Durante un incontable e
inagotable tiempo infinito, en un universo donde comparte el amor, la dedicación
y hace honor a su nombre, junto a otros bienaventurados, y al lado de su amado
Protector y Creador, Alhaayt profundiza y se sumerge en una entrega que
desconcierta algunas veces a su grupo. Han sido muchas las misiones realizadas,
algunas de ellas lo dejan con más preguntas que respuestas, y es en ese momento
cuando el Creador interviene, tratando de orientarlo y conducirlo por el camino
correcto, así lamentablemente no sea justa para la vida terrenal, donde él ya
no forma parte...
Ha logrado ver las incongruencias
e injusticias de los mortales. También ha logrado ver la dedicación y entrega
sin condición alguna de muchos de ellos, en tratar de hacer el mundo un poco
mejor con amor, muy a pesar de los obstáculos, contratiempos y situaciones
excepcionales, que hacen que la vida sea algo confusa muchas veces. Sin embargo en sus a veces y largos
interludios con El Creador, luego del retorno de sus misiones en la tierra de
los mortales, este ángel intranquilo y muy listo, siempre encuentra la manera
de plantear algunos temas que su amado protector siempre ve venir. Pero que
hábilmente lo persuade, le enseña, le predica y le manifiesta, que
lamentablemente todo lo creado por muy perfecto que lo hubiese concebido, debe
ser totalmente imperfecto a la vez. Que las justicias, los errores, las
debilidades y las fortalezas de los mortales, solo y únicamente ellos deben ser
lo suficientemente capaces e inteligentes, para que día a día, logren superar todos
esos obstáculos, esos miedos, esas dudas y esas a veces absurdas posturas que
los llevan a las guerras, a las traiciones, a los intereses ocultos con
beneficios egoístas, e incluso al uso de su nombre para alcanzar o defender
posiciones de poder, gloria y autoridades mal habidas, y hasta inescrupulosas...
Alhaayt entendía perfectamente a
través de las palabras e intenciones de su Protector, que el universo donde él
se desenvolvía, era muy diferente al de los mortales. Pero este Ángel perspicaz
insistía, que debía haber una manera de hacer entender a los mortales, que
todos los aspectos que fuesen desde el inicio mal concebidos, mal fundamentados
y mal orientados, terminarían mal, y que eso traía como consecuencia gran parte
de las injusticias, guerras, hambruna, desidia y todas aquellos calificativos
que son negativos para la consolidación de las sociedades de los mortales. El Creador en reiteradas oportunidades le manifestaba que debía ser de esta
manera, para que de esa misma forma por cada ser humano, por cada mortal, por cada
acción individual o en grupo, aprendiesen de los errores y de sus aciertos. Que
no existía otra manera y que en el tiempo de los mortales, es decir de la vida misma,
muy a pesar de todas las incongruencias, ha sido, es y continuara siendo
maravillosa y bella. Todo de acuerdo a esas decisiones tomadas por ellos
mismos, a lo largo de su paso y permanencia en vida...
La labor de los ángeles en la
tierra de los mortales es simplemente cuidar, velar y propiciar que la vida de
todos aquellos por quienes asistan, sea beneplácita dentro de lo que se pueda,
que a sus problemas puedan ayudarlos a encontrar la solución correspondiente, y
que su espíritu siempre este abierto a complementar y equilibrar su estancia y
permanencia temporal, por su paso en ese tiempo finito. Alhaayt sentía una
profunda corazonada acerca de su labor encomendada, para atender los asuntos
del supremo Creador, intuyendo cumplir sus obligaciones, bajo principios de fe
y creencia, y de la no interferencia directa en asuntos terrenales. Todo lo que hacía al cuidar, velar y atender, la paz y tranquilidad de a quienes
atendía, estaba orientado a transmitirlo a través del espíritu de cada uno de
ellos, mediante las señales correspondientes, con la intuición debida de cada
uno de ellos y con la fe y compromiso de que cada mortal, desde muy dentro de su
corazón, permita superar todos y cada uno de los obstáculos, que a lo largo
de su camino encontrasen. Sin importar cuánto demorasen en superar esos
escollos en el intento, o en más de uno de ellos si fuese así el caso...
En sus momentos de soledad
sublime, Alhaayt sentía un extraño acercamiento a través de sus continuas y
repetitivas imágenes, acerca de quién pudo haber sido en su tiempo pasado. Con
quien compartió parte de esa vida terrenal y a quien dejo por su paso en la
mortalidad finita de vida. Conocer el significado de esas imágenes borrosas y sonidos
recurrentes que llegan a su espíritu, pero sin poder lograr precisar de qué o a
quienes corresponden. El Creador sabía todo acerca de lo que le sucedía, sobre las
intuiciones de su ángel inquieto y que nunca han sido nada comunes en sus seres
angelicales, pero también estaba consciente que Alhaayt era la excepción a la
regla. Y esa excepción tendría una labor y misión especial al futuro en el
inquieto y perspicaz Alhaayt. Para el momento que llegase, ya que nunca es ni
muy temprano, ni muy tarde, todo ha de llegar para cuando deba llegar...
Se acercaba el momento de
regresar a la tierra de los mortales, para atender a quienes el Creador designase
en esta ocasión, en virtud de calmar las penas y angustias de los más
necesitados. Sin embargo Alhaayt había meditado bastante en sus momentos de
aislamiento espiritual y tenía una propuesta algo descabellada, que plantearía a
su amado Protector y Cuidador. Al presentarse ante el Supremo Creador, en
virtud de sus obligaciones, el inquieto ángel procedería a solicitar dicha
posibilidad. El Creador ya sabía sus intenciones y se le adelanto, procediendo
a calmar sus angustias y ansias de ir más allá de sus limitaciones, aún cuando
estaba consciente que había aspectos que podía hacer, muy a pesar de la
prohibición absoluta de intervenir...
El grupo de ángeles reunido junto
al Creador escuchaban atentamente las indicaciones de su amado protector y poco
a poco, cada uno de ellos partía a su misión, una vez otorgada la bendición
correspondiente. Un ritual sagrado que siempre se realiza en este Universo
infinito y espiritual. Alhaayt solo esperaba su turno, sin percatarse que se
estaba quedando para el final de la litúrgica. El Creador les transmite una
profunda fe y creencia en sus discursos, predicación y manifiestos, al punto
que el aura de luz que brilla alrededor de cada uno de sus ángeles, irradiaba
tanta luz prominente sin color alguno, que era imposible lograr visualizar todo lo que
alrededor del área existiese. Cada luminosidad, cada brillantez y cada ser
espiritual se convertiría en la tierra de los mortales, en la fuerza necesaria,
que al buscar la integración con el espíritu de cada mortal, podía llevar las
señales necesarias para que ese mortal decidiera lo mejor para él. Siempre y
cuando los mortales abrieran su espíritu a la fe y a la creencia absoluta de
sus principios...
Al final solo quedó El Creador y
Alhaayt. Todos los demás partieron y su protector lo tomo sutilmente de la mano,
guiándolo hacia un lugar en el Universo, para que viese junto a él, algunas
escenas en la historia hasta ese presente de ciertos mortales, que dejaron su
huella por el paso de la vida. Cada vez que intentaba Alhaayt manifestarle sus
intenciones, el Creador sutilmente lo persuadía, le hablaba explicándole según
el caso, a que viese y analizara las mil y una situaciones particulares de
hombres y mujeres, que en sus momentos de vida, en su paso por la tierra de los
mortales, y que muy a pesar de las circunstancias, contradicciones,
eventualidades y crisis, bastantes comunes en la vida terrenal, lograron sacar
lo mejor de ellos, lo mejor de sus capacidades, lo mejor de su conciencia. Muchas
veces con sacrificios y a veces con las perdidas necesarias, para alcanzar con
amor, dedicación, profunda fe y creencia, los sueños y anhelos, con sus aportes
para crear un mundo mejor. Aunque eso fuese en ese espacio pequeño, pero con
principios y valores inculcados a través de la historia, a través de sus
culturas y a través de sus aciertos y errores...
"La Creación del Universo", así
como la creación de todo lo que se circunscribe dentro de él, muy a pesar de la
perfección como lo materializó, debía ser imperfecta por naturaleza y solo la perfección
estaba en aquellos casos de naturaleza propia de la vida. Pero que en las
acciones y decisiones de los mortales simplemente no podía ser. En virtud de un
aprendizaje por ensayo y error, de las enseñanzas, de la necesidad de buscar la
manera de convivir con sus semejantes, de resolver sus problemas y de despejar sus
dudas. De permitir a los mortales a superar sus propias limitaciones y siempre
ver hacia un mejor futuro. Todo basado en el respeto, la tolerancia, la
dedicación, el trabajo mancomunado, la diversificación de los aspectos de la
vida, la procreación, la educación, el socializar, el compartir, el ayudar al
semejante y en fortalecer a través del concepto de la familia, la difusión del
amor a todas sus anchas, como base fundamental en el desarrollo de una sociedad
más justa, a pesar de que muchas veces la vida no sea tan justa por naturaleza
o circunstancias propias de los ciclos de vida y de sus sociedades...
Alhaayt luego de visualizar,
escuchar y atender a todas las indicaciones, manifiestos y explicaciones del
Creador, le solicitó con mucha humildad lo perdonase por sus angustias, por sus
dudas y por sus incontables insistencias, en hacer más de lo que sus
obligaciones le permiten. También le reveló parte de sus reiteradas imágenes que
a su espíritu llegan, con voces y sonidos que le traen como recuerdos de algo
que posiblemente pudo haber vivido, cuando logro estar de paso en la vida de
los mortales. El Creador lo consoló y le dijo que sabía de sus penas, de sus
preocupaciones y de sus imágenes que llegan propiamente como un recuerdo vago.
Que dejara todo fluir de manera natural, que cuando llegase la hora de
permitirle aclarar muchas de esas situaciones que lo angustian, le permitirá realizar
lo correspondiente...
Al regresar de tu misión en la
vida de los mortales, confiando plenamente en tu capacidad que has de realizarla con fe, amor y dedicación, juntos
tomaremos una decisión que requiere de tu presencia y de tu aprendizaje
posterior. Sin embargo ya tendrás el tiempo necesario de meditarlo y de que tu espíritu
pueda alcanzar el equilibrio y la confianza necesaria para ello. Puedes partir ahora
con la bendición misma, mi amor por ti. Luego le beso en la frente y lo miró a sus ojos. De esta manera Alhaayt salió a una
aventura más en su estancia temporal en el "Universo Infinito"...
Y esta breve historia ha de
continuar próximamente…
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