sábado, 21 de febrero de 2015

La apatía, ignorancia y desidia de una sociedad sumisa...

En los últimos días en nuestro país, han ocurrido cualquier cantidad de acontecimientos de todo tipo. Políticos (a la orden del día), Económicos (con muchas dificultades), Sociales (afectación en todos los estratos), Turísticos (la merma y las condiciones cada vez es mayor), Educativos (los niveles de educación lamentablemente deja mucho que desear), y si continuo no acabamos de nombrarlos, enumerarlos y catalogarlos. Todos son totalmente entendibles, mas no aceptables para un país como el nuestro, pero nuestra sociedad ha llegado a esto lamentablemente.

Hay una inmensa mayoría (supuestamente), que no está de acuerdo con la situación. Hay una inmensa mayoría que a través de las redes sociales manifiesta su inconformidad (al igual como también lo expreso), hacia la crítica situación por la que sigue pasando el país. Hay una inmensa mayoría que día a día, en las colas tratando de adquirir insumos de primera necesidad, en las colas para tomar el transporte público, en el metro, en el comercio, desayunando o almorzando en la calle, en reuniones publicas o privadas, se quejan, argumentan, critican y terminan de fustigar la ineficacia, la intolerancia, la desfachatez y los niveles de corrupción ampliamente divulgados a lo largo de esta triste historia de los gobernantes de turno.

Hay una minoría política que sale al ruedo, da la cara, hace de todo sobre lo que realmente pueden hacer, a manifestar y tratar de explicar a la sociedad, cual debería ser lo lógico, lo correcto, lo adecuado, lo justo y lo que permitiría sacar al país hacia un futuro mucho mejor. Sin embargo y en mi humilde opinión hay posiblemente dos situaciones que adversan esa falta o esa capacidad racional de convencer a esa mayoría. 

La primera es que no han logrado tener la capacidad de convencer, llegar, juntar o unificar a esa gran mayoría inconforme, para actuar de acuerdo a lo contemplado en las leyes venezolanas. Esa capacidad de convencimiento posiblemente se afianza en algunas cosas que se tejen detras de las cortinas, y de las que poco se sabe realmente. Tal vez esa falta se debe a una unidad desunida, aunque suene absurdo. Tal vez esa carencia se afinca en no tener a la cabeza de ese grupo, un liderazgo que aglutine, un liderazgo que conlleve a hechos concretos, un liderazgo que desde hace mucho tiempo, ha faltado por la falta de criterios unificados. Pueden haber mas razones pero estas son las que coloco en el tapete para su analisis y/o consideración.

El segundo argumento puede estar versado a que la sociedad venezolana mayoritaria realmente, ha llegado a un punto que no desean arriesgar, no quieren meterse en camisa de once varas, a no pasar las penurias que algunos pocos si han desafiado a pasar por sus convicciones. Mas alla de sus bienes, mas alla de sus familias. Mas alla de su humanidad. Creen que en la vida todo es posible, creen en un mejor país, con lucha de ideales, con sacrificios, con ejemplos que han estado evidenciados a lo largo de la historia de diversas causas latinoamericanas y fuera de nuestras fronteras. Este argumento pareciera que es el que mas peso tiene y aparte de ello, existe una gran desigualdad de luchas en este momento. El estado todopoderoso por ahora, controla casi que todas las instancias. Desde lo ejecutivo, legislativo, organos juridieccionales, economico, gobiernos regionales y locales, y lo más importante, lo militar que es su brazo fuerte de protección.

El amedrantamiento, la represión, la justificación de cientos de argumentos de magnicidio y golpes de estado sin ningún tipo de pruebas, como una herramienta fundamental provocadora y bien publicitada en los medios de comunicación, ha creado todo un panorama de conspiraciones y cacería de brujas en todos los estratos sociales. El beneficiado siempre ha de ser el estado-gobierno con sus ardides legales (mera interpretación de las leyes). Al punto que si bien es cierto que algunas de estas figuras politicas ponen de manifiesto el absurdo de la forma como el gobierno a reaccionado, no han tenido la capacidad de demostrar lo contrario. Entendiendose que es muy dificil, mas no imposible, lidiar en la arena, independientemente que los argumentos sean validos, cuando el verdadero control permanece en manos del estado-gobierno.

Lamentablemente la sociedad ha caido en una posición sumisa, con profundo miedo, apatica a los desafios de algunos pocos, que han tenido la voluntad de pronunciarse publicamente ante nuestro país. Con las consecuencias que han asumido producto de sus ideales y posiciones políticas. En aras de propiciar niveles de tolerancia primero que nada. En aras de buscar salidas a las diferentes crisis que hay en todo el país. En aras de un mejor futuro para nuestros hijos. En aras de que los recursos que posee nuestro país, vayan a toda la cuidadania, independientemente de su tendencia politica. En aras de garantizar los bienes básicos y de servicios. En aras de promover la inversión, la producción y el empleo permanente. En aras de generar una mejora de calidad de vida. En aras de ser un país prospero con recursos.

Con discursos de demagogia y charlatanería, producto en muchos de los casos por la misma ignorancia, mucha gente fue convencida por un gran interlocutor. Un supuesto midas que ofrecio salida a aquella crisis que supuestamente vivía Venezuela. ¿Crisis realmente? ¿De verdad? Ese interlocutor fue la cara visible de una serie de hechos que marcaron al pais y realmente los grandes culpables de toda esta triste historia, recae en la difusión y magnanimidad que le dieron los medios de comunicación, para que llegase hasta las clases populares y las que en ese entonces estaban pasandola mal. ¿Tan mal estaban pasando? Tal vez si, no lo cuestionare nunca, pero lo que dejo en el aire, ¿Estaba mucho peor que ahora diecisiete años después? Un midas que ofrecio un planteamiento y al estar en el poder hizo otra cosa totalmente distinta a lo que dijo que no haria (tenemos muy mala memoria).

La sociedad aun no quiere reaccionar. La sociedad se encuentra en un estado de coma, respirando con asistencia externa. La sociedad sigue incomunicada, mas alla de los medios tecnologicos y las redes sociales. La inmensa mayoría no quiere tomar el riesgo de lo que lastimosamente le ocurren a los que se han atrevido a ir mas alla en sus protestas. Totalmente a derecho, legal, con convicción, pero solo son unos pocos. Esa inmensa mayoria y tal vez es una reacción natural, no desea que los suyos caigan presos, mueran por la causa, pasen situaciones que no las desea nadie. Es entendible, es hasta cierto punto aceptable, pero hasta donde será capaz de llegar esa sumisión y ese adoctrinamiento. ¿Hasta donde seremos capaces de continuar asi?

La historia de la humanidad ha dejado en evidencia todo lo que las distintas sociedades en el mundo, han debido hacer para alcanzar un mejor futuro, una mejor calidad de vida, una sociedad estable y productiva. Desde el Imperio Romano, pasando por las diferentes luchas por territorios, la revolución del personaje mas insigne de nuestra cultura, la revolución de Jesus que dio su vida para que cambiaramos. Hasta las guerras sangrientas a lo largo de la historia de la humanidad. En el siglo XX paises como Japón, Alemania, Inglaterra, Italia y Francia entre algunos, quedaron literalmente desvastados y en el suelo. Millones de muertos, infraestructuras totalmente destruidas. Familias desmembradas y los poco que sobrevivieron, decidieron reconstruir todo, salir adelante. Unos en sus tierras y otros se atrevieron a cruzar el oceano para in¡ciar un nuevo ciclo y sembrar nuevamente raices en otros lugares. Como el caso nuestro, cuando al culminar la 2da guerra mundial, vinieron italianos, españoles, portugueses, alemanes a desarrollar oportunidades en tierras virgenes de otra latitud.

Los beneficios fueron diversos, aunque no todo fuese un paraiso. Tuvieron que trabajar muy duro, junto con muchos de los nuestros. Algunos salieron bien adelante, otros se beneficiaron y el pais cambio, crecio, se multiplico, generó buenas espectativas y logro florecer. Fuimos en algún momento la vanguardía en Latinoamérica. ¿Hoy día como estamos? ¿Se han tomado la molestia de preguntarselo? ¿Hemos olvidado nuestro pasado? Ese donde podias ir a tomarte un simple cafe, sin miedo que al salir te atracaran. Podias ir al cine sin miedo a que te matasen por el celular, el reloj, la pulsera o por el carro que tenías. Ese donde podías comprar en cualquier supermercado, automercado, superabasto, o tienda de delicateses, el queso, el jamón, que mas te gustara. Importado de donde fuese. En aquella sociedad donde a pesar de los problemas podias adquirir con tu esfuerzo un automovil, una moto, un apartamento, una casa y de esta manera disfrutar de esos bienes, simplemente porque te los ganastes con tu trabajo y dedicación.

¿Como realmente haremos para que eso vuelva a pasar? ¿Que tendra que hacer la sociedad para propiciar una tolerancia necesaria y una convivencia sana? ¿Cual será el punto de partida para que los lideres que se necesitan, terminen de convencer cual es el camino? ¿Quienes lograran todo esto? Obviamente deberá ser toda la sociedad en pleno, con todas las posiciones y diferencias que tengamos. Es una necesidad imperiosa pero sin imposiciones de ningun tipo, sin los intereses oscuros que lastimosamente rodean a muchos y que forman parte de la cultura. Con una vision de pais innovador, de vanguardia, de acuerdos, de justicia, de trabajo, de una educación totalmente y literalmente efectiva, de buenas bases, con principios y fundamentos que deben de venir desde la familia. ¿Dificil? No lo creo. ¿Imposible? Lo unico imposible en la vida es vivir eternamente. 

No ha existido, no existe ni existirá ningun midas o ser humano que tenga la verdad y la solución en su mano. Es a juro y porque es asi, un trabajo mancomunado de equipo plural, capacitado y formado, unificado, con criterios razonables, decidido y con la voluntad de resembrar los valores y los principios olvidados, perdidos y extinguidos en algunos casos. No será nada fácil, pero con perseverancia, igualdad de condiciones, fe, integridad y visión de futuro, se podra salir adelante. Hay y seguira estando mucho recurso humano capaz y decidido a aportar con su granito de arena. Creo firmemente que es asi, aunque estemos aun bajo una tormenta oscura, ruidosa y que amedrenta nuestro espritu y nuestra alma. 

Es una humilde manifestación al publico del pais al que deseo dejarle a mis hijos. Vivi una infancia y una adolecencia increible. Tuve la suerte de ello y conviviendo en un barrio. Disfrute mi paso por la universidad de la mejor manera posible, con dificultades pero logre salir adelante. Tuve la oportunidad de capacitarme, formarme y trabajar cuando realmente las condiciones eran otras. Y lo que cualquier padre desea, es que sus hijos puedan vivir y disfrutar todo eso en mejores condiciones aun. Si podemos, si se puede, si se debe hacer. Solo debemos utilizar el ingenio que otros han tenido para salir adelante y la convicción de alcanzar la meta en esta Venezuela que nos vio nacer y crecer...

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