miércoles, 9 de diciembre de 2020

Capítulo XVIII – Una composición musical que trasciende espacio y tiempo, resonando más allá del cielo Princesa...

  

Como no cantarte o componerte una melodía, como no suspirar o mirarte, como recordarte y hasta escucharte tal como imagine en ocasiones al retratarte, quizás no seré el único, pero si soy quien lo reconoce en este instante. Entre un aniversario terrenal que ayer era de celebrar y hacia un mes más hoy de tu partida hacia ese mundo espiritual, no sé si dejar caer lágrimas de tristeza por no verte más o simplemente sonreír bajo tu agraciado rostro que siempre veo al despertar. Resulta ser algo complicado y sencillo al mismo tiempo, sin embargo es parte de tu historia, es parte de la mía, y quizás de las de otros, que viven, que vivieron y hasta tal vez vivirán algo tan parecido o similar en este mundo incontrolable...

Muchos dicen que hay que dejar partir a quienes se fueron sin aun poder un poco más vivir, otros dicen que la vida debe continuar porque desde allá nos cuidan sin parar, quizás señales nos dan, quizás siempre habrá luz al final, quizás hay tanto de tanto, o un poco de nada sin poder controlar, ya tú ves en ocasiones escribo sin parar, tal vez me guste y tú has despertado ese detonante que nos hace perseverar, no lo sé realmente, pero lo intento entre días con ganas y otros que evito claudicar, así es parte de esta vida en este mundo terrenal, y aquí vamos entre tropeles, tumbos y trastes, intentando continuar con bríos y alegría, a pesar de la tristeza que me embriaga este memorable día sin terminar...

Hoy he de expresar entre versos y poesía, una composición tal vez hecha letra a letra a tu medida, para intentar dejar en mi semblante lo que no pude darte en aquellos días, te fuiste y nos dejaste, lamentable y angustiante, hoy en este día aun intento aceptarte, tal cual es, tal cual ves, tal cual tu Maestro y el mío así lo ha designado, pues entonces simplemente no lo he cuestionado, y de esta manera entrego algo de mí como un humilde tributo consagrado...

“Un día llegaste aquí Princesa entre canciones y un madrigal, y algo similar sucedió cuando alguien más llego tiempo atrás”

“Te imagine cada día como tal lo viví en aquellos días, creciste entre el calor y el amor de toda esa gente que te quería”

“Quizás pudiera ir tiempo atrás, sin embargo nada intentaría cambiar, solo pasar parte de mi tiempo escuchándote cantar”

“Quizás creciste en ese tiempo entre ilusiones sin parar, aprendiendo y dejando tu marca por doquier donde fuiste y sin duda sin olvidar”

“Quizás fue de bailes, de balones, de carreras y de canciones que viviste como si fuese una eternidad, fue el tiempo que el Universo dejo en tu alma como referente sin dudar”

“Quizás falto algo, falto alguien, falto tiempo en este mundo terrenal, sin embargo quedaron cientos de recuerdos y que yo intento aquí plasmar”

“No soy quien para ser testigo de tu paso por este tiempo, pero escuche y aun escucho algunos momentos de tus memorables intentos”

“No soy quien para hablar un tanto de las travesuras de tus momentos, pero si disfruto mucho al escuchar de esas traviatas que dejaste muy adentro”

“Nada impide dejar plasmado los días excelsos de tus ocurrencias que has dejado, solo lamento no haber estado como hubiese querido al estar a tu lado”

“Por eso escribo esta narrativa, o esta historia entre vivencias que acumulaste, entre palabras que mucha gente de ti ya me han contado”

“Ayer hubiese sido un día de gloria, un día festivo para celebrarlo, era el día de tu llegada a este mundo tan alborotado”

“Ayer también fuiste a las carreras, a los partidos, a los bailes y a la escuela donde todo pudo haber pasado, fue parte de tu historia que busco escribir sin haberla yo inventado”

“Ayer compuse estas estrofas, estos versos, y este poema que dejo aquí como constancia de que aun te quiero hasta siempre y demasiado”

“Siempre tú estarás conmigo cariño, en mi semblante, en mi alma, en mis andadas, aun en el camino por donde continuo entre alegrías y atribulado”

“Siempre encontraré la manera de yo mirarte entre mil sonrisas y travesuras que tú has dejado, aun entre imágenes recurrentes y hasta en los sueños donde te he buscado”

“Siempre buscaré escribir acerca de ti, de tus momentos, de tus encuentros, de las ocurrencias que tal vez asombraron, porque ha de ser así, tan ocurrentes y tan osados”

“Tal vez una navidad diferente en estos tiempos tan complicados, pero recurro a ti, a tus imágenes, a tus destellos y esa vibra que dejan algo sobre mis pensamientos tan alocados”

“Algún día quizás nos re encontremos en un mundo diferente al que estoy acostumbrado, y quizás jugaremos al futbol, bailaremos en el tablao, cantaremos canciones y nos reiremos tanto como siempre yo lo he imaginado”

“Algún día quizás descubriré el cómo cuidas de mí y de tus seres que te han amado, y descubriré esos trucos que tal vez vienen de ti para plasmar lo que en mi ingenio yo he intentado, y reiremos juntos porque seguirán tus ocurrencias en esta historia que aún no ha terminado”

Gracias cariño por intervenir espiritualmente en mi vida sin yo buscarlo, gracias cariño por mantenerte cerca de mis pensamientos que a veces estimulan y en otras me preocupan sin poder yo dejarlo, gracias cariño por cuidarme a través de mis sueños donde yo aún te sigo por ahí buscando, gracias cariño por cuidar a tu hermana que sigue su vida junto a los seres que te siguen recordando y todavía te están amando, gracias cariño por tus ocurrencias que me continúan despertando, gracias cariño por darme las fuerzas que en ocasiones siento se desvanecen pero me acuerdo que tu decías “No te preocupes, no pasa nada” y eso en el fondo me impulsa un poco a continuar mi búsqueda sin yo pensar en mi esperanto, ni tan solo un poco, ni mucho y ni tampoco tanto...

Alguien una vez tiempo atrás dejo a través de un vocablo popular “Como vamos yendo, vamos viendo”, un refrán que caló en un momento determinado de nuestras vidas, una identificación multipersonal  que dejo un legado a muchas vidas, una manera tal vez particular de ver la vida y definitivamente una introspección hacia lo que quizás algunos seguimos buscando en nuestra vida, pues así hoy intento mi Princesa afrontar los atenuantes de este camino que aún me quedan y en ocasiones me abruman, pero intento ver lo positivo en cada momento de cada día, y a pesar de las preocupaciones e interrogantes, más no de dudas, siempre buscaré encontrar alguna ocurrencia tan similar como las tuyas, para ir por esos caminos menos preocupado como otros días que aún sigo andando...

Princesa Sophía lamento tú no estés presente para leerte estas ocurrencias que son parte de esta historia de nuestras vidas, tanto de la tuya como de la mía, pero yo albergo la esperanza que desde alguna parte de este universo asombroso puedas tu tan siquiera interpretar lo que he plasmado en estas notas de este libro que tal vez publique algún día...

Quien te quiso, quien te quiere, quien siempre te querrá, te recordará, te escribirá y plasmara cada vez que así lo pueda, parte de una historia que aún no termina, tu narrador y escriba que algo siempre se le ocurrirá a pesar de lo que pase por esos días tanto aquí como allá, Esdras...

 


 

lunes, 9 de noviembre de 2020

Capítulo XVII – De miradas y pensamientos que trascienden a las ilusiones y a nuestros sueños, a pesar de una ausencia que nos marca desde el cielo…

 Continua el transcurrir en nuestro tiempo, continúan muchas vidas entre esfuerzos, sacrificios y pensamientos, más allá de los contrastes y esos momentos, no debemos dejar que las circunstancias opaquen lo que algunos queremos...

En ocasiones solo nos quedamos viendo hacia el cielo, tal vez esperando señales, intentando encontrar respuestas, soñando despiertos, entre ilusiones, anhelos y deseos, y entonces finalmente el universo al parecer responde a través de sus misterios, así sonreímos con sensación de satisfacción esperando ese momento casi perfecto...

Así solo viendo a través de esos recuerdos, plasmados en imágenes y momentos de esa vida que han quedado en el tiempo, logro volver a ver esa sonrisa que caracterizó tu actitud ante esa vida reflejada en esos hechos, lo que interpreto en nuestra vida acerca de esas cosas que a veces yo pienso, realidad o ilusión, realmente no importa porque a menudo cruzo ese umbral para en ocasiones sentirme mejor, es esperanza a la cual me aferro sin ninguna condición, y cuando siento pesadumbre, tristeza o confusión, solamente vuelvo a ver esa sonrisa tuya, ingenua, inocente y pícara lo que me trae nuevamente satisfacción, aun entendiendo que desde el lugar donde te encuentres, tú siempre verás a este ser humano que aun te quiere y te escribe con dedicación...

En ocasiones pareciera escuchar diversas voces desde muy lejos, esas que se confunden con nuestros pensamientos, como susurros, como señales, como esas intenciones de calmar algunas penas que llevamos por dentro, y se repite una y otra vez “Calma, todo estará bien, no te preocupes porque todo irá bien” Y así sientes en el fondo algo de esa paz que se transmite tal vez desde un lugar más allá del cielo, y de esa manera muy dentro de nuestro ser, comenzamos ese periplo de armonía y estabilidad espiritual, aferrándome a esa voz y creyendo al unísono todo realmente estará bien aquí donde divagamos a través del tiempo...

Al verte sonreír y al verte en ocasiones a través de mis sueños, se siente esa extraña sensación de equilibrio entre lo irreal y lo universal, entre nuestra realidad y aquella donde deseo ir más allá, entre la incertidumbre y la búsqueda de esa estabilidad, y son tus melodías, son tus algarabías, son tus muecas y tus sonrisas las que me hacen ver que todo puede ser verdad, y me alegra, y me nutre, y me permite continuar escribiendo una vez más, Sophía tú estimulas mis ganas de implementar un poco de creatividad, de ver donde pueden estar los momentos de oportunidad, de aferrarnos a la fe y al deseo de incursionar sin temor incluso hasta fallar, pero jamás y nunca a pesar de las circunstancias declinar, porque no es tanto la batalla que nos define nuestra personalidad, es levantarse una y otra vez con amplias intenciones de trabajar más y superar...

A veces todo parece como se ve, pero realmente así no es, y es cuando nos llenamos de dudas cariño, nos acarician los miedos, nos seducen las improvisaciones por angustia y desasosiego, cometemos algunos errores y posteriormente entendemos que la vida y el universo sincronizan esos atenuantes momentos, para afrontar con lo que tenemos esa fortaleza de buscar desde lo más profundo y desde muy dentro, la capacidad de interpretar la condición en nuestro tiempo, aprender, meditar un poco más, confiar, establecer y mantener nuestra fe, y recordándote siempre para darme ese impulso que en ocasiones siento falla y tú lo restableces...

Verte sonreír entendiendo que ya tú no estás aquí, que lamentablemente no tuve la fortuna y la suerte de compartir lo que me hubiese gustado tenerte, al ver como interactuabas con tanta gente, comprender tu existencia y tu manera de dejar esa marca tan evidente, no me limitó a interpretar como escribir desde mi lado una parte de tu historia que intento yo exponerte, que quede para otros si gustan un poco leerte, que algunos puedan ver las diversas caras de tu pasado y nuestro presente, y que a pesar de tu ausencia no me cansare de reiterarlo nuevamente, me complace escribir esta pequeña narrativa entre un poco de versos, poesías y palabras que estructuro bajo aspectos tanto tuyos como mi visión de tu ser sorprendente, donde me gustaría algún día montar una dulce melodía que tú escucharas desde allá donde estés, entre risas, monerías y aplausos tan elocuentes, donde tu Maestro desde el Reino quien te cuida y complace de manera consecuente, y desde donde tu cuidas por los tuyos, por tu gente, hoy, mañana y siempre...

Así Sophía ya ha transcurrido un año desde el retorno a mi hogar desde aquellos días que estuve acompañando a tu mamá y tu papá, regresé a la ciudad donde pernocto con intenciones de migrar, pero aun así a pesar de la distancia del lugar donde reposa tu ser existencial, mi espíritu y el tuyo por siempre estarán interconectados sin importar el lugar, donde yo plasmaré con mis letras tu presencia espiritual, donde tanto como hoy y en ocasiones con mucha eventualidad, intento conversar contigo sin importar donde tú estás, porque yo puedo entender que humildemente tú escuchas mis plegarias sin dudar...

Yo intento simplemente interconectar, casi como contigo conversar, tanto como me hubiese gustado hacerlo en algún momento de esas imágenes que traigo a mi memoria cuando así lo imaginaba sin dudar, y quizás no será en este tiempo límite que dispongo aquí para yo estar, pero si albergo la ilusión de hacerlo donde el universo y Dios lo elija para ambos disfrutar, reírnos en ocasiones sin chistar, quizás recordar desde allá donde estemos por estos momentos que he plasmado a través de este portal, y que todo este contexto quede para las generaciones que todo puede ser posible entre creencias, fe, disposición y voluntad para nuestras almas simplemente cruzar, a través de dos espacios de tiempo, a través de eso que desconocemos, ese conocido por todos llamado terrenal o existencial, y ese donde ahora tu pernoctas alrededor de nuestras almas con una presencia muy astral, ese que nos mueve, nos llena de fe, nos hace crecer cada día siempre un poco más allá, ese que nos permita cristalizar ilusiones y hasta soñar, y donde toda esa magia dependerá de cada uno en luchar, en creer y trabajar, aferrado a algo que quizás está más allá de nuestra comprensión y esa realidad, y donde quiero sentir cada noche al ingresar al umbral de la noche para soñar, las caricias de una Princesa quien me calma y me permite volar a ese universo donde solo intentamos  fantasear, de momentos fugaces de volcanes, de juegos, risas y bailes donde nunca nos cansaremos de brincar, y donde quedará la esencia de estás letras para leer por otros cuando y como gusten sin dudar, así es mi niña, así veo las cosas hoy, así siento la necesidad de plasmar, palabras más palabras menos, poesía y versos, melodías en la distancia entre la imaginación y nuestra oportuna realidad...

Me despido una vez más y por ahora esperando treinta días más, donde oportunamente escribo para ti, para mí, y para los tuyos deseando siempre te recuerden y te sientan aun desde el más allá, desde este humilde narrador que escribe con amor, con cariño, devoción y mucha imaginación, interpretando y soñando, de alguien quien te quiere con AMOR y mucha VOLUNTAD, quien solo en la tristeza intento revertir esas penas tan solo al ver tus sonrisas, algarabías y muchas cosas que tú me das, tu escribano y portador de tus alegrías a través de mi realidad, Esdras...

 


 

viernes, 9 de octubre de 2020

Capítulo XVI – Tras sonrisas y picardías, de tiempos recurrentes y memorias de aquellos días, mantendrás siempre la luz de esas expresiones que iluminaron todos esos días…

 Una luz desde el cielo siempre nos traerá esperanza e ilusiones para afrontar las vivencias de un mejor día, en ocasiones nos ilusionamos, incluso hasta soñamos al caer el ocaso o al alba sin condicionarnos más allá de las melodías, y una sonrisa de un ángel que viene a cambiarnos nuestra vida, siempre traerá expectativas, buenos sabores, encuentros e ilusiones a cada paso y a través de los caminos de una nueva vida...

No importaran las desavenencias de nuestra existencia con los decretos del universo, así como los ángeles aparecen en nuestra vida se suscitan los milagros, tus risas cargadas de espontaneidad, ingenuidad y picardía se traducen en espavientos que inundan mi alma de alegría, así te vi en ocasiones, así te veo a través de mis incursiones, esas donde tú me esperas como niña quien espera esos regalos inesperados de aquellos días, en ese cielo eterno donde la paz, la tranquilidad y armonía forman parte inequívoca como las aguas de los esteros de nuestro llano, donde la capacidad para escuchar esas dulces melodías de quienes por siempre te acompañan, garantizan lo que en nuestra realidad y existencia buscamos a cada rato, esa es tu nueva vida, esa que te reservó tu Maestro allá en los predios de un glorioso cielo venezolano...

Eres luz eterna bajo el cielo de mi vecindario, no importa a donde yo vaya, a donde mire, de donde venga, o donde yo esté, porque ese lucero bajo un cielo opulente y tan estrellado, destacará hoy, mañana y siempre porque así eres tú, la de esa sonrisa que brilla tan displicente como esa Princesa que nos trajo mil sabores, encuentros indulgentes y apariciones maravillosas que deleitaron hasta a los más inesperados, intento ser ecuánime, muy hablador, expresivo y hasta algo sortario, no por lotería, ni por dicharachero, conversador o temerario, es que tu formaras parte de mi vida así partieras más allá de mi tristeza en aquellos días tan solitario...

Un rostro tan especial, un rostro tiernamente angelical, una cara feliz e imborrable en el contexto de nuestra vida, esa cuando trajiste tantas sorpresas desde ese primer día de tu aparición, llegaste como una tromba que movilizo tanto a nuestras vidas, y a pesar de que yo no estuve presente en ese instante de tu vida, ya sabía yo lo que tú harías, porque desde el cielo señales tú me darías, y si, ciertamente he escrito constantemente aspectos de tu corta vida, y tal vez solo intento continuar este libreto más allá de esta realidad y desde ese universo donde tú haces y cuidas nuestras vidas...

Hay sensaciones inherentes que en ocasiones traen luces y señales tan recurrentes, hay chispazos emergentes que me traen notas a cada rato, asocio ese rostro tan indulgente de quien imponía su carácter y sintonía, asertiva, rebelde, lista y consecuente, irradiando siempre algo de magia, algo de pasión y algarabía, cuando en ocasiones tranquilizabas los avatares de tu familia, esa que te consintió por siempre más allá de los pormenores de cada día, porque fuiste siempre ese detonante equilibrante quien fungía como apaciguadora bendecida, diciendo en ocasiones “Tranquila mami, no pasa nada, porque todo pasará”, y así era, así fuiste esa chispa quien balanceo los inesperados momentos de una vida en aquellos días...

Tal vez seguiré recurriendo a mis instintos, a mis ocurrencias, a mirar esa sonrisa una y otra vez, tan expresiva, tan única y genuina, tan tuya como a quien siempre llame mi “Princesa Sophía”, y nunca pretenderé compararte o contrastar tus ocurrencias y tu algarabía, con tu hermanita, la pequeña “Issa”, quien llegó hace un poco más de tres meses, para traer estabilidad, buen humor y también alegría, porque a pesar de su parentesco, sincronía, diferencias y detalles de ambas vidas, solo desearé que ella lea parte de tu historia como siempre la percibí a pesar de los tiempos y circunstancias en nuestra increíble vida...

En ocasiones te hablo, en ocasiones intento yo verte, entre las imágenes de mi día a día, entre las fugaces estelas de esas ideas donde busco equilibrio, busco armonía, busco la riqueza interior que me transmite tu sonrisa y tus imborrables algarabías, busco el camino incipiente hacia  la construcción de esa felicidad que buscamos todos, arriesgando mucho o poco, pero afrontando todo con la entereza que transmites a través de tu sonrisa, yo no sé si ese sea el secreto, pero sí sé muy bien es un estímulo y un aliciente, el creer fehacientemente que esa risa, ese rostro ingenuo, único y admirable, es el que me llevará más allá de mis sueños y retos que me quedan aún por alcanzar en esta vida tan loable... 

Somos ambos energía evolutible, alterable, en ocasiones fugaz y otras permanente, somos adaptables mas no extinguibles, tu allá hoy en el cielo, yo acá en este mundo tan cambiante, aferrado hoy a ilusiones envolventes llenas de un tanto de sonrisas y emociones alucinantes, donde cada vez que mire al cielo, en esas noches de estrellas tan deslumbrantes, siempre localice la única fascinante, la tuya mi niña bella, como la de esta imagen que acompaña este post que recuerda que estás aquí, que a pesar de tu partida, insisto e insistiré mantener tu presencia inalterable, que te lean, te disfruten, te imaginen allá en el cielo donde tú aun persigues muchos ángeles entre risas y malabares, cantas, ríes, juegas, brincas y cuidas a tu gente que te ha querido hoy, mañana y siempre en este universo inolvidable, quiero que te vean e imaginen que tú de vez en cuando apareces aunque no te vean en ese físico inalterable, porque el tiempo ha de bien inmortalizarte, eres mi Princesa Sophía, mi bailaora de flamenco, jugadora de fútbol y apasionada niña que me llena de traviatas, poesía, bulerías y ansiedades, afianzando mis valores y principios en los años que me quedan para escribirte y recordarte...

No será la última vez mi niña, no dejare de plasmar cada día diez de cada mes tu presencia a través de estas letras, tu memoria y los recuerdos que me llevan a dejar algo de ambos sin vergüenza y sin tristeza, tu sonrisa que hace que me ilusione por cada día más allá de lo que pase, desde ese rincón del alma tu errante trovador quien te escribe hoy, mañana y siempre, simplemente Esdras, como siempre quise y quiero que así me llames desde tu reino inolvidable...

 


 

jueves, 10 de septiembre de 2020

Capítulo XV - Entre poesía y melancolías, entre anécdotas e historias, entre la vida misma y un poco de alegría… A pesar de… A pesar de…

 

Hoy quizás vuelan las alondras, las gaviotas o los gansos entre los prados y las amapolas. Hoy te recuerdo como aquellos únicos días, y ayer te vi entre esos sueños de fantasía. Hoy saltabas entre espumas de letanías, con mirada picara entre guijarros y muchas rosas. Hoy desearía tocar tus manos, sentir tu mirada y sin reproche entre tanta algarabía y algunos abrazos...

Se nos va la vida, se fue la tuya, se irá la mía, aunque yo pido mucho mirándola cada día. Allá entre esos campos donde hoy tú haces vida, siempre estás ahí en cada instante. Siempre estás ahí tan vigilante, siempre estarás ahí tan pendiente, de los tuyos, de los míos. De todos quienes hacemos vida, entre vivencias, errores, intenciones y muy renuentes aun distantes...

Dejo aquí para ti lo de siempre, de esa esencia que me envuelve, de lo que yo veo, siento y escucho de tanta gente, veo ilusiones de muchos, y decepciones de otros, veo algo y algo. Sigo viendo lo que tanto amamos, con un poco de miedo y de espasmos, con audacia y quizás con deseos arraigados, de alcanzar todo sin dejar atrás nada, como tú al elevarte allá a lo alto...

Como lo continuas tú haciendo entre ese mundo espiritual, el de vida en ese espacio, el de esa vida en el universo, el de esa vida que tal vez algún día comparta y yo alcance encontrarte, el de esa vida que algunos imaginan al partir de aquí algún día, el de encuentros cercanos de algún tipo, el de sensaciones que a veces yo pido, y en ocasiones en sueños donde tu y yo ahí hablamos...

Si, así es, así yo te recuerdo hoy entre letras con sabor a cantos, letras con aroma a arrebatos, letras con ilusión y quebrantos, letras que yo adoro tanto, porque es el reflejo de lo que tú me has entregado, a través de esas cosas que yo siento tanto, y que no dejare de entregarte y por siempre mostrarlo, y que quede el legado para tu hermana Issabela a quien también yo amo tanto...

Y Dios permita que ella algún día disfrute explorarlo, que ella recuerde que tú por aquí pasaste y dejaste algo, tan bonito, tan tierno y de mucho arraigo, y por eso yo quiero que Issa algún día tenga esto en sus manos, para que ella siempre sepa que tú pasaste para dejarle parte de su pasado, en un corto tiempo que disfrutaste en este mundo a veces tan extraño...

Hoy cambie el paradigma de lo que expreso en este cuento que yo a veces narro, un poco de armonía, un poco de tanto, un poco de melodías y un poco de encanto, con algo de flores, con algo de colores, algo de tus bailes que te gustaron tanto, algo del futbol que tú amaste desde esas tardes de pelotas y golazos, y entre esas risas y recuerdos que yo aquí dejo y plasmo...

Sé muy bien que allá a pesar de todo te acobija el Maestro, ese quien te enseña a compartir todo aquello que te nutre en ese vecindario, de muy buena voluntad, de buenos Ángeles quienes hoy son tus hermanos, y que por cuidar a los tuyos te permiten inventar de tus ideas y hasta de tus arrebatos, y no importa como lo hagas, lo que importa es simplemente imaginarlo...

Ay mi Princesa yo sé que cuidas a muchos desde allá, en nuestros días que aquí aun nosotros pasamos, yo sé también que a pesar de no verte, algunos aun te sienten y te extrañan tanto, como tu mami, también tu papi, ni hablar tus abuelas, tu abuelo ese que rie tanto, y este narrador de este cuento que se inspira sin quebranto, porque a fin de cuenta cada un décimo día yo dedico estas letras sin dejar de soñarlo...

Quizás yo no pude habértelo dado, no en esta vida, pero a tu hermana sí hay que dárselo, para que ella les entregue a sus hijos un pequeño legado, unas cuantas fotos, y un recuerdo que vive y vive entre todos nosotros que te amamos tanto, y en este ínterin yo hablo por mí, sin miedo y sin tampoco ocultarlo, porque bien vale la pena ya dejarlo muy claro…

Fuiste, eres y serás la guerrera de un mundo tan controversial y hasta muy extraño, insertado en blasfemias, en musicales, novelas y asombrosos heraldos, llenos de algunos Quijotes, de otros Sancho Panzas y hasta de Vengadores que ostentan un poco de agrado, lleno de víctimas y de victimarios, y realmente yo no sé si tú lo sientes, tú lo ves, lo escuchas o lo percibes, pero por estos lares siempre algunos lo intentamos...

Todos queremos ser felices a pesar de todo y a pesar de nada, a pesar de las contradicciones, a pesar de los errores y de los sueños que aun muchos buscamos, como el mío propio al que yo me aferro y no dejo gracias a tu encanto, gracias por inspirarme para escribir e inventar cada día algo, un poco de esto y un poco de aquello, porque aun yo deseo alegremente alcanzarlo, tanto para amarlo, para tenerlo y para también disfrutarlo...

No es fácil ni tampoco complicado, es un esfuerzo que hacemos algunos que así lo anhelamos y tú inspiras la esencia en este intento de yo alcanzarlo, y quizás también por eso aquí yo lo plasmo, para intentar vislumbrar y estimular a quienes leen un poco desde tu glosario, de tus historias y de tus arrebatos, porque aquí fueron y habrán buenos tiempos, que muchos tuvieron y que queremos aun también disfrutarlos...

Seguimos en esta narrativa extraída de esos sueños hermosos a pasar de lo extraño, y no importa tan siquiera el cuándo ni el cómo explicarlo, pero hoy va en sintonía con vítores de añoranzas, de recuerdos, de alegrías y un poco de llanto, inevitable el momento, el que quedo en mi escenario, ese cuando vi que quedaste en aquel lugar donde flores siempre algunos te llevamos...

Hoy no será mi última poesía, ni versos, ni cantos, ni ese musical al que yo deseo algún día orquestarlo, yo no sé cómo lo haré pero te digo que yo lo hago, quizás mañana o pasado, en algún momento para que bajes de allá, sí, desde tú santuario, y aun escondida tú detrás del escenario, yo siempre sabré que estuviste presente simplemente para tu disfrutarlo, porque escucha bien, te amé y yo aun te amo, hoy, mañana y siempre por aquí con esa linda muñeca yo te dejo también un poco de mis deseos, y también de mis locos arrebatos...

Ay mi niña hermosa, ay mi niña bella, ay mi Princesa Eterna, esa que yo recordare tanto, un simple mortal que te quiere y escribe entre alegrías y algunos espasmos, ese quien escribe una narrativa sin tanto tapujo, ni algarabía pero si entre palabras con algo de encanto, para ti, para los que lean esa parte de ti, y esas anécdotas que aun debo escuchar y yo plasmar aquí, entre risas y siempre algún llanto, y no se diga mas Sophía, yo sigo aquí entre todo este abecedario...

Tu amado narrador, tu poeta loco y orador, tu siempre Esdras quien escribe entre canciones, entre melodías, versos y hasta poesía, sin saber de tanto y tanto, pero siempre lleno de ilusión, de sueños y de mucho amor, hoy un 10 de Septiembre del año 2020, después de la medianoche desde mi rincón omnipresente y continuo aquí a veces yo orando...

 



 

lunes, 10 de agosto de 2020

Capítulo XIV – Un día muy especial, un tiempo que quizás se fue o tal vez algún día vendrá, no lo sé, pero bien vale la pena rememorar, mi angelito...

 

Quisiera ahondar en tu mundo espiritual, quisiera entender lo que para ti está bien o no tan bien, quisiera jugar con esa pelota que tú deseabas tener tanto en tus pies, quisiera volver a verte sonreír casi sin parar, quisiera ver tu postura tan afín cuando algo te desagradaba a veces sin chistar, quisiera tantas cosas que pudieran realmente sorprender, aun en la ausencia de un angelito que se fue hace un año sin saber por qué, sin embargo es parte del ciclo vital de la vida, es parte de a veces esas cosas que no siempre traen alegría, que en ocasiones son tan complejas y realmente lejos de lo simple de nuestra vida, que trascienden en un mundo extraño, controversial y asombroso por igual, quisiera definitivamente seguir viéndote aunque fuese en mis eternos sueños para poder disfrutarte sin que pare de llover...    

A veces yo imagino las audacias y la entereza que tú tienes allá en aquellos predios donde todo es posible sin saber porqué, donde tu Maestro cuida de ti, donde tareas tienes también a doquier, donde en ocasiones organizas los partidos de futbol a tus pies, donde pitas y protestas, donde corres a tus anchas donde quieras, donde ríes de una caída en un campo de mil maravillas, donde arrugas tu frente en algo tan improcedente, donde protestas y tu Maestro corrige tus petulancias, donde asientes la cabeza en señal de mil perdones y humildad sin arrogancia, donde tal vez comes helado a todas tus anchas, o te regocijas de degustar lo que más tú anhelabas, donde ayudas a los tuyos sin esperar nada a cambio, donde siempre miras a tus seres queridos a pesar de la distancia, donde vigilas hoy día a tu hermanita quien está en proceso de desarrollo y enseñanzas, donde velas por tu mami quien jamás olvida a su princesa Encantada, donde cuida a tu papi quien hace las mil y una peripecias para evitar les falta algo a sus dos amadas, quien te recuerda permanentemente montado en la bicicleta que tu tanto adorabas, y que quizás tu ya estés montando la tuya por allá donde todo pasa, y donde nosotros no podemos ni ver de eso que tu tanto veneras desde esa morada, a veces yo sigo imaginado escenas de una película, de una obra, de un libreto que aun no se acaba...

Son tantas y tantas las imágenes que surcan mis pensamientos acerca de los desafíos y las tremenduras que sigues tú haciendo por aquellos lares donde simplemente todo pasa, tal vez tú ves, tú escuchas y tú sientes todo aquello que a cualquiera de nosotros eventualmente nos pasa, cuando te vemos y cuando nos asentamos sobre la almohada, y aquí seguimos mi angelito, aquí recordamos tus andanzas, aquí mantengo tus imágenes de esos momentos desde la alborada, en ocasiones me río, y agradezco por esos pequeños momentos, te mantengo presente en cualquier reto, sé bien que escuchas cuando yo te hablo y te recuerdo, y sobre todo cuando tomo el teclado y simplemente escribo, para ti, para mí, para quienes disfruten o lean acerca de ti y de tus acrobacias, acerca de lo que yo pienso, lo que imagino, lo que escucho y lo que siento, de lo real o lo fantasioso pudiera ser, de lo versátil y contagioso que pueda dejar tu ver, de los malabares y hasta los bailes que en tus últimos días dejaste tu ver, de los días de lluvia o sol sobre aquellas montañas cuando llegaste para tu aprender, son tantas que aún quedan sobre este libreto que sigo yo intentando plasmar sin detener...

Una vez te vi bailando con tu traje de borlas y flecos, cual gitana sevillana gira y gira con maniobras muy arraigadas, traje de rojo, pañoleta sobre tu cabeza y un destello inmenso en tus ojos, una sonrisa picaresca, burlona y petulante que te hace la dueña de la escena en aquella obra montada, y yo desde ese palco sobre la barda, quien aplaudía sin parar gritaba y gritaba, olé y olé a la niña bravía quien taconeaba dura sobre la tarimada, mostrando la audacia y la gallardía que una bailaora hace al marcar la faena de una melodía que aun sonaba, el vitoreo sin parar de todos quien aplauden a la Princesa quien no paraba, mirada penetrante en momentos de cada tonada, desafiando el argumento, las tablas y mil miradas de quienes boquiabiertos simplemente te admiraban, escenas pirulescas, atrevidas y ensoñadoras en un teatro atiborrado de mil gentes que vitoreaban a la “Niña Envalentonada” y al termino de la algarabía y la melodía que te acompaño en esa audacia, un hermoso ramo de rosas rojas y un clavel rojo en tu boca, mordiendo la presentación en honor a quienes te acompañaban, viva la obra mágica, viva el teatro, viva la música, y viva la Niña quien honró las melodías que tanto amaba...  

Así yo deseo recordarte hoy, así te veo desde la fantasía de mi rincón, así intento yo describir las imágenes y las escenas desde mi bastión, porque vuelvo a decirte y expresar, siento te convertiste en mi musa cuando plasmo este libreto y cualquier otro emprendimiento de mi imaginación, tal vez son algo más que letras o composición de una prosa, de un poema, de una obra con matices de alegría, de recuerdos bonitos y sanos, de momentos vividos de un pasado, e incluso de escenas de un futuro promisorio que posiblemente aun no ha llegado, o que quizás llegó allá en los lares donde ahora eres tu el espectáculo de toda esta premonición, siendo esto un homenaje humilde a quien llego a tocar mi humilde corazón, aun lleno de amor y ternura que deposito sobre este texto sin vacilación, y donde yo sé muy bien te lo lee tu Maestro para alegrarte cada día por tu mejor interpretación...

Seguimos algunos por aquí recordando mil peripecias en tu honor, unas flores aun te debo yo, que te dejo allá donde reposan tus restos que tu padre designaron con dolor y con amor, una misa quizás hoy fuera el recuerdo de este día sin dudarlo, pero lamentablemente las condiciones actuales no lo permiten para esta ocasión, aunque cada uno de nosotros oramos y le pedimos al señor, te cuide como siempre lo ha hecho para que continúes desde allá con tu labor, un angelito que partió a hacer tareas por amor, por sus seres queridos y amados, por la historia misma de tu vida, existencial, espiritual y trascendental, aquí dejo plasmado mis oraciones y mis peticiones de una historia que aun tiene tela que cortar, y letras que contar...

En el capítulo anterior te compare con el Chocolate, el mejor de este mundo está aquí, y el mejor del universo está allá en tu jardín, y hoy luego de ver una reciente imagen de Issa, tu adorable hermana, definitivamente Dios nos dejo ver, probar y sentir un chocolate como tú, y un chocolate blanco como ella, tan parecidas, tan espontaneas, tan ustedes como lo fuiste tú y como lo es actualmente ella, pero una blanca como la espuma, dulce y angelical como tu desde la alborada, y la otra morena suspicaz, atrevida y hasta muy osada, y reitero, espero algún día tu bella hermana lea estas letras que estaré dejando como legado de una historia de vida de alguien quien importante fue en nuestras almas, "Mi dulce chocolate angelical", la Princesa Bailaora de mi arma, quien juega Furbol por allá en los jardines del cielo sin que nadie la detenga ni la distraiga, y ahora tal vez ya está montando bici haciendo Cross por esas montañas... 

Quizás son unas expresiones que fluyen a través de mis pensamientos, son escenas que vivo día a día entre algo de trabajo que emprendo, una melodía musical que escucho mientras yo escribo, viendo la costa del mar allá a lo lejos, obviamente desde mi ventana, y que cambie la posición de mi área de trabajo, para simplemente verte cada vez que yo miro al cielo, siendo tú quien motoriza mi inspiración, así te veo mi niña, así honro yo mis recuerdos, así yo deseo continuar creyendo que todo es posible aun con los atenuantes y las situaciones que afrontamos los presentes en un mundo controversial pero aun con esperanza e imaginación...

Un diez de Agosto de hace una año partiste sin aviso ni premeditación, un día como hoy lloramos tu regreso al mundo desde donde viniste a compartir tu aparición, tus enseñanzas, tus aprendizajes, tus arranques y tus acrobacias sin distinción, y hoy sigo viviendo las imágenes tuyas desde mis pensamientos, desde mis sueños y más allá de mi imaginación, quien te quiere, quien te ama, quien te tiene presente, tu humilde tal vez trovador, poeta y hasta escritor, narrador de esta historia y de muchas otras se despide por ahora con mucho nostalgia y amor, simplemente alguien a quien conocen como Esdras, quien escribe y seguirá escribiendo este libreto por honor y con AMOR...

Para ti Sophía...

 

 

jueves, 9 de julio de 2020

Capítulo XIII – El mejor CHOCOLATE se encuentra allá, SÍ, allá en el cielo, disfrutando a pesar de… Y cuidando ahora a su hermanita, quien llegó unos días atrás para quedarse…


Como no recordarla, como no amarla, como no quererla, fue, es y será siempre una bendición de Dios, una bendición de los Ángeles, una bendición hasta de las estrellas y del mismísimo Universo, pero bueno fue una fortuna tenerla, fue una delicia escucharla, entre sus artimañas, su franqueza, su espíritu, y su entereza para dejar muy claro que siempre fue a su manera, tal vez bailo algo, tal vez canto algo, tal vez intento jugar sobre lo básico, más allá de sus sueños de hacerlo en el mejor escenario, sin embargo y a pesar de sus limitaciones en este vecindario, pues allá arriba está a sus anchas, a su antojo y coordina desde el evento más pequeño de todo su glosario, hasta aquellos que trascienden la magnificencia de lo extraordinario, quizás lo lamentable es que todos aquellos que aun abajo aquí estamos, ni soñando podemos verlo, escucharlo o sentir todo ese alboroto, toda esa dicharachera y saltimbanqui que ocasiona sus estruendos y sus liosnotecarios  (llámese de esos asuntos que no tienen remedio, traducción o eufemismos en nuestro abecedario), porque de líos, de juergas, de bromas, y travesuras, esta pequeña y picara Princesa ya tiene cumlaude pese a su tamaño...

Por supuesto comienzo otorgándole un ajustado y saboreado nombre como buen venezolano, porque déjeme decirles que el mejor CHOCOLATE de este planeta, simplemente es y será por siempre “Muy Venezolano”, y así mismo cuando en sus mejores tiempos se exportaba a través del mundo, pues en estos tiempos no tan buenos se llevo mucho más lejos de estos escenarios, más allá del cielo, en el inagotable universo circundante de ese reino, donde el Maestro dicta cátedra, dicta mandatos, cuida a los niños, cuida a los Ángeles, les da sus charlas, les pone sus tareas, les asigna obediencia, los sumerge en ese hermoso mundo espiritual, el de hacer bien y luchar contra el inocultable mal, tratando él que den lo mejor de todos ellos, y de vez en cuando aceptando sus triquiñuelas, sus andanzas y sus peripecias, porque en algún momento de su eterna vida, tal vez él llego a ser igualmente un bebe, un niño, un ángel, un ser quien por siempre divino y universal, como lo serán todos ellos, incluida mi chocolatico traviesa, ese Ángel de la Guarda, quien se sale a veces con las suyas y ahora siempre organiza cualquier evento como por arte de magia, más allá de nuestros espacios, allá donde todo es válido, posible y eterno, donde en algún momento quizás también iremos, a cumplir posiblemente otro trabajo, otra misión, y continuar esa post-vida que absolutamente nadie conoce pero con el deseo de ser capaces de ver la belleza y hasta disfrutar de lo eterno...

Pues déjeme decirles, tal vez comentarles, o contarles popularmente hablando, recién llegó Issa, sí, así le puse YO, simple, aunque su nombre suena a Reina, a quien moverá tal vez cielo y tierra, quien tiene las mismas características de su antecesora, es y será siempre a su manera, y no a la manera de los demás, porque déjeme decirles también, ella llegó anticipada, con un día de antelación, aun cuando estaba pautada para el siguiente, pero NO, definitivamente no iba a ser así, sería a la manera de las “Chocolinas”, Sophía como el Chocolate Oscuro, amargo y dulce a la vez, adictivo e insuperable, y la otra, Issa, como el buen Chocolate Blanco, dulcito, sabrosito, tan rico y tan gustosamente envidiable al paladar, pues sí, fue un día del Arquitecto para Venezuela, un día conmemorativo en la consagración como nación en los Unaited Esteis (a nuestro vocabulario), y un día para mí en lo particular y en complicidad con su hermanita Sophía, un día re-memorable a partir de ahora, porque el 4 de Julio del 2020,  llegó en un vuelo tipo Chárter, fletado especial procedente desde los Cielos, Isabella Victoria, quien vino literalmente a quedarse, a aprender, a nutrir de amor palpable e inagotable, a dejar su marca inevitable, y a quien le contaremos a través de cuentos, anécdotas, sucesos, imágenes y hasta videos, quien fue su hermana, que hizo ella en ese tiempo corto pero bello, que dejo muchas sonrisas y recuerdos como también su marca innegable...

Claro, era inevitable la presencia espiritual de mi Princesa, esa visita en ese quirófano a la espera del nacimiento de su hermana Issa, sí, pues Sophía, sí, ella estuvo ahí, me lo conto luego entre mis sueños, el único sitio donde yo tengo la oportunidad de verla, tan avispada, tremenda y risueña como siempre, haciendo de mis noches un mágico momento insuperable, otorgándome más y más vida y diciéndome que jamás me rinda, a pesar de todo, a pesar de estar a veces tan cuesta arriba, porque ella siempre así lo decía, a su hermosa Mamá, eventualmente también a su Papa, y a todos aquellos que la conocieron y sostuvieron con ella un espacio de tiempo que quedo plasmado en cada uno de sus pensamientos “Tranquilo, todo estará bien”, y así mismo es y ha sido, como también yo espero seguirá siendo así, a pesar de...

Hoy un día más, un día DIEZ de cada mes, cumplo o por lo menos eso intento mi pequeña niña, cumplo mi compromiso de dejar unas pocas letras describiendo un poco de ti a mi manera, de tu bella historia, de ese poco tiempo de vida existencial a pesar de yo no haber podido disfrutar ese tanto de tu presencia tan real, pero aun así yo te agradezco tú seas mi inspiración hoy y te convirtieras en mi pequeña MUSA, así tan traviesa, tan pícara, tan tremenda, a veces tan terca, que de nada raro eso podía faltar, se lleva en la sangre, y aun así yo disfruto en esas pocas ocasiones donde simplemente logro verte a veces tan lejos y otras tan cerca a través de mis sueños, en mi espacio tan particular, donde en ocasiones leo, en otras escribo, y en algunas interactúo con gente tan desconocida, como con los buenos conocidos, donde imagino, donde creo, donde idealizo, donde también planeo como si volase a cielo abierto, como si fuese conducido por esa legión de Ángeles que tu comandas desde el cielo, con ese color particular a CHOCOLATE en el mejor de los cielos y tan nuestro, donde todo puede pasar, más allá de las fantasías, ilusiones y sueños, donde y a pesar de un tiempo incontable, a veces tan efímero e inagotable, pareciese fuese eterno y hasta envidiable, pues si mi pequeña niña, así paso yo los días, entre pensamientos, muchos buenos y asombrosos, y otros no tanto porque no somos para nada perfectos, pero tú me has dado cuerda y fortaleza para esperar, para superar, para continuar y maniobrar en este mundo tan extraño, tan contradictorio, tan volátil y definitivamente asombroso, porque como se dice desde los anaqueles más antiguos de nuestra historia, aun entre calamidades, complicaciones, guerras y traiciones, el bien siempre superara la barrera del mal, la esperanza nunca muere y los sueños siempre se alcanzarán en la medida de nuestros esfuerzos, trabajos y sacrificios, y cariño, tú has influido definitivamente bastante en ello...

Hay muchas anécdotas referentes a ti, cuentos, sucesos, momentos, que muchos otros conocen mejor que yo, y que en su tiempo simplemente yo escucharé, interpretaré, describiré y plasmaré en esta pequeña historia de vida, que mantengo celosamente entre mis cosas más bonitas, entre esos tesoros que espero algún día publicarlo como un bello libro, que estará en alguna estantería de alguna librería, o simplemente en mi Biblioteca personal, y no como un libro más, sino como ese libro tan especial, que me hizo soñar, que me hizo visualizar, sentir y anhelar, que este viaje aún le quedan leguas por andar, y que de una u otra manera he de plasmar parte de mi historia, como yo plasmo o intento plasmar parte de la tuya, para que le cuentan a las siguientes generaciones, a tu hermanita, a los hijos de ella, y a los hijos de ellos, quien fuiste, que hiciste, quienes fuimos, que hicimos, que dejamos, y quizás como han de recordarnos, o simplemente como queremos que nos recuerden, aun en esos tiempos que ni tu ni yo podamos volver a vivir así regresáramos, porque esta vida lamentablemente es una sola mi niña, y la tenemos que vivir de la mejor manera posible, así como tu lograste tener la oportunidad de cantar, bailar, reír, hacer reír, comer, disfrutar, y mil veces intentar y por lo menos un poco entender a quienes disfrutaron de tu presencia que fue tan real, realmente muy corta, pero muy real...

Yo aspiro llegar a los cien y quizás un poco más, porque como bien tú me has dicho “TÚ AÚN TIENES MUCHAS LEGUAS QUE ANDAR”, entonces literalmente interpreto que me queda mucho por lograr y contar, por plasmar y narrar, por vivir y soñar, y por supuesto para engrosar tu Historia de Vida, aunque sea desde la esencia espiritual, con anécdotas y momentos que dejaste aquí muy marcados en esta familia tan peculiar, y que yo pretendo disfrutarán algún día tu hermanita Issa, cuando ella tenga la edad, y logre entender quien fue Sophía, la Princesa de Chocolate que vino a este mundo no únicamente a pasar, sino que nos vino a hacer que fuésemos mejores a pesar de una inesperada partida que tal vez no se podía evitar, y que entre esa tristeza y melancolía, entre lágrimas vivas, llantos inconsolables, pues un recuerdo bonito yo intento dejar, y que tú me sigas transmitiendo esas energías tan positivas para seguir andando por este mundo tan controversial...

Aquí estamos todavía algunos, aquí seguimos entre espasmos, angustias, sorpresas, risas, una que otra tristeza, entre anhelos y entre sueños de marchas, entre copas y andanzas, entre versos y poesías, entre cuentos de alcoba e historias de vida, entre palabras y frases que para algunos inspiran, para otros tal vez sea parte de la vida, entre composiciones, canciones y melodías, entre rascarme la cabeza en ocasiones, reírme de mi mismo, y acordarme de ti en esos momentos de introspectiva, simplemente para despertar de un momento de vida y caer aletargado en ese sueño de maravilla, y continuar soñando que llegaremos tan lejos como cada uno de nosotros nos propongamos en esta oportunidad de vida, y que tú seguirás diciéndome “TRANQUILO, TODO PASARÁ Y ESTARÁ BIEN”, y entonces yo volveré nuevamente a la vida y superaré los atenuantes que en ocasiones quieren alterar nuestro anhelo de vivirla, TE AMO CARAJITA, TE RECUERDO, TE ESCRIBO y yo espero continúen leyendo aquellos que honran tu memoria a través de estas humildes letras que yo intento narrar de como llegaste y como aun tú sigues por acá haciendo de las tuyas en este inexorable mundo lleno de controversias, tristezas y alegrías, tu narrador de historia, tú loco por siempre y como también siempre quise que tú me dijeras, simplemente... Esdras...