viernes, 7 de octubre de 2016

En agradecimiento por vivir una vida asombrosa...



La gratitud generalmente está a menudo vinculada a cosas positivas, como un acto de gracia, de bondad o de amor. Sin embargo, las cosas no siempre salen como queremos, y esto a veces obstaculiza nuestro agradecimiento. Aunque el deseo de evitar esos momentos en los que nos sentimos con ese bajón es comprensible, sin embargo y en el fondo, siempre hay algo positivo que puedes ganar con ellos. Recuerda que de las caídas en realidad, hacemos valorar lo que tenemos y por tanto debemos ser más agradecidos y audaces al continuar luego de levantarnos. Entonces, si ves que estamos teniendo algún mal día o estamos pasando por una mala racha (una situación normal y eventual), no debemos culparnos por ello, al contrario, quizás agradecer (aunque no tengamos el semblante para ello), porque lo que tenemos tal vez, puede ser una bendición...

Es parte de nuestros percances, vicisitudes, eventualidades y ocasiones en la vida. Nada puede ser perfecto, siempre existirán los obstáculos y aquellas situaciones fuera de control, inesperadas, a veces propiciadas por nosotros mismos, aun cuando no aceptamos nuestra intervención. La mala suerte no existe, menos las casualidades, como tampoco los eventos al azar. Simplemente todo tiene una razón, todo sucede por algo que tal vez no lo veíamos venir, y nos quedan las lecciones en ese proceso de aprendizaje. Es así como gracias a miles de experiencias, propias y de otros, artículos publicados, consejos, y un sinfín de discusiones al respecto, puedo aportar con humildad, estas apreciaciones que resumen a mi criterio, la razón del porque debemos agradecer, incluyendo cualquier mala situación...

1.- Es fácil ser agradecido por todas las cosas buenas de la vida, pero también es bueno ser agradecido por las cosas malas, porque a través de ellas, obtenemos esas lecciones de vida oportunas, y detrás de cada lección en nuestra vida, es posible descubrir algo mejor...

2.- La gratitud puede convertir lo negativo en positivo, al encontrar siempre una manera de agradecer por nuestros problemas, y estos serán convertidos en una bendición. Todo pasa siempre por alguna razón, y a veces pueden ser inexplicables o divinas, más allá de cualquier interpretación...

3.- Debemos ser agradecidos por no tener aun todo lo que deseamos, es tal vez un indicativo que aun debemos perseverar, trabajar y confiar en que cada esfuerzo por mínimo que este sea, porque al final eso tiene su recompensa...

4.- Debemos ser agradecidos por cada nuevo reto, por ese ímpetu para intentar alcanzar algo, por cada superación a través de mil y una dificultades, y así construimos poco a poco, nuestra fuerza interior y nuestro carácter...

5.- Debemos ser agradecidos también por nuestras propias limitaciones, porque ellas nos dan la oportunidad para intentar mejorar todo aquello que nos propongamos alcanzar...

6.- Debemos ser agradecidos por los momentos difíciles, complejos, a veces cruciales, porque es a través de ellos que aprendemos día a día, e intentamos ser mejores, así nos equivoquemos, pues eso nos determina a levantaremos y continuar...

7.- Debemos ser agradecidos por nuestros propios errores, muy común, muy humano, muy de nosotros mismos, porque así partiendo de ellos, nos enseñan las mejores y más valiosas lecciones...

8.- Debemos ser agradecidos cuando estamos cansados, agotados y extenuados, muy a pesar de que muchas veces deseamos “tirar la toalla”, porque de esa manera entendemos a la larga, el significado de que estamos haciendo la diferencia, al esforzarnos día a día por eso que creemos valdrá la pena...

9.- Debemos ser agradecidos por esos días de soledad, ya que después de todo, son los mejores recordatorios de todas las cosas importantes que han pasado a lo largo de ese tiempo de vida...

10.- Debemos ser agradecidos inclusive por nuestros finales, nuestros a veces lamentables ciclos terminados, porque de esa manera entendemos que es el inicio de una nueva oportunidad, de un nuevo comienzo, de una etapa donde intentaremos algo mejor a lo que hicimos anteriormente...

Con estos aspectos descritos de manera sencilla y puntual, podemos entender que para bien o para mal, como se dice muchas veces en nuestro argot popular, agradecer realmente no cuesta nada, ya que nuestro paso por esta vida es tan corto, que de alguna manera debemos celebrar cada paso, cada evento, cada ocasión, simplemente para haber tenido la oportunidad de vivir la experiencia y aprender aunque sea la lección de esa vivencia. Siempre hay y vendrán tiempos mejores. Gracias por leer este humilde aporte y contribuir con la difusión, para una mejor manera de vivir cada minuto de nuestras vidas, en cualquier vivencia y en cualquier situación...

Y a pesar de todo, el Sol seguira saliendo para todos, gracias por permitirme vivir...

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