Como era de
costumbre, siempre tomaba tiempo durante el día para indagar, revisar, leer y
oportunamente entender lo que sucedía en otras partes de mundo, era intuitivo y
formaba parte de su naturaleza, el internet permitía hoy acceder de manera
inmediata a los diversos acontecimientos en el mundo, como también para
investigar y documentarse en aquellos temas donde siempre sintió mucha
curiosidad, simplemente era una manera de auto educarse y evolucionar en el deseo
inagotable de su desarrollo personal...
Notas de prensa y
aconteceres en Madrid, Barcelona, Valencia, París, Lyon, Roma, Venecia,
Florencia, Frankfurt, Berlín, Praga, Ámsterdam, Odessa, Almaty e inclusive un
poco más allá, Shenzhen, la ciudad tecnológica por excelencia al sur de China,
Hong Kong, Guangzhou, Chongqing, Shanghái y Beijing, todas ellas siempre tenían
algo en común, las tendencias de los mercados financieros, las innovaciones en
los medios constructivos, la evolución en los productos alimenticios y
tecnológicos, los eventos culturales, las exposiciones, el arte y las
oportunidades...
Por supuesto,
eventualmente leía noticias sociales y de sucesos, solo por curiosidad y para
comparar los distintos escenarios en que nuestro mundo se comparten, con
situaciones similares a las nuestras, y algo le llamo poderosamente su
atención, un evento trágico ocurrido días atrás en Alemania, específicamente en
Dusseldorf, alguien con un nombre de una
persona muy cercana, estuvo envuelta en un accidente lamentable, entonces leyó
la nota de prensa completa, quedó inmutado al ver la referencia de dicha
persona, era alguien que a pesar de tener unos cuantos años sin saber de ella,
fue quizás de ese tipo de personas que marcaron una época imborrable de su
historia de vida...
Al término de la
nota de prensa, publicaron las imágenes con los documentos de identificación,
era ella y solo recordaba la última vez que ambos se vieron, donde se
despidieron diciéndose se volverían a ver en un futuro no muy lejano, para
intercambiar y compartir una vez más todo aquello que ambos lograrían a pesar
de estar muy lejos, y precisamente fue a finales de esa adolescencia ingenua,
fantasiosa, alegre y divertida, en esa época esperanzadora donde todo podía
ser, donde imaginabas más allá de donde pretendías ir, sin medias tintas, sin
vergüenza, donde solo expresabas y compartías todas esas ideas que fluían sin
importar qué y cómo alcanzarías llegar a ser eso que buscarías a través de ese
camino, que apenas lograban ver, que apenas comenzaban a transitar sin importar
por dónde, cómo y qué...
Fue un momento
controversial, un momento de esos inusuales, no lo esperaba, ni tan siquiera al
amanecer en ese día con el que se había levantado con muy buen ánimo, producto
de esos últimos acontecimientos, y con ganas de ver nuevas cosas y emprender un
pronto viaje hacia lo desconocido, pero sustancialmente nutritivo y tal vez
esperado por tanto tiempo… Y entonces solo sintió una bocanada muy fuerte de
aire de ese pasado, y viajó emocionalmente hacia esos años, hacia esa época
donde todo comenzó de manera hasta ingenua, pero con tal fuerza que lo ha
llevado hasta ahora por un sinfín de caminos, situaciones, experiencias y
errores que le han permitido vivir y aprender a distinguir lo real y verdadero,
de lo ideal y pasajero, pero así han sido todos, así ha sido su vida, con
éxitos y fracasos, donde todo ha venido en el momento adecuado, así ha llegado
hasta hoy, continuando y buscando eso que aun definitivamente, aún no ha
llegado...
Ella fue alguien
quien significo mucho en esa época, en esos años de finales de una adolescencia
y el principio de una vida de adulto, donde prevalecían las ganas y los deseos
de adquirir experiencia, alguien con quien compartió lecciones y enseñanzas,
ideales y esperanzas, quien le ayudo a emprender ese viaje al cual aún no
termina, y por quien en algunos momentos de su atenuante vida, ha vivido, ha
experimentado, ha sufrido, ha aprendido, y ha querido compartir penas y
alegrías, y recordó fue quien le dio su primer beso, ese que nunca se olvidaría,
y que muy a pesar de no ser ninguno de los dos ese referencial del primer amor,
fue una amistad especial para los dos, y que lamentablemente no volvería a
verla ni a compartir lo que la vida les dio a los dos...
Fue en esa época
cuando todo realmente se inició, donde comenzó a preguntarse acerca de tantas
cosas, tantos sueños, tantos deseos, de quien llegaría a ser, en quien lograría
convertirse, como lo haría, en ese acervo apetito por aprender, por
conocimiento, por sentir, por querer, por aprender a amar y por encontrar el
umbral hacia lo definitivamente esencial de una vida, compartir esos pequeños
placeres donde solo eres quien deseas ser, sin vergüenzas, sin penas, sin
adagios ni exigencias, solo dejar entrar y mantener todo aquello que te hace
crecer, que te hace vivir, que te hace desear dar lo mejor, muy a pesar de no
saber un carajo de muchas cosas que aun debes aprender, no le fue nunca fácil,
no le ha sido complicado, muchas cosas fueran acertadas, y otras lamentablemente
fueron erradas, es la propia ley de nuestra vida, no se vive bajo un arco iris,
no se vive en un paraíso, estamos expuestos a todo y al mismo tiempo a nada...
Recordó sus
comienzos, a ese glosario de elementos y aspectos que determinaron parte de los
deseos de un ser quien comenzó a interactuar con un sinfín de acontecimientos y
eventos versados sobre situaciones propiciadas, todas de acuerdo a lo esperado
e inesperado, a sentimientos, a los juegos, a su vida profesional, a su sueño
de convertirse no en alguien más, solo en alguien quizás un tanto diferente a
los demás, donde muchas veces son riesgos, y otras son elecciones y decisiones acerca
de eso llamado intuición, con alguna razón o sin ella, pero que algo
definitivamente te llevaría a tomarlo y hacerlo, a pesar de seguir siendo un
riesgo, porque no existe nada seguro en la vida, solo es eso o dejarlo pasar,
sin embargo a pesar de todo eso, simplemente habría que brindar y solo recordar
en algún momento lo bueno o lo malo que te hizo quién eres y quien aún
continuas deseando ser...
Recordó aquella vez
en el parque, aquella última vez donde compartieron todos un día de libertad,
entretenimiento y diversión, donde abrieron con libertad su alma, un momento extraordinariamente
sano para aquella época, quizás ingenuo o ideal, donde sentados todos sobre el
césped hablaron abiertamente de sus deseos al culminar esa etapa que estaba muy
cerca de culminar, y entrar a una nueva, una que definiría en cierta medida el
inicio de un sueño que estaba por comenzar, una que definiría y formaría la
personalidad que llevarían, y a pesar de tanta ingenuidad, de tanta vehemencia
como los expresaban algunos, y de tanta timidez como otros se reservaban sus
deseos, era evidente que entre todo el grupo solo cuatro de ellos, incluyéndolo,
tenían un poco más claro cuál era la ruta escogida hacia la vida que buscaban,
y reiteró muy a pesar de tanta ingenuidad, pero con ese deseo de encontrar la
sapiencia y la certeza de que alcanzarían sus sueños, esos que de una u otra
manera todos se plantearon en ese imborrable momento...
Muchos de ese grupo
estaban con pareja, otros no, simplemente eran buenos amigos, pero fue ese día
cuando todo quizás le permitió ajustar lo que en el fondo quería en principio
alcanzar, siempre se caracterizó por su temeridad y riesgo, salir de su estado
de confort e ir más allá de las trivialidades, de las características
convencionales, de encontrar y entender
que no se trataba de hacer lo que la mayoría optaban por realizar, era
disfrutar y saciar ese apetito voraz por aprender y sentir pasión por aquello
que se mueve desde el fondo de su alma, aquello que le haría feliz, aquello que
tal vez le permitiese encontrar eso llamado felicidad, que más que un término
muy trivial, muy usual y muy buscado, es una cuestión de actitud que se busca
compartir con alguien más, ese alguien con quien quizás logres pasar el resto
de una vida, el tiempo donde Dios le dio la oportunidad de vivirla y sentirla,
a pesar de cometer errores, y desilusionarse en cualquier caso, hasta lograr
dar con la persona correcta, más no perfecta, y se dice fácil, pero nunca ha
sido así...
Fue durante ese
paseo en el parque cuando ambos en un momento determinado decidieron aislarse y
conversar abiertamente de sus pasiones, sus deseos, visión de vida y
sentimientos, hubieron encuentros fortuitos entre ambos y señales que parecían
compartir en principio las ganas de ir hacia lo mismo, y fue cuando se miraron
a los ojos, apenas en susurro intercambiaron emociones, se dijeron tantas cosas
y de forma muy natural ambos acercaron sus labios, sintieron la suave piel de
sus rostros y dejaron sentir su calidez, su humedad, su dulce y grato sabor, en
ese beso que nunca antes habían sentido, se abrazaron tiernamente, y ella se
acercó a su oído y le dijo...
“Te
irá muy bien en la vida, alcanzaras cada cosa que tu desees, llegaras lejos y
harás lo que muchos no lograran, alcanzaras cosas buenas y te equivocaras, yo
alcanzaré las mías y también me equivocaré, quizás nos volveremos a encontrar,
quizás nos abrazaremos una vez más, quizás nos volveremos a besar, yo no lo sé,
es cuestión de tener ambos un salto de fe y esperar ese encuentro nuevamente en
un tiempo, ese que ni tu ni yo controlamos, ni sabemos cuándo ha de ser”…
Esas palabras quedaron
grabadas en su memoria, ese momento quedó plasmado en su alma, no era ese amor
angelical y primerizo, fue simplemente un momento especial de alguien quien
significo mucho en un momento crucial, con quien compartió una visión de vida
similar, con quién compartió intereses y deseos muy a pesar de tan corto lapso
de tiempo e ingenuidad natural de adolescentes, con quien quizás sintió en
algún momento pasión por juntos ir a través del mismo camino, pero que en
esencia sabía muy bien, ambos elegirían caminos distintos, pero que existiría
una remota posibilidad de encontrarse nuevamente para compartir historias y
anécdotas de sus vidas y sus fehacientes elecciones y destinos...
Lamentablemente esta
vez no sería así, el universo no tenía previsto ese encuentro quizás en este
tiempo, tal vez en otro, acongojado y con una tristeza muy especial soltó una
lágrima y comenzó a conversar en voz alta, se encontraba en su oficina, solo se
asomó en la ventana, miró al cielo preguntándole al Creador ¿Que
se hizo mal? o ¿Que dejamos de hacer? ¿Por qué no les permitió volverse a
encontrar?... o solo era que su encuentro no estaba pautado para este
tiempo eventual, simplemente somos almas que viajamos a través del tiempo,
quienes cambiamos de forma, de color, de textura, de momentos, de historias,
que a pesar de nuestro libro de ruta, solo está en las manos de nuestro
Creador, creer y dar un salto de fe para continuar o para simplemente volver a
empezar...
Ir hacia el pasado
en un momento de su vida tal vez crucial, que apuntaba a un futuro gratamente
mejor e inesperado, le permitió re-encontrarse consigo mismo en un momento
determinado, sabía que nada en la vida sucede al azar, todo son consecuencias,
todo está quizás escrito, en alguna parte de ese libro, y no precisamente el
que escribe con su propia tinta y con sus propios sentidos, porque en el
momento que Dios lo eligió para transitar por estos caminos, él no lo podía saber,
no lo entendía, y no hacía falta que buscase explicación, era muy simple, debía
dejar que todo fluyera sin ninguna condición...
Y en alguna parte, al otro lado de una montaña algo
lejana…
A pesar del temor,
las dudas, las mil preguntas, su deseo, su intuición, su perseverancia y su
verdadero miedo, le preguntó a través de un mensaje directo...
“Me gustaría
escuchar tu voz… ¿Quieres?”...
Y entonces solo
esperaría la respuesta crucial...