Cuando un hermoso Ángel está por
llegar a su castillo, siempre hay florecientes expectativas, siempre hay
ilusiones maravillosas, y también siempre ha de haber mucha alegría en toda la
comarca. La llegada de la pequeña Princesa Sophie a su beneplácito castillo, quién
ha de ser custodiada por una ejemplar guardia de honor, una forjada caballería
y en la época de las frías navidades, ella a través de sus sonrisas y su tierna
mirada, derretirá cual helada ventisca, llevando calor a toda la digna familia,
a todas sus amistades y a todos aquellos que están y estarán alrededor de ella,
por un largo tiempo...
La digna Reina, quién prontamente
anunciara a todos sus súbditos, amigos y
familiares sobre el arribo de la flamante Princesa, a la tierra prometida, a la
tierra bendita, a la tierra que la vera nacer, crecer y aprender de las
maravillas que tiene este mundo, buenas y malas, ella está alegre, está risueña
y ensimismada en su nueva aventura. Un acontecimiento que le traerá la más
bella sensación jamás antes vista. Ser madre, devota, amorosa y dichosa mujer, por
la llegada de su más hermosa y tierna niña, a quién decidieron llamarla “Sophie”.
Un asombroso nombre, solamente dado a la más bella de las Princesas en este paraíso
perdido...
Todos esperan con júbilo, todos
están a la expectativa, y todos piden a Dios, al Universo y hasta a los ángeles
mismos, custodien su llegada, acompañen su arribo y permitan que logre llegar
en sana paz, con inmensa alegría y con la sonrisa más beneplácita, jamás antes
vista en esta tierra bendita...
Tal vez ha de llegar en la época de
oro, tal vez ha de llegar en la era de las Princesas, tal vez ha de llegar al
igual que su futuro Príncipe. Nadie lo sabe, Nadie lo afirma, pero tampoco
nadie lo puede negar. Si al universo pides gloria, el universo envía con agrado
todo eso y mucho más. Si a Dios pides protección, él se encargará junto a sus
legionarios ángeles, custodiar y proteger a esa una nueva alma, quien prontamente
llegará al paraíso terrenal. Si la Reina tiene fe y confianza, todos sus súbditos,
incluido el Rey, estarán prestos a sus exigencias, por el bienestar de la
familia, por el bien de la Reina Madre y por las alegrías de la Princesa misma.
Será toda una gran algarabía, será una gran fiesta y será un asombroso
acontecimiento. ¿Qué más se podría pedir?...
Princesa Sophie, siempre has de
estar entre el calor y el amor de una increíble madre, al lado de un padre protector,
con el abrigo de tus más cercanos familiares y amigos, quienes siempre han de
encontrar la manera de enseñarte, de apoyarte, de cuidarte y de orientar a tu
gran corazón, calmar de vez en cuando a tu espíritu indomable y de aliviar las
penas de tu tierna alma. Tal vez en aquellos momentos turbulentos, donde se
nubla a veces el cielo, cuando las aguas inundan la tierra, en momentos de
centellas y ruidosos truenos, pero donde siempre existirá un nuevo amanecer, y
el sol volverá a radiar su maravillosa luz, regalándonos su calor para iniciar nuevamente
todo otra vez...
Siempre en este increíble mundo
imperfecto, asombroso y maravilloso, a pesar de las fallas, de los errores y de
las eventualidades, con algunas decisiones tal vez tuyas, tal vez de los tuyos,
tal vez de otros, esas que nos dejan una huella imborrable, siempre valdrá la
pena llegar, aprender, vivir y continuar esa búsqueda incesante, hacia los
pequeños placeres, de las cosas más simples de la vida, y de la belleza misma
de todo aquello que nos llena y nos enriquece como seres humanos. Vive tu vida en
la plenitud necesaria, con esas sonrisas que cambian un rostro triste. Trata tú
algunas veces ser ingenua y otras veces suspicaz, aprende todo y nada según tu
momento, ayuda sin condición, y siempre, pero siempre, camina por el sendero
que tú decidas elegir, sin mirar atrás, sin miedo a la vida misma, tomando los
riesgos necesarios y aprendiendo cada día un poco más, solo un poco más. Para
así te forjes tu futuro, alcances tus sueños y puedas llegar a tu destino...
Son los más sinceros y hermosos
deseos de quien te escribe por primera vez, de quien está detrás de estas
palabras y quien siempre, aún estando tal vez lejos de ti en algún momento de
tu vida, siempre encontrara la manera de estar lo más cerca de ti, con el alma,
con su corazón y con su espíritu. Yo tal vez volare, yo tal vez intentare fluir
a través del universo, cual espíritu indomable, para buscar protegerte y
ayudarte en tus inicios y en tus deseos de convertirte en una gran mujer. Al
igual que lo intente hacer con tu bella madre, con tu Reina del castillo, con
mi amiga y confidente más leal...
Siempre para ti...
Esdras
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