Como no recordarla,
como no amarla, como no quererla, fue, es y será siempre una bendición de Dios,
una bendición de los Ángeles, una bendición hasta de las estrellas y del mismísimo
Universo, pero bueno fue una fortuna tenerla, fue una delicia escucharla, entre
sus artimañas, su franqueza, su espíritu, y su entereza para dejar muy claro
que siempre fue a su manera, tal vez bailo algo, tal vez canto algo, tal vez
intento jugar sobre lo básico, más allá de sus sueños de hacerlo en el mejor
escenario, sin embargo y a pesar de sus limitaciones en este vecindario, pues
allá arriba está a sus anchas, a su antojo y coordina desde el evento más
pequeño de todo su glosario, hasta aquellos que trascienden la magnificencia de
lo extraordinario, quizás lo lamentable es que todos aquellos que aun abajo
aquí estamos, ni soñando podemos verlo, escucharlo o sentir todo ese alboroto, toda
esa dicharachera y saltimbanqui que ocasiona sus estruendos y sus liosnotecarios
(llámese de esos asuntos que no tienen
remedio, traducción o eufemismos en nuestro abecedario), porque de líos, de juergas,
de bromas, y travesuras, esta pequeña y picara Princesa ya tiene cumlaude pese a
su tamaño...
Por supuesto
comienzo otorgándole un ajustado y saboreado nombre como buen venezolano,
porque déjeme decirles que el mejor CHOCOLATE de este planeta, simplemente es y
será por siempre “Muy Venezolano”, y así mismo cuando en sus mejores tiempos se
exportaba a través del mundo, pues en estos tiempos no tan buenos se llevo
mucho más lejos de estos escenarios, más allá del cielo, en el inagotable
universo circundante de ese reino, donde el Maestro dicta cátedra, dicta mandatos,
cuida a los niños, cuida a los Ángeles, les da sus charlas, les pone sus tareas,
les asigna obediencia, los sumerge en ese hermoso mundo espiritual, el de hacer
bien y luchar contra el inocultable mal, tratando él que den lo mejor de todos ellos,
y de vez en cuando aceptando sus triquiñuelas, sus andanzas y sus peripecias,
porque en algún momento de su eterna vida, tal vez él llego a ser igualmente un
bebe, un niño, un ángel, un ser quien por siempre divino y universal, como lo
serán todos ellos, incluida mi chocolatico traviesa, ese Ángel de la Guarda,
quien se sale a veces con las suyas y ahora siempre organiza cualquier evento
como por arte de magia, más allá de nuestros espacios, allá donde todo es válido,
posible y eterno, donde en algún momento quizás también iremos, a cumplir
posiblemente otro trabajo, otra misión, y continuar esa post-vida que absolutamente
nadie conoce pero con el deseo de ser capaces de ver la belleza y hasta disfrutar
de lo eterno...
Pues déjeme decirles,
tal vez comentarles, o contarles popularmente hablando, recién llegó Issa, sí,
así le puse YO, simple, aunque su nombre suena a Reina, a quien moverá tal vez
cielo y tierra, quien tiene las mismas características de su antecesora, es y
será siempre a su manera, y no a la manera de los demás, porque déjeme decirles
también, ella llegó anticipada, con un día de antelación, aun cuando estaba
pautada para el siguiente, pero NO, definitivamente no iba a ser así, sería a
la manera de las “Chocolinas”, Sophía como el Chocolate Oscuro, amargo y dulce
a la vez, adictivo e insuperable, y la otra, Issa, como el buen Chocolate Blanco,
dulcito, sabrosito, tan rico y tan gustosamente envidiable al paladar, pues sí,
fue un día del Arquitecto para Venezuela, un día conmemorativo en la consagración
como nación en los Unaited Esteis (a nuestro vocabulario), y un día para mí en
lo particular y en complicidad con su hermanita Sophía, un día re-memorable a
partir de ahora, porque el 4 de Julio del 2020,
llegó en un vuelo tipo Chárter, fletado especial procedente desde los
Cielos, Isabella Victoria, quien vino literalmente a quedarse, a aprender, a
nutrir de amor palpable e inagotable, a dejar su marca inevitable, y a quien le
contaremos a través de cuentos, anécdotas, sucesos, imágenes y hasta videos,
quien fue su hermana, que hizo ella en ese tiempo corto pero bello, que dejo muchas
sonrisas y recuerdos como también su marca innegable...
Claro, era
inevitable la presencia espiritual de mi Princesa, esa visita en ese quirófano a
la espera del nacimiento de su hermana Issa, sí, pues Sophía, sí, ella estuvo
ahí, me lo conto luego entre mis sueños, el único sitio donde yo tengo la
oportunidad de verla, tan avispada, tremenda y risueña como siempre, haciendo
de mis noches un mágico momento insuperable, otorgándome más y más vida y diciéndome
que jamás me rinda, a pesar de todo, a pesar de estar a veces tan cuesta arriba,
porque ella siempre así lo decía, a su hermosa Mamá, eventualmente también a su
Papa, y a todos aquellos que la conocieron y sostuvieron con ella un espacio de
tiempo que quedo plasmado en cada uno de sus pensamientos “Tranquilo, todo
estará bien”, y así mismo es y ha sido, como también yo espero seguirá siendo así,
a pesar de...
Hoy un día más, un
día DIEZ de cada mes, cumplo o por lo menos eso intento mi pequeña niña, cumplo
mi compromiso de dejar unas pocas letras describiendo un poco de ti a mi
manera, de tu bella historia, de ese poco tiempo de vida existencial a pesar de
yo no haber podido disfrutar ese tanto de tu presencia tan real, pero aun así yo
te agradezco tú seas mi inspiración hoy y te convirtieras en mi pequeña MUSA,
así tan traviesa, tan pícara, tan tremenda, a veces tan terca, que de nada raro
eso podía faltar, se lleva en la sangre, y aun así yo disfruto en esas pocas
ocasiones donde simplemente logro verte a veces tan lejos y otras tan cerca a
través de mis sueños, en mi espacio tan particular, donde en ocasiones leo, en
otras escribo, y en algunas interactúo con gente tan desconocida, como con los
buenos conocidos, donde imagino, donde creo, donde idealizo, donde también planeo
como si volase a cielo abierto, como si fuese conducido por esa legión de
Ángeles que tu comandas desde el cielo, con ese color particular a CHOCOLATE en
el mejor de los cielos y tan nuestro, donde todo puede pasar, más allá de las
fantasías, ilusiones y sueños, donde y a pesar de un tiempo incontable, a veces
tan efímero e inagotable, pareciese fuese eterno y hasta envidiable, pues si mi
pequeña niña, así paso yo los días, entre pensamientos, muchos buenos y asombrosos,
y otros no tanto porque no somos para nada perfectos, pero tú me has dado
cuerda y fortaleza para esperar, para superar, para continuar y maniobrar en
este mundo tan extraño, tan contradictorio, tan volátil y definitivamente
asombroso, porque como se dice desde los anaqueles más antiguos de nuestra
historia, aun entre calamidades, complicaciones, guerras y traiciones, el bien siempre
superara la barrera del mal, la esperanza nunca muere y los sueños siempre se
alcanzarán en la medida de nuestros esfuerzos, trabajos y sacrificios, y TÚ
cariño, tú has influido definitivamente bastante en ello...
Hay muchas anécdotas
referentes a ti, cuentos, sucesos, momentos, que muchos otros conocen mejor que
yo, y que en su tiempo simplemente yo escucharé, interpretaré, describiré y
plasmaré en esta pequeña historia de vida, que mantengo celosamente entre mis
cosas más bonitas, entre esos tesoros que espero algún día publicarlo como un
bello libro, que estará en alguna estantería de alguna librería, o simplemente
en mi Biblioteca personal, y no como un libro más, sino como ese libro tan
especial, que me hizo soñar, que me hizo visualizar, sentir y anhelar, que este
viaje aún le quedan leguas por andar, y que de una u otra manera he de plasmar parte
de mi historia, como yo plasmo o intento plasmar parte de la tuya, para que le
cuentan a las siguientes generaciones, a tu hermanita, a los hijos de ella, y a
los hijos de ellos, quien fuiste, que hiciste, quienes fuimos, que hicimos, que
dejamos, y quizás como han de recordarnos, o simplemente como queremos que nos
recuerden, aun en esos tiempos que ni tu ni yo podamos volver a vivir así regresáramos,
porque esta vida lamentablemente es una sola mi niña, y la tenemos que vivir de
la mejor manera posible, así como tu lograste tener la oportunidad de cantar,
bailar, reír, hacer reír, comer, disfrutar, y mil veces intentar y por lo menos
un poco entender a quienes disfrutaron de tu presencia que fue tan real, realmente
muy corta, pero muy real...
Yo aspiro llegar a
los cien y quizás un poco más, porque como bien tú me has dicho “TÚ AÚN TIENES
MUCHAS LEGUAS QUE ANDAR”, entonces literalmente interpreto que me queda mucho
por lograr y contar, por plasmar y narrar, por vivir y soñar, y por supuesto
para engrosar tu Historia de Vida, aunque sea desde la esencia espiritual, con
anécdotas y momentos que dejaste aquí muy marcados en esta familia tan
peculiar, y que yo pretendo disfrutarán algún día tu hermanita Issa, cuando
ella tenga la edad, y logre entender quien fue Sophía, la Princesa de Chocolate
que vino a este mundo no únicamente a pasar, sino que nos vino a hacer que fuésemos
mejores a pesar de una inesperada partida que tal vez no se podía evitar, y que
entre esa tristeza y melancolía, entre lágrimas vivas, llantos inconsolables, pues
un recuerdo bonito yo intento dejar, y que tú me sigas transmitiendo esas
energías tan positivas para seguir andando por este mundo tan controversial...
Aquí estamos todavía
algunos, aquí seguimos entre espasmos, angustias, sorpresas, risas, una que
otra tristeza, entre anhelos y entre sueños de marchas, entre copas y andanzas,
entre versos y poesías, entre cuentos de alcoba e historias de vida, entre
palabras y frases que para algunos inspiran, para otros tal vez sea parte de la
vida, entre composiciones, canciones y melodías, entre rascarme la cabeza en
ocasiones, reírme de mi mismo, y acordarme de ti en esos momentos de introspectiva,
simplemente para despertar de un momento de vida y caer aletargado en ese sueño
de maravilla, y continuar soñando que llegaremos tan lejos como cada uno de
nosotros nos propongamos en esta oportunidad de vida, y que tú seguirás diciéndome
“TRANQUILO, TODO PASARÁ Y ESTARÁ BIEN”, y entonces yo volveré nuevamente a la
vida y superaré los atenuantes que en ocasiones quieren alterar nuestro anhelo
de vivirla, TE AMO CARAJITA, TE RECUERDO, TE ESCRIBO y yo espero continúen leyendo
aquellos que honran tu memoria a través de estas humildes letras que yo intento
narrar de como llegaste y como aun tú sigues por acá haciendo de las tuyas en
este inexorable mundo lleno de controversias, tristezas y alegrías, tu narrador
de historia, tú loco por siempre y como también siempre quise que tú me
dijeras, simplemente... Esdras...
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