viernes, 2 de junio de 2017

A través de las Catacumbas… Y comenzando otra vez…



A veces para poder encontrar nuevamente la luz, esa que divisamos en nuestro tiempo, entre nuestros sueños y mil esfuerzos, e intentar escuchar la dulce melodía del bienestar, debemos atravesar senderos oscuros,  llenos de misterios y de melancolía, llenos de sentencias y hasta de soberbia, con mil y una pregunta, acerca de todo o de nada, acerca de aquello que muchas veces no entendemos, acerca de eso que nos llena de dudas y de miedos, de quebrantos y de sufrimientos, de osadías y de tentaciones, pensando siempre al ocaso en mañana, simplemente en mañana, mañana, mañana...

Así fue, así es, y así será, quizás no para todos, quizás no para muchos, quizás solo para algunos, pero en el universo hay una ley universal cual nunca estará por encima de la voluntad de su benévolo Creador, y mucho menos de nosotros, simples seres carnales, finitos, imperfectos, y hasta muchas veces soberbios, arrogantes y molestos, porque así fuimos creados, porque así hemos vivido, porque así hemos ido aprendiendo, porque así tal vez en ese tiempo, terminamos aprendiendo a valorar este hermoso tiempo, este tiempo de vida, tiempo de enseñanzas, tiempo de lecciones y tiempo de situaciones, que no vienen o llegan al azar, ni por casualidad, ni porque la mala suerte nos ha de juzgar, cuán equivocados muchas veces estamos en esta vida de insana paz...

Una paz que incesantemente algunos buscamos, que muchas veces la tenemos, que muchas veces la desechamos, que muchas veces nos abofetea y aun así siempre la tentamos, y es nuestra voluntad la que nos golpea, hasta que terminamos de comprender o quizás medianamente entender, que no se trata de ir contra la corriente, ni de arriesgar eso que no vale la pena conquistar, se trata a veces de simplemente superar, se trata de a veces afrontar nuestra bella y hermosa realidad, esa donde no escapamos a los hechos, donde ni siquiera intentamos ir más allá de nuestra voluntad, y donde el Creador interviene a veces para probarnos, para medir nuestra capacidad, para hacernos sentir de verdad, de que estamos hechos y cuanta pasión tenemos para continuar en el juego, para continuar intentando, para continuar haciendo, para continuar luchando, en eso que nos mueve, eso que nos llena, o eso que aun a estas alturas, en algunos casos ni siquiera hemos terminado, o peor aún, ni siquiera lo hemos iniciado, y es entonces cuando todo sucede, cuando de repente se nos viene, y cuando todo nos llega repentinamente, y no es que sea tarde, tal vez, solo tal vez, es una nueva oportunidad, pero esa oportunidad no es ni será jamás gratis, ni siquiera es un regalo, es simplemente esa prueba que el universo te envía, para saber cuánto esfuerzo y tiempo tú estás dispuesto a valorar, y es cuando los miedos y las angustias superan esa bella realidad, y es a través de las catacumbas, es a través de la oscuridad, es a través de tu ansiedad y espiritualidad, tú puedas ser capaz de superar, atravesando esas grutas que siempre has querido evitar, sea en la enfermedad, en las penas, en las desdichas y hasta en la soledad...

Fuimos elegidos por nuestro Creador a través de este universo lleno de majestuosidad, algunos para simplemente formar parte de un circulo vital y esencial, otros para dejar una huella que quizás no se borrará, otros para ir más allá de lo que otros no pudieron lograr, y algunos pocos para dejar ese legado que en alguna escritura posiblemente ha de perdurar, no importa el fin, no importa el logro a superar, no importa cuánto esfuerzo tú haz de alcanzar, lo realmente importante es hasta donde tú eres capaz de llegar, y es a través de esas tenues señales, de causas y consecuencias, de elecciones y decisiones, de esas situaciones que no escapan a nuestra realidad, que nos miden sin escatimar, y que nos tientan hasta hacernos temblar, como lo manifesté anteriormente, en la enfermedad, en el infortunio, en la desdicha y hasta en la fatalidad, simplemente debemos verlo como una nueva oportunidad...

Quizás yo no soy el más afortunado, ni un desdichado, ni siquiera el más preparado, menos un experto o un estudiado en los eventos de la universalidad, tampoco un versado entre letras y frases que componen una melodía acerca del bienestar de la humanidad, simplemente expreso una interpretación de un pasado entre amigos y mi familiaridad, de un presente simultaneo cerca de quienes anhelo yo ayudar, e intento avizorar un futuro con algo de mejor calidad, más allá de los atenuantes, más allá incluso de nuestra realidad, más allá de lo que quisiera yo intentar, simplemente vivir, vivir e intentar hacer más allá, de lo que mi capacidad me permita hacer mientras continúe en el juego universal, ese que llamamos vida, y que lo aprovechare hasta el último minuto que se me permita estar, porque así es como yo intento hacértelo entender, te lo dije, te lo digo, te lo reitero, comienzas nuevamente el juego, el juego que tú debes terminar, quizás ese que aún no has querido empezar, y que en este momento has superado en tu primera prueba que el Creador te ha puesto en tu bella humanidad, cruzando las catacumbas oscuras del misterio, de las penas, de los llantos y de las dudas, a través de una intervención extraordinaria con un grupo privilegiado de profesionales de la medicina, quienes hicieron hasta lo imposible para poderte traer de nuevo a esta bella realidad...

Es tu turno ahora de hacer tu jugada, de revertir el llanto y las dudas, en optimismo y alegrías, de comenzar de nuevo en este mundo que aún no se termina, de volcar tu apetito voraz y agradecimiento divino por regresar desde la tumba, por esa elección y decisión que te permitió superar con mucho esfuerzo, con muchos, pero muchos días de angustia y de soledad inhóspita, esa que en momentos te alejo de seres quienes realmente desean el bien para ti, y que entendemos que más allá de esos momentos de zozobra, de incertidumbre y de sollozos, el Creador te dio el valor suficiente para creer en ti, en esos que a tu lado permanecieron, de esos que ni remotamente conocías, de esos profesionales que siempre te dijeron que todo saldría bien, y que a pesar de esas horas de pesadumbre, largas y tortuosas, hasta eternas de intervención quirúrgica, lejos del mundanal ruido, de los eventos sociales de un país envuelto en caos y contradicciones, aun permaneces en el juego divino de la vida y que realmente es la mejor oportunidad de ahora dar tu parte y dejar tu huella en este maravilloso mundo imperfecto, lleno de obstáculos y de opciones, agradeciéndole al Universo por dejarte jugar y aprovechar el boleto a esa bella oportunidad. Simplemente vívela, haz lo que debas hacer y disfrútalo más allá de tus sueños, más allá de tus limitaciones, más allá de eso que anhelas, quizás con un tequila, con un kalua, con un amaretto, con un sambuca o con cualquier brindis que tú desees hacer, pero eso sí, recuerda muy bien, jamás olvides algo realmente importante, agradece esta bella oportunidad, no importa como lo hagas, simplemente agradece que estas en el juego divino de la vida...

Compadre se le quiere un montón, un montón, un montón, su amigo del alma, alguien quien intenta ser feliz y hacer feliz a quienes cerca de mí han de estar, y quien intentará plasmar en algún momento, ese capítulo de tu historia que quedara como una maravillosa anécdota de una prueba divina... Esdras...