de sorpresas que empieza, el viaje de la maravilla de la vida da inicio, cantando al regocijo de las aves, al despertar matinal de cada mañana, a la imagen sobre la sierra entre sus nevadas, a la humanidad en estas tierras entre montañas, donde todo puede ser, donde todo ha de ser, donde todo será en ocasiones sin a veces poderle entender, pero es la gloria y la esperanza porque es un suceso de esos pocos que alguien cuenta entre letras y muchas ansias, donde la realidad se funde con la fantasía, donde convergen los sueños llenos de ilusiones y de imaginación desde la alborada, donde muchos seremos testigos de esta bella y hermosa anunciada, y donde ese despertar ha de ser el inicio de una narrativa que comienza en este capítulo, más allá de la poesía, más allá de la misma esperanza…

Quizás es más que una vida, quizás es la emoción que nos embriaga, quizás son unas humildes letras de un narrador y contador de historias quien intenta plasmar sin dejar más que nada, quizás la ilusión de dejar como legado algo que una vez quiso hacer cuando no pudo llegar más allá de lo que un sueño le emanaba, y es a través de esas señales, esas que llegaron para avisar, las de ese ángel convertido en una Princesa quien traerá amor, algarabía, espasmos y sorpresas desde donde nadie realmente lo esperaba, y donde todo fluye con razón o sin ella, con la luz del universo, con el canto de los pájaros, con la melodía de su hermanos quienes le cantan, quienes le cantarán, quienes le aplaudirán e incluso siempre la verán en un intenso y floreciente viaje que nació desde la esperanza, que nació desde un amor sublime y correcto, y donde Dios quien desde sus predios, desde ese mágico universo otorgó tanto amor que lo llevó más allá de lo que tanto cuida y tanto dio, da y dará por siempre a través de esas historias, que en ocasiones deben escribirse desde esos sueños quienes por siempre nos acompañan…

Y así transcurre esta anunciada, la llegada de un viaje sorprendente a través del cosmos, a través de los cielos, a través de las estrellas, con el acompañamiento de los ángeles, a través de estas tierras entre las montañas, a través de la hermosa sierra andina donde el creador dijo y decretó simplemente su llegada, donde todo comienza y donde nunca sabremos cómo y cuándo ha de terminar, porque es el momento de re-escribir la historia del viaje de una Princesa a través de una vida donde la tierra misma es quien simplemente la llama…




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