miércoles, 16 de septiembre de 2015

Desde lo más sublime, encantador y apasionado, hablemos de “Amar a una verdadera Mujer en libertad”…



Amar, según un humilde concepto que pretendo expresar, es el sentimiento más natural, puro, esencial y extraordinariamente sublime, que un ser humano, puede llegar a sentir, siempre que no se confunda, con los pensamientos, las corazonadas, los intereses y todos aquellos aspectos que a nuestro alrededor, de alguna manera intervienen en la dinámica de una relación, basada en la confianza, lealtad, sinceridad, pasión, compromiso y dedicación intrínseca, de parte y parte, y entre ambos seres...

Tal vez para algunas personas eso pareciera escucharse como una utopía, algo irreal, idealizado, iluso y hasta imposible de llegar a alcanzar entre dos seres humanos. Entre un hombre y una mujer, entre dos personas, que por a veces razones inexplicables, pareciera que nacieron el uno para el otro. Sin embargo y para no entrar en esas polémicas, que muchas veces generan un desgaste inocuo, tal vez una mala interpretación del concepto, o simplemente una idea banal, acerca de los sentimientos, que nacen de almas, espíritus y corazones  sensibles y dispuestos a amar, más allá de nuestra comprensión, permítame manifestar ciertos puntos, que defiendo como un ser humano, lleno de romanticismo, serenidad y espiritualidad hasta el día de hoy. Con una visión muy clara, acerca del concepto del amor, de la pasión (que es otro aspecto ligado a esto, pero distinto), la devoción y el sacrificio por ese sentimiento, a veces confuso o superficial para unos, y asombrosamente necesario para vivir y continuar buscando para otros...

Dos etapas, fases, momentos o tiempos, se viven con una intensidad que gradualmente va en incremento, a medida que avanza ese contacto. Cuando dos personas posiblemente se atraen, por ese sentimiento denominado “Amor”. El primero siempre estará vinculado con tal vez el estándar de las parejas, el de las posibles relaciones, el de las atracciones fortuitas o causales (no casuales, porque para mí, ese concepto probable, es simplemente matemática filosófica, sin formula de comprobación absoluta), entre un hombre y una mujer. Cuando ellos se encuentran, se ven, sienten y perciben, ese extraño deseo de conocer, acercarse, buscar y tratar de llegar prontamente a esa otra persona. Es un aspecto muchas veces de parte y parte. Y otras veces es inducido por una de ellas, demostrando el interés y el deseo de estar un poco más cerca de la otra. Aclaro algo sustancial y relevante, esto no tiene nada que ver con el sexo y las feromonas que explotan, para saciar un deseo carnal. Es simplemente algo que se siente, más allá de nuestra comprensión biológica o racional...

La segunda etapa está más vinculada a esos aspectos muchas veces inexplicables, aunque estén intrínsecamente vinculados a los intercambios, el tacto, las sensaciones y las apreciaciones entre gustos y disgustos, entre conocer sus aficiones y sus conocimientos acerca de una relación seria, basada en la formación y consolidación de una relación de vida y de una familia. Pretendo dejar eso temporalmente a un lado. Y quiero enfocar el tema en el otro aspecto, ese que yo deseo exponer. Esas sensaciones de “mariposas en el estomago”, de latidos acelerados del corazón, cuando esos pensamientos a veces encontrados afloran. De esas sensaciones cuando tú deseas saber muy en el fondo, si está pensando en ti, porque sientes en el organismo muchas veces, una diluida sangre circular más rápido. Sientes que tus neuronas no te dejan a veces pensar, o concentrarte de manera normal, como antes de este encuentro, tú lo venías realizando. De esas sacudidas emocionales con ganas de liberar o manifestar abiertamente, cuanto extrañas a esa persona. Cuando escuchas una melodía musical y te transporta hacia lugares remotos e imaginarios, en tu mente, interconectada con tu espíritu. Yo creo que tal vez las féminas pueden entender a que me refiero con los términos expuestos...

Ahora bien entremos en esas pequeñas señales a los cuales, tanto de un lado, como del otro, se comienzan a sentir, fluir, emanar y hasta aflorar sin comprensión, tales como sensaciones y anhelos encontrados, controvertidos, inexplicables, sublimes y hasta intensamente apasionados. ¿Me equivoco? Yo creo que no. En la mujer tal vez es más atenuante, sensible, conmovedor y hasta expresivo. Quizás por parte de esas barreras culturales, acerca del hombre y las a veces pocas expresividades o manejo de esas mismas emociones. Quizás por sentir que se pierde la bien llamada “hombría” o “machismo superficial”. Aprendí a diferir de eso, y de comprender que sigo siendo el mismo hombre, solo que intento expresar todo lo que siento, sin vergüenza, sin remordimiento, sin atentar contra nadie, ni manipular las emociones, ni intentando seducir a nadie, por quién no sienta absolutamente nada. Por el contrario, el respeto y las consideraciones entre ambos géneros, es totalmente necesario y sustancialmente relevante, para dejar fluir la naturaleza misma de esas sensaciones...

Un hombre quien siente las primeras señales de amor, por lo general y de acuerdo a muchas historias reales, no de cuentos, no de libros, no de novelas precisamente, aun cuando todos esos escritos en muchos casos se basan en situaciones cercanas a la realidad, comienza a hacer ciertas cosas, que anteriormente no las hacia bajo una conducta tal vez regular o típica. Esas son las primeras manifestaciones acerca de los sentimientos inexplicables. Es el deseo de cortejar, de hacerse sentir, de manifestar a través de los detalles, hacia donde desea llevar la posible relación...

A una dama, a una mujer, a una fémina, tal como lo han dicho miles de personas a lo largo de la historia de la humanidad, debemos tratarla con delicadeza, con ternura, con educación, con respeto, con intuición. Ir escalando poco a poco a través de las intrínsecas montañas rocosas de su corazón, descubriendo las miles de galerías de cuevas, que están en su escondida alma, y buscando esa pequeña luz, a través de su espíritu medianamente encendido bajo una flama de baja intensidad en ese momento. Y así alcanzar la cima, el clímax, las estrellas, tomar la luna, pero mantener la premisa, que todo eso no acaba ahí. Tal cual planta que necesita riego eventualmente, quien necesita alimentación, renovación, re-invención y mantenimiento permanente, a sabiendas que siempre, cual jardín expuesto, miles y miles de elementos, extraños seres y a veces torrenciales lluvias, hay que atenderlas en los momentos apremiantes y de emergencia...

Nadie dice que sea fácil, nadie dice que eso es imposible, nadie dice que sea una misión escabrosa en el tiempo, y nadie puede decir, que aquello que nació de una sensibilidad extraña y hasta inexplicable, por una pequeña chispa generada en un encuentro a veces misterioso, tenga que apagarse, extinguirse, confiarse, abandonar o simplemente asumir, que muy a pesar de que los sentimientos siguen ahí, no debemos expresarlos, atenderlos y renovarlos, hoy, mañana, la siguiente semana y siempre, Tampoco nadie pueda estar exento de cometer errores, pero siempre vale la pena reconocerlos y enmendar, redimir y reconducir con humildad, para aceptar la mejor de las disposiciones y continuar la caminata juntos, superando cada barrera y cada prueba universal...

Caminar juntos por la misma vereda, enlazados de las manos, a veces mirándonos tiernamente, tal vez riéndonos de cualquier eventualidad o manifestación. Compartiendo cualquier detalle, un helado, un chocolate, una galleta en la boca. Mirar al cielo, tal vez sobre las bien creadas e imaginarias formas en las nubes, o tal vez observando el manto estrellado en una noche fulgurante, viendo pasar una estrella fugaz, y ambos pedir un deseo, tal cual tradición ancestral. Disfrutar del silencio a través de una mirada, a través de un abrazo, a través de un roce, o un tierno beso. Tal vez siempre decir cuánto te quiero hoy, cuanto te voy a querer mañana, y cuanto estoy dispuesto a quererte y demostrarte siempre, lo que soy capaz de hacer por ti. Solo son sentimientos, sin intereses, sin materialismo, sin condiciones, sin pensar, sin medir, sin evaluar. Solo dejando fluir la naturaleza misma del amor, hoy, mañana, siempre y tal vez pensar, más allá de la eternidad. Tal vez renacer nuevamente, volver a encontrarte, volver a cortejarte, volver a conquistarte y continuar la historia en otro tiempo de vida. Una vida que quizás Dios mismo, nos pueda dar esa extraordinaria oportunidad de volverla a vivir...

Así como manifiesto y expreso los sentimientos que hacia una mujer, hemos de hacer sentir, mantener y dedicar, también en igual proporción y correspondencia, la naturaleza misma del amor, del universo, y de algo que está más allá de nuestra comprensión racional, la mujer en muchas ocasiones, hace lo mismo o quizás mucho más. Y es entonces cuando ambos seres, inician una sana y maravillosa exploración y competencia misma, de sensaciones, pasiones, deseos y manifestaciones, que nunca queremos que termine, que se apague o que se extinga, hasta en los momentos apremiantes, difíciles y complejos...

Y culmino esta primera parte de este artículo, esperando con humildad, respeto y consideración, quizás miles de observaciones, tal vez críticas de cualquier posición y posiblemente, puedan continuar aportando aspectos, que han quedado fuera. No por intención alguna. Solo que yo no soy el dueño de la verdad. No tengo el conocimiento absoluto o suficiente, para aseverar muchas de estas manifestaciones. Solo intento yo expresar, mis consideraciones, sentimientos y aspiraciones, acerca de hacia dónde continuo mi búsqueda incesante, de una felicidad de vida compartida para toda una vida, y tal vez como ya lo manifesté, más allá de la vida que hasta ahora yo conozco...

De alguien que solo intenta escribir y expresar, lo mejor que puedo tal vez haber aprendido a sentir con el tiempo...

1 comentario:

  1. Es de admiración sus anotaciones u escrituras, da placer ver plasmar en un hombre la esencia de su suave e segura masculinidad..proyectándose en el mundo de dos almas..donde esplicitamente declara la conciencia y esencialidad de que Somos un universo de inagotable risorse..en la unión tras dos seres.Es un gran Placer leerla.Gracias

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