1.- Siempre recuerda
cuanto amas de ti mismo…
Eres especial, en la medida que así lo sientas. Eres valioso, en la medida
que tú debas reconocerlo. Eres poderoso, en la medida que valores todos tus
esfuerzos. Y debes amarte a ti mismo siempre, ya que en gran parte de nuestra
vida, elegimos y decidimos aquellos caminos, que nos permiten afrontar y
alcanzar casi todo, con nuestro esfuerzo propio, con nuestra propia intuición, aun
cometiendo errores que reconocemos e intentamos enmendar, a lo largo de este
fabuloso camino, pero sobre todo, amándonos y queriéndonos a nosotros mismos…
2.- Siempre hay que
visualizar el futuro, pero vivir el presente como si fuese el último…
Los momentos en nuestra vida, se viven con intensidad, muchas veces sin
esperarlos, sin premeditarlos, y sin perder a veces esa oportunidad, porque tal
vez pueda ser el último, y es de esa manera, a pesar de nuestros planes,
intenciones o condiciones, debemos despertar con la ilusión de vivir y
disfrutar, cada instante, cada momento, cada amanecer, como si todo acabase al
final del día. Y es como el sol, sabemos que siempre ha de iluminar el cielo,
pero también entendemos que cumple un ciclo en nuestro cielo, y lo disfrutamos
al máximo en cada momento, más allá de visualizar lo que queremos para ese
mañana, ese que está a lo lejos en nuestro firmamento…
3.- Siempre somos
importantes, a pesar de la aprobación o no de los demás…
Somos genuinos, originales, hasta únicos, y no necesitamos el permiso o
aprobación de otros (a pesar de que a veces sentimos esa necesidad), para realmente
ser quienes somos. Tal vez andamos entre manadas (no literalmente como los
animales), convivimos entre grupos de personas, nos desenvolvemos, nos
mantenemos, y nos desarrollamos, pero siempre intentamos elegir, decidir y
seguir nuestros instintos, muy a pesar de recomendaciones, sugerencias o
experiencias de otros, permitiendo de esta manera, darle la importancia que a
nuestro criterio, son las decisiones acerca de nuestras elecciones, aun siendo
estas acertadas o erradas, y es lo que nos lleva a entender la importancia de
nuestra esencia, en este mundo asombroso y contradictorio muchas veces. Esto es
lo que nos hace únicos muchas veces ante los demás…
4.- Siempre has de
alejarte y distanciarte de las influencias perjudiciales y negativas…
Hay quienes pretenden llevarte en dirección contraria a tu perspectiva. Hay
quienes llegan con intenciones distorsionadas de la vida, cual lobo bajo la
piel sedosa de una oveja, y a veces son esas influencias manipulables en muchos
sentidos, quienes te desvían de ese camino forjado e intuitivo. A nuestra vida
nos llega de todo, lo bueno y lo malo de las personas, las oportunidades a
favor de uno o del otro, situaciones a veces movidas por intereses según esas
ocasiones y/o condiciones eventuales de nosotros mismos, y de esas personas
quienes se acercan eventualmente. Pero siempre, siempre, resulta ser intuitivo
en el tiempo, la verdadera razón de elegir o permitir, alejarse o quedarse,
separarse permitir acercarse, o dejar ir esos acercamientos, para continuar
nuestro trayecto, rumbo a un camino de vida mucho mejor, con una mejor compañía,
con un compartir sincero, acerca de esos pequeños placeres de la vida. Simplemente,
aléjate y encontraras esas cosas positivas que anhela cualquiera, más adelante sobre
tu mismo camino…
5.- Siempre perdónate por
los errores de tu pasado…
A pesar de no ser perfectos y muchas veces predecibles por nuestros hábitos
o conductas triviales, jamás debemos cuestionarnos a pesar de nuestros errores.
Es parte de la vida, son elecciones, decisiones, aprendizajes y enseñanzas. Los
errores del pasado no definen nuestro futuro. Debemos aceptarlos y enmendarlos
con humildad. Aprender de ellos. Debemos perdonarnos, así como perdonar a
quienes nos ofenden, y no por ello interpretarse como un signo de debilidad.
Por el contrario, es la fortaleza que en nuestro espíritu nos da, la entereza
para afrontar decisiones que a través de nuestra vida, nos amolda y nos permite
construir nuestra mejor personalidad. Quizás el secreto es perdonarnos a nosotros
mismos cada día, y corregir nuestros defectos durante el viaje interminable, a
través de nuestro maravilloso camino…
6.- Siempre busca,
intenta y alcanza cambiar, aquello que necesita ser cambiado…
Somos como una piedra preciosa en bruto, con aristas moldeables, con un
brillo oculto, con manías y costumbres, adoptadas durante ese crecimiento
continuo. Apartarnos a veces de los viejos hábitos, y apasionarnos sobre aquello
que nos mantiene, cual energía que fluye, es lo que nos motiva muchas veces, y
nos cuesta romper el molde o los paradigmas de lo trivial y lo convencional. Es
por eso que entendemos que llegamos al mundo con lo elemental, nos forjamos una
vida con actitudes y semblanzas, quienes a lo largo de esta historia, definen
nuestro carácter. Sin embargo muchas veces cometemos errores, asumiendo que no
necesitamos cambiar, en vista de evitar mirarnos en el espejo, ver quiénes
somos y de que estamos hechos realmente. Es por todo eso, que debemos
reflexionar y quizás eventualmente mirar, una vez más sobre ese espejo, y
quizás, intentar cambiar sobre aspectos que a veces puede resultar mejor de lo que imaginamos
muchas veces. Los cambios puedan ser duros, difíciles y hasta se pueden
convertir en hábitos consecuentes, y luego han de ser satisfactorios, enriqueciendo
mucho mas, nuestra vida interior y nuestro espacio espiritual…
7.- Siempre busca hacer
algo, que te haga feliz una vez al día…
Tal vez extraño como suena, pero si lo piensas realmente, es comprensible y
tal vez razonable, a estas alturas de la vida. Quizás las responsabilidades y
ocupaciones ordinarias, nos apartan levemente de esos placeres simples de la
vida. Quizás intentando comprobarás y verás las consecuencias de esas pequeñas elecciones.
Siempre hay algo que nos hace sonreír, motivar y agradar durante la
cotidianidad de nuestra vida, y a pesar de ello, a veces no le damos la
importancia requerida, asumiendo que es banal o sencillamente no trasciende la relevancia
necesaria, de acuerdo a la administración de nuestro supuesto valioso tiempo.
Sin embargo y en virtud de ser seres de hábitos y costumbres, entendemos que la
vida plena, simplemente está llena de increíbles y asombrosos detalles, en
cuanto a pequeños placeres, y te la hacen más armónica, llena de felicidad y
bendiciones, y a veces contagiánte hacia otras personas, convirtiéndonos en
seres más accesibles, sociables y entusiastas, por tan solo hacernos felices a
nosotros mismos, así mismo como a quienes están tan cercanos a nuestro entorno.
Por eso, intenta cada día, y se convertirá tal vez en un hábito sumamente
agradable y placentero…
8.- Siempre atrévete a
las nuevas oportunidades, y sin miedo…
Nos ofuscamos generalmente a lo trivial y lo seguro, sin salir del espacio
de confort al que nos acostumbramos. Y resulta que siempre que algunos que intentemos
cruzar las líneas de esa comodidad, simplemente aprendemos, experimentamos, nos
motivamos y vivimos la vida muchas veces con mayores sorpresas y oportunidad. Esa
que nos estimula a querer saber un poco más, a sentir curiosidad, y poco a poco
aprendemos a dejar ese espacio al que nos acostumbramos. Por supuesto, a veces
no es lo que parece, pero es porque premeditamos los acontecimientos y siempre
nos preguntamos y nos respondemos al mismo tiempo. Es decir, estamos
predispuestos al fracaso, sin ni siquiera intentarlo previamente. Miedo a lo
desconocido. Por eso a veces bien vale la pena cruzar el umbral, sin mucho que
pensar, y les aseguro por experiencia propia, la satisfacción muchas veces es
mayor a las expectativas. Las oportunidades llegan como un aviso, como una
señal, una propuesta sencilla, y solo eres tú quien decide abrirse a esa
tentativa oportunidad…
9.- Siempre escucha tus
pensamientos y la voz de tu conciencia…
La integridad tiene una presencia poderosa en nuestra conducta. La
honestidad contigo mismo, te permite comprender que a veces rompemos promesas,
simplemente porque nos engañamos tal vez, o porque no encontramos la ruta
adecuada quizás. Sin embargo muy dentro de nuestros pensamientos, muchas veces
vemos señales directas hacia crónicas anunciadas en el tiempo. Y forzamos
anhelos para muchas veces intentar alcanzar, esos desmanes por quien muchas
veces nos decepcionamos. Pero es parte de la vida, es parte del aprendizaje, es
parte de esas enseñanzas, comprender que más allá de escucharnos a nosotros
mismos, que debemos aprender también a ser prudentes, sinceros y cautos, y
encontrar el momento adecuado, o decidir esperar, o asumir los riesgos de esas
acciones, que a lo largo de nuestra vida nos impulsan a intentar alcanzar esos
deseos, asumiendo las consecuencias de esas elecciones y decisiones. Es por
todo esto que debe prevalecer ante todo, el respeto por nosotros mismos, y será
al mismo tiempo, el compromiso ante los demás también…
10.- Siempre, pero
siempre, has de creer en ti…
Algunos, lo llaman “Fe”, otros, lo llaman “Valor”, y unos pocos tal vez lo
llamen “Fortaleza Espiritual”, y es quizás la razón de ser, en conocernos a
veces tan bien, que jamás hemos de sentir vergüenza por fracasar en los mil intentos.
Porque así es como alcanzamos nuestros propósitos de vida. Son a veces
sacrificios, trabajo constante, intuición perseverante, acerca de esos sueños,
quienes nos permiten movernos, esforzarnos y demostrarnos a nosotros mismos,
nuestras capacidades para alcanzar la meta, de a veces esos aspectos que para
otros son inalcanzables. Definitivamente somos capaces de eso y de mucho más,
pero hay que estar consciente, ser determinado y creer absolutamente en
nosotros mismos, y de que somos tan capaces de alcanzar cualquier cosa que nos
propongamos, aun fracasando o errando en los primeros intentos. Es como
aprendemos a creer en nosotros mismos, con fe, valor y determinación, o
fortaleza espiritual, ante los avatares y circunstancias, esas que muchas veces
intentan vencernos de antemano, y es cuando desde algo intangible que llevamos muy
dentro, nos sale la fuerza y la determinación para continuar intentando, hasta
lograrlo…
11.- Siempre fuimos, somos
y seremos, los escritores de nuestra propia historia…
A pesar de las orientaciones, los consejos, las acciones y los errores, el
timón en la dirección de nuestras vidas, está únicamente en nuestras manos,
para simplemente, disfrutar escribir y re-escribir constantemente, nuestra
mejor historia. Cada capítulo de vida, son lecciones aprendidas. Cada momento
de nuestra vida, queda reflejado en algún segmento de esas historias. No
aprendemos de las experiencias de otros, muy a pesar de mil consejos, siempre
aprendemos de nuestras propias vivencias, aun cuando muchas veces intentamos
alcanzar con éxito todo aquello que pretendemos. Y es así como permanentemente,
escribimos capítulos de nuestra historia, que algunas veces pasa como un
ejemplo, un legado o algún significado, formando parte de miles y miles de
experiencias, que han servido más allá de su connotación o trascendencia, para
dejar sembrado en otros, que fuimos en algún momento, alguien quien tuvo el
atrevimiento, de intentar dejar encausado, quizás un camino o un legado, en
esas cosas que para muchos no fueron importantes, pero que para otros son la
referencia, y así continuar escribiendo acerca de mil cuentos, mil historias o
quizás una leyenda. De referencias estamos llenos, y solo hay que tomar lo
mejor de algunas de ellas, y escribir nuestra mejor historia…
12.- Siempre hay que
vivir el presente, no es simplemente estar presente…
Las oportunidades muchas veces llegan de sorpresa, sin aviso, y otras pasan
a nuestro lado, y no nos queremos percatar de ello, porque no basta estar ahí, hay
que estar presente en cuerpo y alma, como decimos folclóricamente, es decir,
estar pendiente, y absolutamente de todo lo que acontece. Cualquier detalle
siempre ha de ser importante, aunque no parezca. Muchos intentan vivir el
presente, pero realmente están ausentes, en los momentos determinantes y en
aquellas oportunidades, que el universo, Dios, y hasta la vida misma te regala,
para quizás cambiar en parte tu manera de ver la vida, y encaminarte hacia esa hermosa
oportunidad, que hará de ti alguien, quien tal vez nunca imaginó un destino
forjado, desde ese encuentro inusitado, quien por esa magia que tiene nuestra
vida, por esa circunstancia que se cruzo en nuestra vida, o por ese sueño
latente y oculto, apareció en el momento más inesperado, simplemente para
hacerte comprender, que eres dueño de tu propio destino. Eso siempre y cuando
estés convencido, que hay que vivir nuestro presente, mirando siempre hacia el
futuro, pero estando realmente pendiente, de esos regalos que la vida te
obsequia oportunamente…
13.- Siempre debemos ser
amables, consecuentes, generosos y agradecidos con la vida…
La vida es un cúmulo de bendiciones, de sorpresas, de alegrías, de
tristezas, de llegadas y de partidas, de quienes llegan y se quedan, de quienes
llegan y se van, de aprendizajes y de enseñanzas, de elecciones, decisiones y
consecuencias, y a pesar de todo lo bueno y lo malo en ella, hay que aprender en
el camino, a ser compasivo, incluyente y agradecido por siempre, porque de esa
manera ha de regresar a ti, todo aquello que por alguna razón has de entregar,
para que en su momento, así la vida misma te lo quiera regresar. La bondad no
es sinónimo de ingenuidad. La compasión no es sinónimo de debilidad. La
generosidad no es sinónimo de credulidad. El agradecimiento es sinónimo de
madurez y humildad. A nuestra vida llega de todo, absolutamente de todo. Bueno
y no tan bueno. Malo y definitivamente a veces peor que malo. Personas que se
acercan, personas por quien nosotros nos acercamos. Aprendemos mucho, y
enseñamos muchas veces poco. A veces somos egoístas, no por nuestra naturaleza,
simplemente porque muchas veces la misma sociedad, nos hace tan vulnerables y
nos lastiman tanto, que desarrollamos una escudo, una barrera, más allá de
nuestras buenas intenciones, y es de esta manera que el tiempo, quien es el
mejor remedio para los diversos acontecimientos de nuestra vida, nos enseña
poco a poco, que siempre las buenas acciones, regresan a ti muchas veces en
mejores proporciones. Sin embargo hay que aprender a vivirlas, hay que aprender
a sentirlas, a sufrirlas a veces, y a dejar que la vida misma, nos otorgue el
beneficio de la mismas dudas, para intentar comprender, que cada quien a veces camina
a tu lado, pero no significa que te va a dejar algo, o que tu le debas algo,
son circunstancias que de una u otra manera, nos benefician o nos enseñan,
parte de las lecciones de esta asombrosa vida…
Reflexiones:
No sabemos realmente cuando y como se inicio este proceso de aprendizaje, sin
embargo más tarde que temprano, logramos comprender que es una continua
enseñanza, que llega en el momento quizás más importante, para determinar la
ruta definitiva, hacia la paz, hacia la armonía y definitivamente a la felicidad
soñada, hacia ese futuro incierto, quien ha de esperarnos oportunamente…
El viaje no termina, hasta que culmina. Mientras tanto debemos disfrutarlo
de la mejor manera posible, entendiendo siempre acerca de los atenuantes, de
las circunstancias y de superar obstáculos, que permanentemente afrontamos en el
transcurso de la vida. Quizás en la compañía correcta, no perfecta, pero si
consecuente con nuestra manera de ver e ir hacia una mejor vida…
No sabemos que nos depara ese futuro incierto, pero si comprendemos que
todo lo que sucede en el transcurso de nuestra vida, simplemente pasa por
alguna razón muchas veces divina. No somos seres humanos solitarios. Somos
seres humanos que disfrutamos la compañía de alguien siempre, porque nuestra
naturaleza es compartir todos esos aspectos de la vida, buenos y malos. No lo
sabemos todo, ni pretendemos saberlo tampoco, pero si quizás aprender lo
necesario, para interpretar mejor esas señales que llegan a veces a ti, sin
saber por qué. Tal vez no lo entendemos al principio, pero si algo ha de quedarse
o ser separado de nuestra vida, quizás es porque así nos convenía, esperando quizás
más adelante, una mejor compañía…
Lo que si debemos tener presente, es compartir con alegría y entusiasmo,
toda esa riqueza espiritual que muy dentro solemos llevar, más allá de las
condiciones de vida que impone nuestra sociedad. Todo lo que sucede a nuestro
alrededor siempre ha de tener alguna razón. Hay alguien para cada quien, no
sabemos dónde está, no sabemos cuán lejos está, no sabemos siquiera cuando ha
de llegar, pero todo en la vida, el tiempo lo determinará…
Por todo lo anterior expuesto, descrito y expresado, con las mejores
intenciones al respecto, simplemente recibamos con entusiasmo, todo lo que la
vida misma, el universo y Dios, así quiera que ha de llegarnos. Porque en algún
momento de este hermoso tiempo, tendremos la dicha y la fortuna de compartir
lecciones de vida, con alguien quien nos enseñara parte de su vida misma, parte
de sus lecciones aprendidas, y de esta manera fortalecer una historia común,
que quizás es el comienzo, del mejor capítulo de una bella historia de vida…