Hoy es un día quizás de esos, cuando tienes la sensación de manifestar
ciertos aspectos de la vida, cuando hay necesidad de expresar sentimientos de
fraternidad, apoyo y solidaridad, sobre aquellos que de una u otra manera
significan y forman parte de nosotros, desde esos tiempos donde compartimos
muchas cosas, desde esos momentos cuando nos distanciamos, simplemente por
encontrar nuestro propio camino, y desde esos momentos cuando comprendemos que
siguen ahí, vigentes, vivos, en este presente, e incluso en nuestro cercano futuro...
Es cierto, pero muy cierto, nosotros somos seres tan complejos y
contradictorios en algunos momentos de nuestra vida, pero a fin de cuentas,
tendemos algunos a comprender que en los momentos duros, nublados, temerosos, y
hasta oscuros, sentimos la necesidad de que alguien nos acompañe, nos brinde
una mano, nos aliente con algunas palabras, y hasta un espaldarazo nos den,
como señal de compañía y comprensión, y es así como realmente llegamos a
sentir, quien está a nuestro lado, y a quién realmente le importamos...
Mañana es un día muy particular para alguien muy cercano a mí, mañana es el
inicio de un viaje con retorno, un retorno que viene de la mano de nuestro
ángel guardián, nuestro padre el Creador, un viaje que tendrá enseñanzas y
lecciones, un viaje para comprender que todo en nuestra vida, por más extraño y
atenuante que sea, tiene una razón de ser, incluso muchas veces no logramos
comprenderlas al inicio, pero luego de un tiempo, a veces de un tiempo de
letargo y re-encuentro con nuestro propio ser, es que comprendemos que todo se
trata de oportunidades, de señales que nos envía muchas veces el universo y
Dios, simplemente para entender que hemos venido a este mundo a hacer nuestro
papel, y realizar un trabajo (si lo llamamos de esa manera), una misión, un
deber, ante los nuestros, ante los más cercanos, o tal vez a personas que ni
siquiera conozcamos...
Intentare sinceramente no expresarme en tono poético ni melodioso,
simplemente intentare dejar salir a flor de piel lo que mi alma y espíritu quieren
dejar salir y saber. Se preguntaran para quién, porque, o a que se debe el
manifiesto sobre ese ser. Quizás no necesito una razón, quizás tampoco es una
obligación, pero lo que si siento yo, es dejar salir lo que siempre he tenido
muy dentro de mí, la necesidad de dejar saber lo que siento, eso que a veces guardé
y guardaba, y ahora intento no ocultar, eso que deje de hacer, y que quiero ahora
ser, desde cierto tiempo que entendí cuán importante es expresar lo que muy
dentro muchas veces guardamos sin querer. No se trata de asumir, pensar por
otros, o dejar de decir, y menos ofender o algún daño hacer, se trata de ser
honestos con nosotros mismos, y ser sinceros con aquellos que están muy cerca
de nosotros...
Luego de este viaje, sé perfectamente que habrá aspectos de su vida que
cambiarán, sé también que aún hay cosas que debe culminar, y también sé que hay
pendientes algunas cosas que aún no ha logrado iniciar. Son oportunidades que
el mismo universo nos regala a todos en esos momentos de oscura tempestad. Y digo
oscura porque está él pasando por momentos de mucha nubosidad, aun cuando va
con mucha fe, optimismo y de la mano de nuestro gran Guardián y Creador, para
intentar llegar con seguridad hasta el alba de la tranquilidad. Si, a veces
necesitamos pasar por oscuros y tortuosos caminos para llegar hasta la luz de
la verdad, y creo nadie escapa a estas situaciones o realidad. Todos en algún
momento estamos expuestos a esa gran verdad...
Y por ello, por esa divinidad que Dios nos da, por ese regalo que tal vez
mi jefe me donó o me otorgó, es que dejo salir desde el fondo de mi alma, mi total
solidaridad, mi afecto fraternal, mi humilde comprensión, y mi voluntad, para
hacer llegar a través de estas líneas que nunca nuestros seres queridos solos
están, nunca nuestros más cercanos amigos solos estarán, aun en la distancia,
aun en las condiciones, aun con nuestros propios problemas, nosotros podemos y
debemos tener la necesidad de expresar y hacer llegar, aunque sea con unas líneas
llenas de palabras de aliento y cariño, que en esos momentos es cuando oramos
todos de forma unísona, al rocío de una noche de luna llena, al candor de una melodía
de amor e ilusión, al son de una canción acompañada de los ángeles que nos
cuidan desde cada región, mirando a las estrellas y entregando en alma y
cuerpo, unas palabras al viento, una oración con sentimiento, unas frases de
aliento, una petición en esos momentos, por él, por ellos, por todos aquellos
muy cercanos a nuestros deseos, a nuestros sentimientos, para que crucen ese quizás
oscuro umbral, sin temor, sin dejar de ser quienes son, con una gran ilusión,
con aún ese sueño de amor, sacrificio y honor, entendiendo que va de la mano de
Dios, que oramos todos como si escribiéramos todos una canción, y que retumba armoniosamente
desde los cielos para que llegue a quien está dedicada con mucho honor, y en
nombre mío propio, de quienes siguen constantemente este viaje de nuestro gran
amigo, hermano, compadre y compañero de años en este ciclo de vida, aquí estamos,
aquí seguimos, y aquí estaremos esperando tu regreso con mucho amor, para
celebrar tu restablecimiento, tu mejoría y tu mejor condición, y continúes esta
vida, que aún queda mucho por hacer, en esta oportunidad que te está brindando
Dios...
Amigo de mi alma, compadre de corazón, compañero de andadas, y hermano de
mil batallas, tenemos los dos aun asuntos pendientes, que debemos hacer sin
ninguna condición… Te espero, aquí yo estaré, después de mañana, te deseo un
buen viaje, que todo ese surco lo cruzaras sin ningún temor. Te quiere mucho,
el loco andariego quien hoy escribe para ti estas palabras con mucho cariño y amor...
Esdras…