jueves, 4 de junio de 2015

Tertulia intensa en una noche agobiante con “El Jefe”…



Era una de esas noches en la que los acontecimientos del día, de la semana, del mes y de los últimos años, te llegan, te abordan y te satura la mente, exaltando el espíritu mismo, atentando con la pasividad y tranquilidad de nuestra alma y definitivamente te agobian al punto que no te deja dormir, ni te puede dar paz alguna. Me asomo a la ventana cerca de las dos de la madrugada y miro a ese cielo estrellado, sin ruido, luminoso, observando la forma como están dispuestas las estrellas, en ese universo circundante y majestuoso. Porque el universo es así de mágico, es increíble e impresionante, donde a veces recibes señales y mensajes extraños. Entonces vienen muchas interrogantes a mi mente, muchas dudas, muchas preguntas que me hago, me contesto al mismo tiempo y a veces hasta me exalto, provocando alteración en mi estado anímico. Pero también deseo en el fondo hacérselas a alguien, deseo exponer gran parte de esas inquietudes y preocupaciones a quien siempre le pedimos miles de cosas, a quien le pedimos perdón por nuestras acciones, a quien eventualmente le agradecemos por todo lo que ha llegado y seguira llegando a nuestras vidas...

Deseando encontrar la forma de que no solo me escuche, como siempre lo interpretamos la gran mayoría de nosotros, los curiosos del misterio al Creador, sino también que responda sin importar los argumentos, pero que responda para tratar de entender lo que a muchos nos abruma. Todos de alguna manera siempre esperamos eso, aunque sea de la forma que fuese, pero así como existen miles y miles de extraños misterios alrededor de él, quiero definitivamente me conteste acerca de las transformaciones y equivocaciones que en los últimos años, ha tenido esta sociedad venezolana específicamente, así como también muchas otras, pero que están llegando a un punto sofocante, sin salida, sin respuestas, sin retorno, sin luz, sin hasta esperanza de cambios para bien, sin condiciones aparentes de mejora mínima y donde el común denominador, son acciones de violencia e intolerancia contra cualquiera en los momentos menos esperados. Acciones de injusticias y malas intenciones contra quienes desean con argumentos totalmente justos, cambios para bien en la sociedad. Acciones desmedidas de unos pocos en tomar, hurtar, robar, saquear, liquidar y utilizar recursos mal habidos en beneficio propio, y en todos los niveles sociales, desde lo mas bajo en los estratos sociales que se ubican en las barriadas, hasta los que se escudan detrás de una cuota de poder, a la cual bajo cualquier forma, se aferran, se atornillan y se enclavan, para continuar aprovechándose de su investidura obtenida de manera burda y demagógica, ofreciendo lo que jamás han de cumplir, ni remotamente en sueños...

Entonces comencé hablándole al universo, comencé a hablarle al “Jefe”, a través de este infinito universo y al único que este humilde servidor tiene y obedece dentro de todo. Expresándole todo lo que por mi mente pasaba. Diciéndole como mi espíritu y mi alma se encontraban alterados ante tantas inconsistencias. Manifestando inconformidad ante las incongruencias e injusticias hoy día muy presentes en los miles y miles de acontecimientos que sucedían, como si todo eso formase parte de un plan perverso de unos pocos, porque es muy cierto que son pocos numéricamente hablando, en detrimento y con la intención de acabar, eliminar, finiquitar y anular, una parte de esta sociedad, de estas miles y miles de personas, que lo único que deseamos, queremos y anhelamos, es salir adelante, es trabajar, es estudiar y formarse, es cumplir nuestros compromisos, es crecer, es poder solventar todos aquellos obstáculos que nos ayudan dentro de todo, a superar nuestras propias limitaciones. Son incontables e injustificadas las situaciones a la que hemos llegado, a la que estamos expuestos, a las que muchos se arrodillan, se humillan y se doblegan, producto de anarquía, extorsión e indignación, por utilizar a la fuerza, por usar las mismas leyes, los poderes e instituciones públicas, por implementar la ley de los más fuertes, o de los más audaces, o de los más viles y crueles seres, en crear desasosiego, inmoralidades, sumisión y conformismo, y que de ahora en adelante, en esta sociedad, y muchas otras más, todo ha de andar, caminar y establecerse de esa manera absurda, irracional y perversa...

Suena duro, suena pesimista, suena extrañamente maquiavélico pensar que la vida se nos está yendo de las manos. Son muchas las personas que conseguimos en la calle, que en el transporte público, en un local comercial, en las bancas de un boulevard, en los mercados habituales, en la cuadra, sector o urbanización donde convivimos, estudiamos o trabajamos, expresan de cualquier forma, la inconformidad ante la situación y solo están a la espera de que un midas, un grupo de personas o de que una situación explote, para que definitivamente las cosas cambien, aunque fuese para cualquier otro rumbo, mucho menos para el que por años hemos estado navegando, al mando de inescrupulosos e ineptos, que por el simple hecho de tener un resentimiento por no haber anteriormente logrado con trabajo honesto (que ni lo intentaron), alcanzar sus aspiraciones, obtuvieron la oportunidad, como decimos muchos “con escapulario ajeno, hablando de los que nunca fueron atendidos y que ahora sería otra cosa”. Ahora bien todos ven los resultados y las consecuencias del populismo, la demagogia y la ignorancia, en tratar de resolver todo, a la manera romana antigua, a punta de plata mal administrada y sin vergüenza, a punta del uso de la fuerza pública y del mal habido uso de las leyes. A punta del ocultamiento y de la manipulación de la verdad. Nadie es ni tonto, ni ciego, ni sordo, y mucho menos mudo o ingenuo, para comparar simplemente lo que hoy día es nuestro país, contra lo que fue en la mal llamada cuarta república, a la que le siguen echándole la culpa de todo de lo que ha sucedido en Venezuela...

El incremento en los niveles de inseguridad ha llegado a puntos alarmantes, tal cual guerra civil inexistente. Los niveles de crímenes, asesinatos y abominables atentados contra los seres humanos, contra la población diversa, contra la mismísima sociedad, han llegado a una continua y asombrosa alteración a nuestro habitual comportamiento. Los niveles intolerables de corrupción, ultraje y extorsión, ha generado y se han propagado tal cual virus, tal cual SIDA, o tal vez hasta peor, al extremo que para todo existe ahora una forma de conducirse, de plantear o de presentar las cosas. Si quieres algo, debes pagar un tributo adicional, tanto que puede ser más del costo original. Para muestra un botón, traten de adquirir un vehículo por las vías normales. Traten de pensar en comprar una propiedad, una casa, un apartamento o un terreno en cualquier ciudad. Traten de salir del país a cualquier lugar y con cualquier excusa, sea de turismo o placer, por estudio, por trabajo, por buscar una oportunidad. Entre los miles y miles de ejemplos. Ya eso no es para todos, ya eso dejo de ser un anhelo para cualquiera, ya eso no puede formar parte de tus aspiraciones, sobre todo a los que están empezando, sobre todo a los que están por comenzar una vida nueva, esos jóvenes y emprendedores que también sueñan con alcanzar lo que otros han logrado. En este país es casi ya que inviable o casi imposible...

Le manifestaba que me explicara el porqué o las razones, para que unos personajes de esta sociedad, asesinasen en presencia de sus hijos a unos padres, que solo pretendían continuar haciendo lo que cada día hacían, trabajar y ganarse el sustento para salir adelante y darles a sus hijos lo mejor que pudiesen lograr. Cuál sería la vida de esos chicos. Que me explicara las razones de por qué continuaba muriendo la gente buena, la gente trabajadora, la gente que estudiaba, la gente que formaba parte de una bonita familia, la gente que se esforzaba por cumplir sus compromisos, la gente que protestaba por inconformidad ante la postura del estado ante las inconsistentes situaciones, hasta la gente que protegía a otras personas, tal cual caso de policías y militares, que en manos de unos seres humanos (si así se les puede llamar aun), fueron eliminados por su arma de porte lícito, por la moto que conducían, por las bolsas de mercado o simplemente por ser guardianes de la ley. Le manifestaba la injusticia en el uso de las leyes por unos personeros, para encerrar, torturar, eliminar de la vida pública, anular sus manifiestos y pretender subyugar a expensas de su investidura, de una buena parte de miembros de esta sociedad, que solo por el hecho de protestar y de no estar conforme con lo que hasta ahora ha llevado a este país al descalabro y la bancarrota, han muerto muchos, algunos están presos, incomunicados y parcialmente anulados de la vida pública. Mientras miles y miles de criminales, asesinos, ladrones de oficio, bandidos y malandros, continúan en las calles haciendo lo que mejor saben hacer, amedrentar y aprovecharse de la situación...

Le decía en voz alta que a estas alturas de nuestras vidas, pasamos de ser un país bonito, agradable, tolerable y atractivo, a un país ineficiente, peligroso, intolerante y lejos de ser apetitoso para ser visitados, por los miles y miles de extranjeros, que cada año salen a buscar aventuras, a conocer nuevos destinos y pagar por el placer del disfrute en una localidad segura, tranquila y llena de encantos. Ahora en las temporadas altas de vacaciones, algunos establecimientos deben alertar a sus huéspedes, los de aquí mismo, en que traigan jabón y hasta el papel sanitario, porque ni se consigue en la localidad. Suena sumamente extraño e ilógico, pero es una realidad. Me remito a los manifiestos en las redes sociales y notas de prensa que se ven en los medios. No es un invento. Y creo que solo eso sucede en este país que una vez y hace muchos años, fue espectacular y maravilloso...

Le indicaba con mucha preocupación la cantidad de niños y niñas hasta hoy día ultrajados, violados y asesinados, en lo que cada año sucede y que va en incremento tal aspecto. Tanto en nuestro país particularmente, como en otros países del continente. Nadie parece hacer nada, nadie parece preocuparles esta situación, salvo a los familiares e involucrados, y para las autoridades, la cual es su responsabilidad velar por las garantías de convivencia, estabilidad y seguridad en cualquier localidad, parece no importarles que continúen muriendo y en aumento esta eventualidad particular. Ni siquiera a los organismos internacionales, mas allá de publicar un manifiesto y unas recomendaciones, pues de ahí eso no va a pasar absolutamente nada. Los crímenes y violaciones contra las mujeres, contra las féminas, conocido como los feminicidios. Es impresionante como al género femenino es atacado bajo cualquier condición, en cualquier lugar y como hoy día se ha vuelto algo muy común y frecuente. En pocas palabras pereciera que la tendencia es agredir, maltratar, atentar y eliminar cualquier vestigio de vulnerabilidad, inocencia y pudor, en virtud de aprovecharse de la situación y la condición actual de país. Todo lo que hasta ahora describo, le manifestaba en voz alta, mirando al nocturnal estrellado, al universo donde sé y entiendo, pasea “El Jefe” viendo, sintiendo y palpando la naturaleza de los mortales, la naturaleza de los seres humanos, la creación misma realizada por él...

Muchas personas se mueven por intereses particulares y personales, ya no es importante los sentimientos y las emociones en algunos casos, es más importante lo material y desechar al que estuvo en un momento determinado, una vez alcanzado el objetivo. La compasión, la ayuda frecuente, los deseos de impulsar a otros, que era sinónimo de urbanidad, civilismo y educación, han dejado de ser relevantes o importantes. El permitir que otros logren salir adelante se ha vuelto complicado, algunas personas ahora ven en muchos casos, como utilizar a la misma gente, para escalar, subir y dejar en el camino a los más débiles o ingenuos. La debida y correcta conducta adquirida en la familia, en los centros de educación se ha distorsionado, al punto que prevalecen otros intereses en la gran mayoría de los casos, que los valores y principios que dejamos atrás en el recuerdo de esas generaciones, que tuvimos el placer y la oportunidad de recibir esas enseñanzas. Lo que prevalece hoy día es sobrevivir, es bajo cualquier condición obtener lo necesario para continuar andando, para continuar estando, para continuar viviendo, sin saber realmente que pasará mañana...

Seguía hablando, manifestando, diciendo y veía extrañamente el cielo nublarse. Y eso me causo curiosidad. Mientras más continuaba la tertulia en voz alta, esperando alguna señal, creo haber percibido, que esas señales venían llegando oportunamente traducidas en nubes oscuras, en una noche que estuvo colmada de brillo, y que en poco tiempo oculto a las estrellas, transformándose en una noche oscura y extraña. De hecho se escuchaba a lo lejos truenos leves, y se veían centellas de relámpagos en alta mar. Algo “El Jefe” me estaba diciendo, algo pretendía, algo intuía en esas señales. Los misterios del Creador y su forma a veces tan peculiar de manifestarse, siguen y seguirán siendo toda una asombrosa fuente de interrogantes a la cual pacientemente esperaré y continuaré indagando. Sin embargo la tertulia no acabó ahí, duro un tiempo más prolongado al que presumí debía ser, por lo que dejemos para el siguiente capítulo, manifestar lo que a mi entender, “El Jefe” me indicó, o simplemente pretendió dejarme ver, como y de qué manera, nosotros mismos debíamos ser los protagonistas y actores principales, para lograr un cambio de rumbo en la naturaleza de la sociedad…

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